Apuntes en caliente

La gran asignatura pendiente de Xavi no se aprueba en un día: los apuntes en caliente del Barça-Osasuna

No habrá excusas que valgan si el egarense no es capaz de construir un equipo menos opaco con sus piezas

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Xavi Hernández dando instrucciones en el partido ante Osasuna.

BarcelonaVictoria del Barça contra Osasuna en las semifinales de la Supercopa. El domingo habrá un clásico en Riad para dirimir el primer trofeo del curso. Los azulgranas, que fueron de menos a más, se impusieron con dos goles en la segunda parte de Lewandowski y Lamine Yamal. A continuación, unos apuntes en caliente.

Los plomos fundidos. No hay mejor resumen para contar el momento de juego del Barça que el que encarna Sergi Roberto. Salvador el día del Almería con un doblete sorprendente, el capitán azulgrana, que acaba contrato en cinco meses y no ha recibido propuesta en firme para renovar, es casi el único futbolista de la plantilla que está rindiendo al nivel que se espera de él en ese tráfico agónico y pastoso del equipo desde hace semanas. A su alrededor reina la expectativa no satisfecha con casos tan silenciosos como preocupantes como el de Balde. ¿Dónde ha quedado ese lateral eléctrico que se comía toda la banda? Si el pasado año tenía piernas que compensaban su poco tacto a la hora de centrar, hoy directamente se pasea con los plomos fundidos.

Más números que incidencia. Volviendo al baremo de la expectativa, Gündogan se está quedando a medio camino. Lo está jugando todo en su primera temporada en el Barça, y sus guarismos dan choque: tres goles y siete asistencias (la última ante Osasuna). Pero aunque todo lo que haga tenga sentido, aunque aparezca en campo propio y rival para construir o destruir por puro olfato futbolístico, su incidencia en el juego colectivo sigue sin ser la deseada (tampoco la de De Jong, digamos- lo de entrada). ¡Hablamos del capitán del City campeón de Europa, de un centrocampista dominador que se lleva 20 millones brutos por curso!

La gran asignatura pendiente del Barça de Xavi. Los grandes equipos se construyen desde el centro del campo. Y el del Barça acumula más números y nombres que sincronía y complicidades. Hacer que Gündogan haga mejores a sus compañeros debería ser un must para Xavi, que si de algo entendía cuándo jugaba era precisamente de eso. No se entiende que el egarense se empalle en ruedas de prensa con el acierto goleador, la intensidad, el pecho y los cojones y otras explicaciones poco elegantes. Cierto es que Lewandowski está oxidado y que João Félix y Raphinha son fichajes de club, pero no habrá excusa posible ante el privilegio de disponer de Gündogan, De Jong y Pedri (que no recaiga más) y no construir con ellos un Barça menos opaco .

Los cambios sirven de algo. Sin regularidad en el juego, el Barça halló la reacción a partir de los cambios que introdujo Xavi durante el partido. Lamine Yamal, autor de la sentencia, mejoró el aceleradísimo (y lesionado) Raphinha; Pedri sumó pulcritud en la gestión de las posesiones favorables y João Félix, de nuevo castigado en el banquillo, dejó detalles de su talento ofensivo cuando Osasuna buscaba el empate en los últimos minutos. Por cierto, cuando el portugués estaba preparado en la banda, se hacían apuestas sobre el jugador sustituido: lo merecía Lewandowski, pero al final salió Ferran Torres. ¿Qué hubiera pasado si el polaco no hubiera marcado en ese intervalo de duda? Lo que sí es seguro es que su actuación, en ese momento, estaba suspendida.

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