Barça

Jordi Alba también abre la puerta a redefinir su contrato

Pese a esto, el Barça todavía no se ha puesto en contacto con él para explorar cualquier posible gesto salarial

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Jordi Alba al pasado marzo

BarcelonaFaltan tres días para que empiece la Liga y Xavi Hernández todavía no tiene claro si podrá contar con siete de sus jugadores. La participación de los cinco fichajes de este verano (Lewandowski, Koundé, Kessié, Christensen y Raphinha) y de los dos refitchados (Dembélé y Sergi Roberto) contra el Rayo este sábado (21 h) depende de la validación por parte de la Liga de la combinación de palancas y ahorros salariales en el que el Barça trabaja en las últimas semanas.

El primer paso para llevar a cabo los registros era dejar de tener el límite excedido y abandonar la regla del 1/4 y el 1/3, por lo cual había que firmar ingresos que restituyeran el patrimonio neto del club. La junta pensaba que con las dos primeras palancas habría suficiente para cumplir el objetivo, pero la patronal interpreta los números de la venta de derechos televisivos a Sixth Street a la baja e insta a la entidad azulgrana a comenzar la venta parcial de Barça Studios. A falta de confirmación oficial, el segundo inversor que entrará en la productora es el fondo norteamericano Luma Partners. El primero es socios.com, del universo blockchain. Ninguno de los dos pertenece al sector audiovisual. El uno desarrollará el negocio relacionado con el metaverso y el otro aportará, dicen en el club, "su experiencia en la digitalización del entretenimiento".

Con los fondos propios otra vez en verde, la Liga vuelve a aceptar que el Barça inscriba jugadores por el mismo valor que libera (regla 1/1). Pero lo que falta precisamente es liberar. Este es el punto en el que está el área deportiva. Es en esta necesidad donde se enmarca la presión de la entidad sobre los acuerdos de renovación que el expresidente Bartomeu firmó con Frenkie de Jong, Clément Lenglet, Marc-André ter Stegen y Gerard Piqué a finales del 2020. Es en esta lucha donde se exploran soluciones para que Sergio Busquets acceda a cobrar menos de lo que le tocaría este curso.

De los cuatro renovados sobre la bocina por la anterior directiva solo Piqué está dispuesto, de momento. "Harà un esfuerzo importante y no se puede descartar que renuncie a dos años de contrato", dicen al ARA desde Sant Joan Despí. Es decir, el central recortará parte de los 52 millones brutos que tiene apalabrados este año, que son los que afectan al fair play, pero todavía es una posibilidad que lo haga mientras juega (y cobra) en otro lugar. Por su parte, Busquets, indiscutible para Xavi, solo acepta diferir el año que le queda. La fórmula sería alargarle el contrato y espaciar las cantidades, pero choca con los planes del futbolista, que pasan por marchar a la Major League Soccer en 2023. Desde el entorno del futbolista ven "muy complicado" cerrar un acuerdo antes de este sábado y se muestran más dispuestos a aceptar un nuevo trato hasta 2025 que hasta 2024. Así los diferimientos se repartirían en paquetes más cómodos. El problema radica en las cláusulas de escape que el capitán exige a finales de cada curso para poder decidir su futuro. Hay que encontrar la manera para que la Liga las acepte.

Solo uno de los grandes contratos heredados se libra, hoy por hoy, de la carrera de la actual gerencia del Barça para rebajar masa salarial. Es el de Jordi Alba. El documento tiene vigencia hasta el 2024 en virtud de una renovación millonaria firmada en febrero del 2019. Fue la última de la serie de mejoras que Bartomeu cerró después de la fuga de Neymar y antes de las cuatro renovaciones del 2020 citadas anteriormente. Gracias a aquella firma, el lateral de L'Hospitalet multiplicó sus ingresos y se colocó en lo alto de la escalera salarial, a pesar de que por detrás de Piqué y Busquets. El verano pasado Alba, igual que el central y el centrocampista, capitanes como él, accedió a una pequeña rebaja y a un diferimiento para ayudar a inscribir fichajes. En cambio, ahora no ha recibido ningún contacto oficial del club para volverlo a hacer. ¿Cómo es que no se ha producido esta petición? En el Camp Nou hay debate interno. Mientras que a la junta son partidarios de limitar los diferimientos (que es lo que el lateral aceptaría y lo que se negocia con Busquets), en el área deportiva ven con buenos ojos cualquier mecanismo para construir fair play. Y manda la junta. Desde el entorno al jugador se abren la puerta a redefinir el contrato: "Valoraremos las condiciones si hablan con nosotros".

Se puede usar todo

Como el Barça ya no está excedido en forma de límite salarial y puede operar siguiendo la regla 1/1, la Liga no limita el impacto de los diferimientos y las rebajas salariales con jugadores que previamente han generado ahorro. Bajo el yugo de las reglas 1/3 y 1/4, si un futbolista ya ha espaciado o recortado cantidades ya pactadas, como es el caso de los tres capitanes, el organismo que preside Javier Tebas no acepta un segundo gesto para construir el mismo margen y solo reconoce, si hay, la diferencia positiva. Lo mismo pasa con los cedidos. Si un futbolista ya ha ido de préstamo una vez para liberar salario, la medida se deja de aplicar si hay una segunda salida (venta o cesión) para construir el mismo margen: solo cuenta el diferencial. Por eso era tan importante que el club saliera del exceso. Y por este motivo vuelve a ser decisivo que Piqué y Busquets reincidan en su voluntad de ayudar al club con nuevas renuncias. Todo lo que se libere se podrá hacer servir para nuevos registros. Alba, de momento, queda al margen de los posibles gestos.

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