Muere Hugo Sotil, el peruano que se ganó el corazón del barcelonismo
Campeón de Liga con Cruyff en 1974, en los últimos años había sufrido problemas económicos
BarcelonaEl Barça y el fútbol peruano lloran la muerte de Hugo Alejandro Sotil, más conocido como el Cholo, futbolista internacional de los años 70. Sotil estaba ingresado en la UCI del hospital de Lima desde hacía días, donde acabó muriendo la madrugada del lunes. En Barcelona era especialmente recordado por la liga ganada en 1974, aquella del triunfo por 0-5 en el Santiago Bernabéu. Sotil se encargó de marcar el último gol.
El Cholo, había nacido en Ica, al sur de Perú, aunque de pequeño emigró a Lima, donde se crió en una barriada muy modesta. Sotil empezó su carrera profesional en 1968 en el Deportivo Municipal de Lima, club con el que subió de Segunda a Primera. Delantero valiente y amante de la buena vida, siempre vivió rodeado de leyendas, como una sobre su fecha de nacimiento. Por eso ahora se dice que ha muerto con 75 años. O 78 años, según dicen otros.
'Mamita, campeonamos'
En 1973 brillaría en un amistoso contra el Bayern Munic, que estaba haciendo una gira americana, y marcaría en el Camp Nou en un amistoso entre jugadores de Europa y América del Sur. El Barça, que había seguido a Teófilo Cubillas, la gran estrella peruana, decidió apostar por Sotil. De hecho, Rinus Michels había llegado a visitar Perú acompañado por Josep Maria Minguella para conocer de cerca a Cubillas, pero creyeron que Sotil, más fuerte físicamente, sería capaz de aguantar mejor los palos de una Liga española bastante violenta, entonces. En el Barça sería compañero de aventuras de Johan Cruyff, y ganarían la Liga de 1974, aquella que ponía punto y final a 14 años de sequía. Sotil celebraría el éxito llamando a su madre desde el vestuario de Gijón y haciendo famosa la frase "Mamita, campeonamos". Esa primera temporada, con el dorsal 10 a sus espaldas, marcó 12 goles en 36 partidos.
Su papel en ese Barça campeón de Liga llevaría a la directiva a nacionalizarlo español, para generar una plaza para Johan Neeskens, el futbolista neerlandés que murió hace pocas semanas. La promesa de una nacionalización rápida de la directiva de Agustí Montal, sin embargo, no se hizo realidad, y en una época en la que sólo había dos plazas de extranjero, Sotil pasó toda la temporada 1974-75 en la grada, jugando sólo amistosos. Curiosamente, pasaría del infierno al cielo en poco tiempo, ya que aquel 1975 haría el gol que le dio a Perú la Copa América de fútbol, contra Colombia, el gol más especial de su carrera, más que el del 0- 5 en el Bernabéu.
Cuando al fin pudo volver a jugar, ya no tenía ritmo, y había rumores de que se había enamorado demasiado de la noche barcelonesa, donde se hacía ver con un Ferrari amarillo que había comprado. "Era muy buena gente, pero no estaba" acostumbrado a tener dinero y se les gastaba deprisa. Iba mucho al club Las Vegas de la calle Aribau, donde cantaba Moncho”, recordaba hace unos años Minguella. decir muchas cosas, se exageró. ¿Qué era equivocado? se", admitía Sotil al ARA hace unos años. Después de dos temporadas muy flojas, en 1977 regresó a Lima, donde fichó por la Alianza, fue campeón de liga y recuperó la alegría sobre el terreno de juego. Él de hecho, siempre fue aficionado de la Alianza. la cita de 1970. Ese año, los peruanos fueron capaces de eliminar a las eliminatorias de clasificación a los argentinos con un épico empate en la última jornada en La Bombonera. Era la mejor generación que nunca ha jugado en Perú, donde Sotil siempre fue muy querido, aunque vivió a la sombra de Cubillas, ganando la Copa América de 1975 .Los últimos años tenía problemas económicos. De hecho, el Barça le había ayudado en diferentes ocasiones por última vez para estar en los actos del 125 aniversario del club.