Barça

Ni la magia de Lamine evita un empate esperpéntico del Barça (3-3)

El equipo de Xavi se deja dos puntos contra un Granada en zona de descenso en un partido en el que el regreso de Ter Stegen no sirve para defender mejor

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Lamine Yamal, celebrando un gol ante el Granada

Barcelona¿Cuál cree este Barça. Subir a Montjuïc es como subir al Gólgota cargando la cruz de los pecados de un equipo que, diga lo que diga Xavi, no está enchufado ahora que sabe que el técnico se marcha. Jugando contra equipos con menos recursos, sigue disparándose en los pies y avanzando de forma errática. Creer que este equipo ganará títulos este año es un acto de fe, ya que los hechos juegan en su contra. El día que sabía que el Girona y el Atlético de Madrid habían perdido, el Barça tropezó de forma frustrante contra un Granada hundido en la zona de descenso. Suerte de Lamine Yamal, que con 16 años parece más valiente que los demás. Dos goles del joven del Maresme evitaron la derrota (3-3), pero ni toda su energía sirvió para ganar. Una herida de las que duelen, una vez abajo a un proyecto errático, tanto como la mirada de Xavi.

El barcelonismo vive prisionero entre sus sueños y la realidad, que está empeñada en pinchar el globo de la ilusión. El barcelonista pasa del optimismo de ver en acción a jugadores jóvenes como Lamine Yamal, autor del tercer tanto del Barça, en el que unió rabia y talento, a sentir frustración con los veteranos. No sabe si disfrutar de los últimos meses con Xavi o desear que acabe. No sabe si el equipo crece o si sigue atascado. Es un Barça bipolar, con parte de la afición haciendo la ola en el estadio mientras el equipo es tercero en la Liga y gana sin pena ni gloria el segundo por la cola, y el resto silbando a los jugadores, que acabaron acosando a los rivales sin suerte.

Xavi afirma que su decisión de irse lentamente, un largo adiós con una agenda cargada de partidos, ha servido para enchufar al equipo. Pero mirando el juego del equipo ante el Granada parece fácil contradecirle. No es un Barça alegre. Es un Barça inconstante, un equipo que luce más en los resúmenes de los partidos de cinco minutos que sufriendo más de 90 minutos en la grada. Contra equipos modestos siempre da la sensación de que el equipo podrá marcar, ya que va sobrado de calidad individual, pero a su vez este equipo hace volar palomas a los pequeños. Qué lejos queda aquella época en la que los rivales se hacían pequeños en Barcelona. Ahora, entre el estadio, los resultados y el juego azulgrana, todo lo contrario. Todos creen que tienen opciones de terminar la jornada haciéndose una selfie de recuerdo del día que puntuaron en Barcelona.

Consciente de las derrotas del Girona y el Atlético de Madrid, el Barça salió enchufado y creó tres ocasiones claras de gol en las que Pedri, jugando arriba, y Lewandowski parecían conectar bien. Pero al final, si alguien levanta al personal de la silla siempre es Lamine Yamal, un chico que justifica 80 minutos de bostezos con sus acciones. Además de sus carreras y sus trucos, fue suyo el gol inicial, a centro de Cancelo. Pero una flor no hace verano. Xavi seguía insistiendo en Christensen como centrocampista defensivo, poniendo en acción a una pareja de centrales inédita, con Iñigo Martínez y Pau Cubarsí. Pero la gran novedad era el regreso de Ter Stegen. El alemán es tan importante que el barcelonismo le esperaba tanto como un campesino la lluvia, en estos tiempos de sequía. Pobre Iñaki Peña, que en lugar de hacer olvidar al alemán había hecho más profundo a la añoranza. Pero el alemán volvió algo oxidado: falló muchas veces con el pie y animó al Granada, que en el descanso había chutado bastante a portería. Y, justo antes del descanso, un chico del Baix Penedès que había pasado por La Masia, Ricard Sánchez, empató con un disparo precioso que convirtió a Ter Stegen en una estatua.

Lewandowski en acción contra el Granada.

Ni contra un equipo que parece destinado al descenso encontraba la paz, el Barça. Lewandowski miraba el cielo, preguntándose cómo, con 1-0, había fallado el segundo gol en una gran contra liderada por Pedri y Gündogan. Ésta era la realidad del Barça, ser más peligroso a la contra que en ataques estáticos, contra el Granada y jugando en casa. Los jugadores, en lugar de darle la razón a Xavi, le borraban la carcajada de la boca con otro partido gris en el que el técnico de Terrassa miraba el horizonte con una mueca de dolor. Porque la segunda parte, aunque vio al Barça algo más espoleado de salida, sirvió para que el Granada diera la vuelta al marcador en una contra en la que todos los jugadores del Barça llegaron tarde. Uno tras otro.

Es el destino del Barça este año: sufrir siempre. Cuando se gana y cuando se pierde, cuando te visita un equipo grande o uno modesto. Por suerte para Xavi, Lewandowski pide perdón por los goles fallados marcando, como hizo con el 2-2 con un bonito disparo. El gol nunca lo perderá, aunque ya no haga tantos como antes. Ahora bien, este Barça es tan blando, que encajó el 14º gol en los últimos cinco partidos en el Olímpic en un cabezazo de otro catalán. Ignacio Miquel batió a un Ter Stegen que parece muy lejos de su mejor versión. Fue Lamine Yamal quien sacó las castañas del fuego al equipo inventándose el empate a tres con una jugada en la que manchó el mismo balón que descosió con un disparo fuerte. Suerte de él. Lo bueno de depender de un adolescente es saber que tienes futuro. Lo malo, pensar en todo lo que se esconde detrás de los goles de Lamine. El Barça, que podía despegar en la clasificación, dio un paso hacia atrás. Otro. Nada nuevo.

  • FC Barcelona: Ter Stegen, João Cancelo (Raphinha, 75'), Pau Cubarsí, Iñigo Martínez, Jules Kounde, Andreas Christensen (Fermín López; 67'), Frenkie de Jong, Ilkay Gündogan, Lamine Yamal, Lewandowski y Pedri (Marc Guiu , 89').
  • Granada: Batalla, Sánchez, Miguel Rubio, Ignacio Miguel, Maouassa, Martin Hongla, Facundo Pellistri (Jozwiak, 84'), Gerard Gumbau (Torrente, 95'), Sergio Ruiz, Óscar Melendo (Callejón, 75') y Myrto Uzuni ( Arezo, 84').
  • Goles: 1-0 Yamal (15'), 1-1 Ricard Sánchez (43'), 1-2 Pellistri (60'), 2-2 Lewandowski (63'), 2-3 Ignasi Miquel (66'), 3 -3 Lamine Yamal (80').
  • Árbitro: Miguel Ángel Ortiz Arias (Madrid).
  • Tarjetas amarillas: Sergio Ruiz (33'), Xavi Hernández (65'), Ignasi Miquel (77').
  • Tarjetas rojas: Ninguna.
  • Estadio: Olímpico Lluís Companys (41.901 espectadores).
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