Fútbol

El Barça pone el corazón para salir más líder del Camp Nou

Al ritmo de Pedri y Raphinha, el conjunto azulgrana supera al Atlético de Madrid (3-1)

Raphinha se besa el escudo tras marcar su primer gol en el nuevo Camp Nou
02/12/2025
4 min

BarcelonaEl corazón del Barça de Hansi Flick vuelve a latir de lo lindo tras un gran triunfo (3-1) ante el Atlético de Madrid que le refuerza como líder de la Liga. Con el alma de Raphinha, el fútbol de Pedri y una afición que llenó, orgullosa, las 45.000 localidades disponibles en el nuevo Camp Nou, el equipo plantó cara a un rival que llegaba en racha. Gracias a los goles de Raphinha, Olmo y Ferran, el Barça suma tres puntos claves en la lucha por el campeonato y recupera un orgullo que, por momentos, esta temporada parecía haber perdido.

La visita del Atlético a Barcelona siempre suele ser una batalla. Poco le importa a Simeone acumular toneladas de talento en sus plantillas: acaba convirtiendo a sus futbolistas en soldados, en gladiadores dispuestos a dejarse la piel. La propuesta colchonera, como en otras ocasiones, fue la de alternar una defensa en bloque alto -saltando a presionar a la defensa del Barça, el eslabón más débil de este equipo- y el de replegarse. El Barça supo jugar a este juego y desactivar, en muchos momentos, el plan de su rival.

Al inicio, cuando el Atlético mordía arriba, los azulgranas les buscaban las cosquillas al contragolpe. Así llegaron las primeras ocasiones, con un par de carreras de Raphinha a espaldas de la defensa. La primera la salvó Hanko. En la segunda, el brasileño remató por encima del larguero. Y cuando el Atlético optaba por replegarse y dar un paso atrás, quien brillaba era Pedri, incansable entre líneas, no solo ofreciendo soluciones a sus compañeros en el pase, sino también detectando espacios imposibles o recuperando balones cruciales.

Con un Flick que vive preocupado por el rumbo de su Barça desde hace bastantes días, confesando de puertas adentro que el equipo no le responde como él querría, recuperar a Raphinha y Pedri es un tesoro. El brasileño y el canario son ahora dos engranajes fundamentales. El Barça empezó mejor que su rival, con Raphinha sumando una tercera ocasión después de que Cubarsí detectara a Olmo y fintara a Cardoso en uno de los últimos servicios del portugués antes de lesionarse. El terrassense asistiría al brasileño, pero Giménez le negó el remate en el último momento.

Los azulgranas acumulaban más ocasiones, pero al Atlético le bastó un par de pases para empezar el marcador y enseñar las costuras de la línea defensiva del Barça. Pase al espacio de Nahuel, y Baena, futbolista tan talentoso como temperamental, superó a Juan con una vaselina deliciosa. El gol parecía que haría resurgir a los fantasmas que persiguen al equipo esta temporada, pero el Camp Nou dijo que no, que quería vivir su primera gran noche o, al menos, intentarlo.

La afición quiso animar a los suyos con gritos de apoyo, con un rescoldo que no se había visto en las otras dos primeras jornadas en el nuevo feudo azulgrana. Y los jugadores correspondieron con un orgullo y valentía que se tradujeron en unos de los mejores minutos de la temporada. El Barça consiguió, por momentos, apretar al Atlético en su área, con las subidas de un Balde más voluntarioso que acertado y con las llegadas de una versión muy mejorada de Kounde respecto a los últimos partidos.

El Barça buscaba el empate, decidido, alentado a dejar atrás las penas en el juego que le están lastrando este curso. Con Pedri y Raphinha sobre el césped todo era posible, se valía a volver a creer, a volver a tener fe. Los azulgranas tenían el balón, dominaban a pesar de verse por debajo en el marcador, pero había que encontrar el rock'n'roll, ese último pase vertical. Raphinha, que no sólo se esforzaba en la presión y reclamaba a sus compañeros que le acompañaran, se vestiría de goleador para culminar un gran pase de Pedri.

La remontada del Barça

El empate era una recompensa justa para un Barça que bailaba al ritmo del canario y del brasileño. Juan también tendría su cuota de protagonismo, atento en una acción crucial para enmendar un error de Cubarsí en el rechazo que por poco no aprovechó, pícaro, Baena. No habría merecido el Barça encajar el segundo, jugando mejor que su rival. De hecho, la balanza estaría a punto de decantarse a favor de los azulgranas, con un gran reverso de Olmo para entrar en el área y provocar el penalti de Barrios. Lewandowski enviaría el balón a las nubes, con un disparo infame que pareció un touchdown.

De nuevo la afición respondió animando a su conjunto. El polaco tendría la ocasión de reponerse, con un gran remate de cabeza tras un buen centro de Lamine Yamal que se topó con un paro aún mejor de Oblak. Sería la última gran oportunidad del Barça antes de irse con mesas hacia el túnel de vestuarios.

En la reanudación la igualdad marcaría el guión de un partido en el que la supervivencia y el éxtasis del gol de Olmo, tras una nueva gran acción de Pedri culminada con calidad por el terrassense, permitirían a la afición marcharse a casa orgullosa. No sin sufrir hasta los últimos minutos, cuando el Atlético apretaba, pero Ferran cerraría un triunfo que puede valer mucho más que tres puntos. El Barça puso fútbol, ​​pero también el corazón.

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