Barça

La letra pequeña de la continuidad de Xavi Hernández en el Barça

Joan Laporta ha aguantado tensiones en la directiva y en la comisión deportiva después de bendecir que el entrenador siguiera al cargo

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Joan Laporta, emocionado, abrazándose con Xavi Hernández

BarcelonaUna semana más tarde de la escenificación pública de la continuidad de Xavi Hernández en el banquillo del Barça, las heridas internas que ha provocado la decisión están en cauces. El presidente ejecutivo culé, Joan Laporta, confiaba en que el entrenador diera marcha atrás en su decisión de plegar –así lo había manifestado en varias entrevistas–, pero necesitaba el aval de los resultados para defender esta posición ante sus colaboradores más críticos con la labor del egarense. Este argumento saltó por los aires con la derrota contra el PSG en la Liga de Campeones, que era el principal motor de ilusión del barcelonismo, y recibió la estocada final en el Bernabéu, donde el equipo cayó por 3-2 y dijo definitivamente adiós a la Liga.

Con la temporada en blanco a mediados de abril, los directivos y ejecutivos que ya mostraban dudas con Xavi a principios del 2024 se sintieron fuertes para pedir, ahora sí, cambios en el banquillo. Laporta esperaba un buen resultado en el clásico para que las aguas se calmaran antes de verse con el entrenador para analizar la situación. Pero como no fue así, en la reunión de junta del 24 de abril tuvo que lidiar con voces contrarias que abandonaron el encuentro con la sensación de que existía el relevo que deseaban. La sorpresa de estos críticos llegó horas después cuando, bien por la prensa o bien por mensaje, se enteraron del giro de guión a raíz de una reunión casi paralela al domicilio del mandatario.

Entre los miembros de junta menos conformes con la continuidad de Xavi se encuentra Joan Soler, directivo del área de fútbol que a su vez forma parte de la comisión deportiva. Tiene mucha afinidad con Enric Masip, asesor presidencial en temas deportivos, y es habitual en las reuniones en las que se planifican cuestiones relativas al primer equipo. Aunque entró en la cúpula tras las elecciones porque se necesitaba más dinero para el aval, se ha ganado una posición importante en el círculo de confianza de Laporta. Soler está mucho más cerca de la toma de decisiones que Xavier Barbany, otro de los laportistas de nuevo cuño que más ha cuestionado a Xavi internamente, o que Elena Fort y Mikel Camps, dos históricos incondicionales del presidente que llevan meses expresando internamente sus dudas con la labor del terrassense.

Un paraguas institucional y un contrato recién renovado

Si Xavi sigue en el banquillo en contra del criterio de no pocos directivos es, en primer lugar, porque él se ve con fuerzas para revisar lo que decidió tras una dolorosa derrota en Montjuïc ante el Villarreal (3-5) . Pero ese sentimiento sería insuficiente sin el apoyo interno de ambos hombres con más ascendente sobre Laporta en el Barça actual. Uno ostenta el cargo de vicepresidente deportivo y el otro controla el día a día de la entidad desde un local sin rotular en lo alto de Barcelona.

Ambos valoran mucho el trabajo de Xavi, aunque también son conscientes de que el vallesano actúa como parapeto y evita que la crítica apunte en el palco, un riesgo que con Hansi Flick o Rafa Márquez crecería. En la práctica, el criterio de Rafael Yuste y Alejandro Echevarría ha tenido más peso que el del director deportivo, Deco, que estaba más abierto a un cambio, y también que el del asesor Masip, que no tiene la mejor sintonía con 'staff técnico azulgrana. De hecho, entre el PSG y el clásico, tanto el vicepresidente como el excuñado de Laporta ya defendían la continuidad de Xavi.

Que no haya habido cambios en el banquillo también tiene una ventaja económica, ya que el Barça no tendrá que dedicar recursos a la contratación del relevo. Flick, ex entrenador del Bayern y de la selección alemana, pedía honorarios senior para él y sus ayudantes, mientras que Márquez habría necesitado un nuevo contrato, ya que su compromiso con el filial vence este 30 de junio.

Con el límite salarial todavía abocado a los equilibrios, mantener el actual cuerpo técnico –renovado en otoño hasta el 2025– es más prudente que liquidarlo y fichar uno nuevo. Eso sí, Xavi ha accedido a reforzar dos áreas de su equipo que las lesiones y recaídas han dejado maltrechas: la preparación física y la recuperación. Para el primer encargo, incorporará a Julio Tous, que cubrirá la baja de David Pozos. Y para el segundo, contará con Raúl Martínez, que pasará a coordinar a los fisioterapeutas.

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