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El difícil aterrizaje de Ilkay Gündogan en el Barça (y en Barcelona)

El futbolista sigue buscando una residencia fija en la capital catalana y pide más compromiso a ciertos compañeros

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BarcelonaPese a que fue recompensado con un jugoso contrato por un futbolista recién cumplido 33 años, Ilkay Gündogan hizo una gran apuesta personal por venir al Barça ya Barcelona. Era un "sueño", tal y como ha expresado el alemán de ascendencia turca en más de una ocasión: la última, en la gala de Balón de Oro que coronó Aitana Bonmatí y Leo Messi. Una ceremonia en la que, incluso su excompañero en el City, Rúben Dias, le ofreció subir a recoger con el equipo inglés el premio a mejor equipo del año. Gündogan declinó la invitación, al tiempo que protagonizó una anécdota que hizo hervir las redes: durante la alfombra roja se ausentó de la fotografía de buena parte de la delegación azulgrana. La explicación oficial es que en ese mismo momento le requirieron desde la organización para ir a hacerse una foto individual.

La escena, de la que no se da ninguna trascendencia en el vestuario azulgrana, causó debate porque llegó sólo dos días más tarde que el jugador lamentara la actitud de algunos de sus compañeros después de la derrota ante el Real Madrid. "Quiero ser sincero pero sin pasarme, porque no quiero decir nada que no toque decir. Vengo del vestuario y obviamente la gente está decepcionada, pero después de un partido tan importante y de un resultado negativo, me gustaría ver más rabia y decepción. Y eso es parte del problema. Las emociones deben aflorar más cuando pierdes", dijo. Desde el cuerpo técnico encabezado cierran filas: "Es un diez en todo. Estamos encantados en Gündogan", resuelven en el AHORA. Y remiten a unas declaraciones públicas que Xavi hizo hace unas semanas: "Es un regalo caído del cielo".

El egarense remó duro para que el ex del City vistiera de azulgrana y no renovara con el conjunto de Manchester. Allí, Gündogan rozó la excelencia bajo las órdenes de Pep Guardiola. Tanto en Barcelona como en la ciudad británica coinciden en afirmar que es "uno de los mejores futbolistas que hay entrenando". Con razón el entrenador de Santpedor quería retener al capitán que levantó el triplete bajo su tutela. El contexto de exigencia de donde llega el alemán ayuda a entender sus declaraciones, enojado, pero sereno, después del clásico. De hecho, así describen en Sant Joan Despí un futbolista que expresa sus galones sin alzar demasiado la voz, pero que cuando habla se hace oír.

En el City, su liderazgo se podía equiparar al de David Silva, jugadores trascendentales, poco habladores, pero con mucha ascendencia. Fuentes cercanas al vestuario citizan resuelven al ARA que a Gündogan le hizo "mucha ilusión" heredar la última temporada el brazalete de capitán de Fernandinho. "Dió un paso adelante y lideró charlas en partidos clave". La relación entre el centrocampista y Guardiola era también óptima. Incluso eran vecinos: vivían en un céntrico y lujoso bloque de apartamentos en el corazón de Manchester.

Insatisfacción de Gündogan con el Barça a la hora de encontrar alojamiento

En Barcelona, ​​en cambio, ha tenido algunos quebraderos de cabeza en cuanto al alojamiento. Así lo ha revelado el diario Sport, explicando que el alemán echó de menos más apoyo por parte del club a la hora de buscar casa para él, su mujer Sara y su hijo Kais, de sólo ocho meses. Primero estuvieron instalados en un hotel a instancias del Barça, pero eso no satisfacía a la familia Gündogan, que actualmente viven de alquiler en una zona cercana al centro de la ciudad, pero siguen buscando una residencia fija en la que establecerse. Prefieren hacerlo en Barcelona, ​​en la zona alta, y no acudir a Castelldefels como, por ejemplo, sí lo hicieron Leo Messi y Luis Suárez, entre otros. El contrato del alemán comprende dos temporadas como azulgrana y otra opcional. Durante su presentación el presidente Laporta quiso tener un detalle con la mujer del jugador, que cumplía años, y le dieron una sorpresa con un pastel de cumpleaños.

En el Barça, quien se encarga de apoyar a los jugadores con las cuestiones de logística es la Oficina del Jugador, encabezada por el extaekwondista y campeón olímpico, Joel González. Es una persona de confianza de Enric Masip y que llegó al club con el último cambio de presidencia. En el City, estos aspectos corren a cargo de un departamento que se llama Player care (cuidado del jugador), formado por varias personas y que, entre otros servicios, cuenta con una serie de recomendaciones de alojamientos y vínculos con inmobiliarias para orientar a los jugadores recién llegados. Por ejemplo, The Athletic recogía cómo fue la gestión del club cuando se fichó Haaland. El noruego quería vivir en las afueras de Manchester, pero el City le aconsejó vivir en el centro, para adaptarse mejor a la ciudad durante sus primeros años como citizan. Es la misma zona en la que viven jugadores como Julián Álvarez, Jack Grealish o Ruben Dias.

Lejos de Manchester, Güdongan busca su sitio en Barcelona. Tanto por vivir como deportivamente. Las lesiones en medio del campo le han convertido en una navaja suiza, alternando el pívot, el interior y la mediapunta. Es un futbolista que maravilla a Xavi y que quiere ganar títulos con el Barça. "No he venido aquí para perder ese tipo de partidos", dijo tras el clásico. La mentalidad de un campeón.

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