Muy temprano

Mick Jagger y la flor en el culo

Mick Jagger y Ron Wood en el palco de Montjuïc.
01/02/2025
2 min
Regala este articulo

Una de las canciones más bonitas de los Rolling Stones es Wild horses. No es una de las más animadas ni habituales en los conciertos. Es melancólica, penetrante y difícil de borrar una vez la escuchas. Keith Richards la creó en 1969 sintiéndose culpable por haberse ido con la guitarra en vez de quedarse con su hijo recién nacido. A menudo se tiende a obviar la profundidad de la banda, reduciéndola al icono de la lengua, el carisma de Mick Jagger y el riff de Satisfaction. Hace décadas que decidieron convertirse en una multinacional a explotar hasta que mueran entre pilas de dólares, casados con el capitalismo más feroz, al igual que el fútbol. El Barça, que al lado de la boca warholiana es como una migaja de pan, vive pendiente del humor de estrellas del rock octogenarias para saber dónde narices jugará el clásico.

Cuando no es una cosa, es otra: el día a día del club es una carrera de obstáculos inacabable. Menos mal que Jagger se ha levantado y le ha dado palo hacer la gira europea: el cielo se ha abierto en Montjuïc y en la cabeza de Joan Laporta, que no tenía plan B. En la junta azulgrana ya estaban hablando de la fantasía de las gradas supletorias en el Estadi Johan Cruyff e, incluso, alguien quería sacar el polvo del proyecto de Miami. Eso sí, siempre con la cantinela: "Somos optimistas con jugar el clásico en el Camp Nou". Una cantinela familiar que apela a la fe por delante de la razón y no pierde adeptos porque el presidente salir adelante. Los milagros de la religión laportiana se han sucedido inagotablemente, empezando por el aval para ser investido y terminando por el caso reciente de las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor. El expediente tiene la mancha negra de las lágrimas sangrientas de Messi y un asado poco fructífero, pero en lo demás es casi místico.

El presidente del Barça, Joan Laporta.

Volver al Camp Nou esta temporada se ha convertido en una presión autoimpuesta difícil de entender dadas las circunstancias. ¿Tanto costaba explicar a los socios que era extremadamente difícil? ¿Por qué no se ha sido más transparente frente a un secreto a voces? ¿Había que hacer el papelón organizando una rueda de prensa en octubre para alimentar la idea de que el regreso era posible a principios de año? ¿Por qué no se cerró una alternativa fiable para todo el curso? ¿Quién le cuenta a Hansi Flick y al equipo, que están haciendo tan buen trabajo, que en los despachos conducen sin volante? Demasiadas preguntas lógicas: parece mentira que todavía no hayamos entendido que esto es otra cosa y que va a tener la flor en el culo. Que suenen los Stones: Can you feel the magic hanging in the air?

stats