El futuro de los Joãos y otras patatas calientes de un Barça para reconstruir
Con la segunda plaza en juego, Deco y Xavi ya planifican la próxima temporada
BarcelonaMientras el Barça lucha por el único objetivo colectivo que le queda este curso (un triunfo este lunes contra la Real Sociedad le devolvería a la segunda plaza de la Liga), Xavi Hernández y Deco ya planifican la próxima temporada. Entre el descalabro ante el PSG en la Champions y la derrota en el Bernabéu ante el Madrid, ya se reunieron para hablar de un futuro lleno de incógnitas, marcado una vez más por el drama económico que afecta al club desde la pandemia. En estos encuentros, el director deportivo se mostró poco esperanzado en relación a la posibilidad de realizar grandes incorporaciones este verano y también abrió la puerta a traspasos dolorosos. Sin embargo, el preparador manifestó su intención de cumplir su contrato hasta el 2025. Protegido por Alejandro Echevarría y Rafa Yuste, Xavi lo tuvo más fácil para convencer a Joan Laporta, a quien el grosor de la junta presionó para que hiciera fuego nuevo.
Con el continuismo servido –siempre que la historia no vuelva a cambiar– en el banquillo, el foco se coloca en la plantilla 2024-25, que se planificará muy probablemente con el fair play financiero excedido. A continuación, resumimos algunos movimientos previstos en los despachos.
Un João mucho antes que el otro
Si fuera por Xavi, la respuesta sería sencilla. Basta con ver la participación de uno y otro João durante toda la temporada. El egarense apostaría antes por Cancelo que por Félix. Es cierto que el lateral portugués salió maltrecho de la Semana Trágica, pero los técnicos valoran su calidad técnica y también su aportación al vestuario. "Está muy implicado y se ha convertido en un referente para los jóvenes", explican sobre él en Sant Joan Despí. Con Félix, en cambio, el mensaje es menos cariñoso. El ex colchonero no solo ha puesto de manifiesto la intermitencia futbolística que ya mostraba en el Metropolitano, sino que ha generado cierta incomodidad por su ademán en el vestuario, donde sólo ha hecho vínculo con los jugadores lusófonos.
Los Joãos devolverán a sus clubs de origen –Manchester City y Atlético de Madrid–, pero tanto el Barça como su representante, Jorge Mendes, ya han explorado fórmulas para devolverlos a Barcelona. Con el carriler, que tiene contrato hasta el 2027, los ingleses serán flexibles con un traspaso, porque Pep Guardiola no cuenta con él. Más compleja es la situación del delantero, con acuerdo vigente hasta 2029 y una tasación superior a 60 millones. La única vía para que continúe en la plantilla es repetir la cesión, pero está por ver si acepta el rol de suplente que le espera.
La 'jubilación' de Lewandowski
A Xavi le gustaría reforzar la delantera y, teniendo cuello abajo que Lewandowski no tiene ganas de irse y renunciar al suculento contrato creciente que le espera la próxima temporada, se intentará reforzar la posición de extremo. Los nombres que más gustan al cuerpo técnico son los de Nico Williams (21 años), que mantiene buena relación con Lamine Yamal y Balde, con quienes ha coincidido en el fútbol de selecciones, y Dani Olmo (26 años), criado en la cantera. El primero renovó con el Athletic Club en diciembre hasta el 2027, lo que es un gesto hacia el club de su hermano y que le ha llevado a la élite: si sale traspasado, no será por menos de 50 millones. El segundo ha coqueteado varios veranos con el Barça desde que decidió marcharse al fútbol croata cuando era juvenil. Desde 2020 milita en el Leipzig de la Bundesliga y, con contrato renovado también hasta 2027, tiene un precio de salida de unos 60 millones. Ambos son internacionales con España.
Antes, sin embargo, habría que sellar salidas. Con Lamine Yamal intransferible, quien más interés suscita en el mercado (sobre todo en Arabia Saudita) es Raphinha, pero el brasileño está feliz en el Barça. Ferran Torres, con altibajos esta temporada, también tiene colgada la etiqueta de transferible. Xavi ya abrió las puertas de una salida en forma de cesión de Vitor Roque, pese a que su representante, el díscolo André Cury, defiende que o se queda o sale traspasado. Y, por último, Ansu Fati, relegado al ostracismo en los últimos partidos en el Brighton, tiene la intención de convencer a Xavi durante la pretemporada. Su estado físico sigue generando muchas dudas en el vestuario.
Movimientos en el eje de la defensa del Barça
Plantearse nombres como Williams u Olmo depende del fair play que se genere con los traspasos. Y, en este contexto, hay un futbolista que tiene las condiciones idóneas para dejar un buen pellizco. El problema es que es titular indiscutible. Hablamos de Ronald Araujo, que tiene una propuesta del Bayern que le mejora su sueldo. Venderlo –el Barça no querría traspasarle por menos de 70 millones– supondría una entrada neta de dinero, ya que no tiene pendiente amortización alguna. Además, su salida no dejaría ningún vacío de efectivos en el eje de la defensa. Kounde y Christensen tienen contrato, Cubarsí ha llegado para quedarse y Faye sube fuerte del filial. Además, Xavi cuenta con Eric Garcia, que ha realizado un excelente curso en el Girona. Más dudas hay con Iñigo Martínez, que tiene un año de contrato pendiente de inscribirse y ha perdido protagonismo.
Un fichaje apalabrado y dos sueños húmedos
En medio del campo, la situación, en estos momentos, es la siguiente. Guido Rodríguez, pívot defensivo que acaba contrato con el Betis, tiene pactados dos años –más otro opcional– con el Barça. Vendrá a ocupar el sitio de un Oriol Romeu que podría volver al Girona. La dirección deportiva también mantiene a De Jong como transferible, pero el neerlandés sigue sin tener ganas de marcharse. En el caso de Pedri, el canario está pendiente de una mejora del contrato que desde su entorno defienden que tiene apalabrada con el club. Gavi, Fermín y Gündogan tienen el sitio garantizado. Sergi Roberto está a punto de renovar para un curso más. Para reforzarse, Xavi sueña con Kimmich (29 años), pívot del Bayern que termina contrato en el 2025, y Bernardo Silva (29 años), titular indiscutible del City de Pep Guardiola, con el que le quedan otros dos años de contrato. El portugués tiene la predilección (alimentada también por deseos familiares) de aterrizar en Barcelona.