La nueva vida de Iñaki Peña bajo palos con Hansi Flick
La exigente línea defensiva avanzada que plantea el alemán hace que el portero del Barça recorra una media de 6 km por partido
Barcelona"Puedes haber hecho un partidazo, estar ganando 3-0... pero si encajas un gol en el último minuto, en un córner en el que no tienes nada que hacer... ya te vas a casa con una sensación agridulce. Así es la vida del portero". Esta declaración, en conversación con el ARA, sale del corazón de la Ciudad Deportiva. Si para los delanteros marcar goles es su gasolina, para los porteros lo es dejar la portería a cero. Es una posición a menudo sujeta a las críticas y, en un equipo como el Barça, reservada para los mejores del mundo. "Que durante muchos años Víctor Valdés fuera el guardameta titular e Iker Casillas lo fuera del Madrid, dos porteros de la casa, es una anomalía. Los mejores clubs fichan a los mejores porteros", resuelve la misma fuente. Los números 1 del conjunto azulgrana y del club blanco actualmente son propiedad de Ter Stegen y Thibaut Courtois.
Por eso, pese a tener 25 años y convivir con el rol de suplente, Iñaki Peña sabe el valor –y la responsabilidad– que supone defender la portería del Barça después de la baja de larga duración de Ter Stegen. El pasado curso también fue titular durante tres meses, en los que disputó 17 partidos, por una lesión lumbar del alemán. El alicantino empezó con actuaciones solventes –especialmente contra el Atlético de Madrid con un paro decisivo a un disparo de falta de Memphis Depay en los últimos minutos–, pero la bajada general del equipo le convirtió en el flanco de muchas críticas. "Sabe controlar las emociones. No es de expresarlas demasiado. También cuando las cosas le van bien. Después de dejar la portería a cero en el Bernabéu, estaba tan tranquilo como si nada. Es una virtud tener ese carácter con su trabajo" ", resuelven desde el vestuario.
En el 0-4 ante el Real Madrid, Iñaki Peña hizo su mejor partido, pero también había cosas que mejorar. "Cuando la confianza está alta, es más fácil corregir cosas". ¿Cuáles son estas cosas? "El posicionamiento, la distancia respecto al balón, estar equilibrado...", parámetros clave en el rol del portero. Antes de la llegada de Víctor Valdés, los porteros recorrían una media de 5,5 kilómetros por partido en el Barça. Con Valdés se bajó a los 4,8 km. ¿Por qué? "Esto, para un portero, implica estar más pausado y más equilibrado y, por tanto, menos estresado a la hora de tomar decisiones". Pero con Hansi Flick y la línea defensiva tan avanzada que plantea, la media ha vuelto a subir.
Pese a que al aficionado le pueda parecer que a Iñaki Peña le cuesta salir de bajo palos, el alicantino mide una media de 6 km por partido. En cada enfrentamiento, tiene entre ocho y diez jugadas en las que debe salir al sprint, además de estar basculando en función de por qué banda atacará al rival. Con Xavi, esa media oscilaba entre los 4,8 y los 5,2 kilómetros. "Con Xavi, cuando teníamos el balón, el portero vivía sobre todo en el semicírculo del área. Con Flick, tenemos la defensa más avanzada y el portero debe bascular más. Tiene que estar fuera del semicírculo si el rival está orientando al ataque por la banda. Sobre todo por recibir los ataques de forma frontal y no en diagonal a la hora de salir y ofrecer una mejor respuesta corporal", exponen desde la Ciudad Deportiva.
Iñaki Peña, mantenerse titular pese a la llegada de Szczęsny
El análisis en vídeo es uno de los pilares para la corrección de los errores en los partidos, en los que las decisiones deben tomarse en milésimas de segundo. "Hay acciones en las que el portero no puede hacer nada para evitar el gol, otras que se pueden corregir y mejorar. También cuáles son las sensaciones y los impulsos que tiene para decidir tomar una decisión u otra: si da un paso adelante porque pensaba que un pase iría hacia esa dirección y quizás era mejor defender la posición por si recibía un disparo..." Todo esto se trabaja, junto con el físico, en el que la fuerza y la elasticidad son claves para el impulso en los paros. "Iñaki es de los que tienen mejores datos de fuerza de la plantilla. No debes perseguirla para que haga los ejercicios; al contrario, debes vigilarla para que no se pase con las cargas", dicen desde el vestuario.
El posicionamiento también es clave. Por eso hay porteros experimentados que, pese a que por la edad pierdan velocidad de rección o impulso, siguen teniendo un buen rendimiento porque saben cómo posicionarse. En el Barça, además, hay que añadir el juego con los pies. "Tenemos un modelo de juego definido que te ayuda a saber por qué ocurren las cosas en los partidos". Este curso, el alicantino ha encajado 7 goles en la Liga (todos desde dentro del área menos uno) en ocho partidos, ha dejado tres porterías a cero (entre ellas, en el Bernabéu) y tiene una media de dos paradas de mérito por partido, según los datos de la competición. En la Champions, ha encajado tres goles en tres duelos (dos contra el Estrella Roja y uno contra el Bayern), y tiene un promedio de un paro de mérito por partido. Con sus pies, tiene más de un 80% de acierto del pase. Aunque algunos errores le han penalizado, como en el último partido contra la Real Sociedad.
Sin embargo, el alicantino cuenta con la confianza de Flick, que siempre le ha tratado con mano izquierda. Cuando llegó Wojciech Szczęsny, el alemán no dudó. "Fuera se hizo mucho ruido, pero dentro lo teníamos claro". El fichaje también se explica porque si no el actual tercer portero, rol que se alternan Ander Astralaga y Diego Cochen, pasaría a ser el segundo y casi nunca jugaría (ahora pueden hacerlo con el filial), y se cortaría así la su progresión. Szczęsny, que ha entrado con muy buen pie en el vestuario, está casi a punto de alcanzar los parámetros que tenía antes de retirarse", según los datos que manejan en el cuerpo técnico. Que Iñaki Peña, que acaba contrato en el 2026 y al final de curso se analizará su renovación, siga de titular dependerá de su rendimiento. "No ha dado ningún motivo al entrenador para dejarlo en el banquillo", ha dicho. Szczęsny recientemente. Son los guardianes de la portería mientras Ter Stegen, que ya puede andar sin férula, continúa con su larga recuperación.