El nuevo descenso en los infiernos de Samuel Umtiti

BarcelonaSamuel Umtiti cerrará un 2024 por olvidar. Uno de los defensores mejor pagados del Barça en la última década y uno de los contratos altos más enquistados que provocó sudores fríos en el antiguo director de fútbol Mateu Alemany vive un nuevo descenso en los infiernos. Acumula casi un año (más de 340 días) sin jugar al fútbol. ¿El motivo? Los problemas cronificados que tiene en la rodilla izquierda, los mismos que le hicieron la coz después de firmar una suculenta renovación como azulgrana en el 2018 y que, pese a un pequeño paréntesis en el Lecce italiano en el curso 2022-23, han vuelto a apartarlo de los terrenos de juego. Ahora, como futbolista del Lille, no disputa ni un solo minuto desde el 21 de enero, en el que jugó los 90 minutos ante el modesto Racing Club de France en un partido de Copa. Por ello, pese a que su entorno ha declinado hacer declaraciones al ARA, que varias voces de Francia apuntan a que el futbolista se está planteando retirarse a 31 años.

Para el Lilla, como ya le ocurría al Barça pese a que ahora sean cantidades muy inferiores, el sueldo de un futbolista que acumula casi una temporada y media inédito también es una gran losa. Después de ampliar -hasta 2026- el último contrato en Barcelona para repartir los elevados costes de su sueldo en más años y gracias a una temporada decente en Italia, rescindió definitivamente su contrato como azulgrana en el verano del 2023. Se llevó un buen pellizco a razón de un sueldo acercaba a los 20 millones de euros brutos anuales. Con el Lecce, centrándose sólo en la disputa de la Serie A, fue titular en 24 de las 38 jornadas del campeonato italiano, cerrando la temporada completando los 90 minutos en los últimos diez partidos de la competición. Esto, y una temporada sin apenas lesiones -más allá de unas pequeñas molestias musculares en el muslo-, despertaron el interés del fútbol francés.

Umtiti también quería volver a Francia, después de un intento frustrado en el verano del 2022, antes de ir al Lecce. Bruno Génesio, su actual entrenador en Lille, de hecho le descartó para el Rennes por las "dudas sobre su condición física". El central acabaría yendo cedido -con el Barça asumiendo buena parte de la ficha- en Italia. Una temporada después, fue cuando Umtiti se desvinculaba definitivamente del Barça y conseguía regresar a Francia. El verano del 2023 firmó con el Lille para las dos próximas temporadas, hasta el 2025. Aquí empezaría un nuevo calvario, que no tardaría en llegar. El ex azulgrana inició el curso 2023-23 siendo suplente en la Liga, jugando sólo algunos minutos, pero como titular en la Conference League. Su penúltimo partido fue el 14 de diciembre y el último el 21 de enero.

Tras disputar estos últimos 90 minutos, se confirmaban los peores presagios: las molestias en la rodilla izquierda no remitían, todo lo contrario, se intensificaban. Pocas semanas después, Umtiti se sometió "a una artroscopia para extirpar un pequeño pedazo de cartílago", tal y como informó el Lille el pasado 16 de febrero. El entrenador de entonces, Paulo Fonseca, dijo a la prensa: "No sé cuánto tiempo no estará disponible. Quizá sea largo. Sinceramente, no lo sé y no prefiero comentarlo. Puede que tenga la oportunidad de volver a jugar, pero es difícil decirlo”. Desde esa operación que Umtiti ha desaparecido del mapa futbolístico. Incluso de las redes sociales: su última publicación en Instagram data de enero y es una fotografía vinculada a la moda. Su última publicación relacionada con el fútbol data del 18 de septiembre de 2023. El pasado agosto fue sometido a una segunda intervención en la rodilla.

El calvario de Samuel Umtiti con las lesiones

Umtiti aceptó intervenirse pese a que es una opción que siempre declinó cuando fue jugador del Barça, encadenando tratamientos conservadores. Tras el Mundial de Rusia que ganó con Francia en el 2018 nunca volvió a ser el mismo. Éste fue su último gran hito como futbolista y que llegaba pocos días después de conseguir que Bartomeu le firmara una renovación hasta el 2023 que significaba pasar a cobrar unos grandes emolumentos, a pesar de que ya entonces había un informe elaborado por el doctor Ricard Ciruela que desconsejaba hacerle un contrato largo porque no tenía bien la rodilla. Tras la Copa del Mundo, empezó el calvario de Umtiti y de un club obligado a pagarle un contrato que superaba los 10 millones de euros netos por temporada.

En sus siguientes cursos como azulgrana sólo participó en 15 partidos (1.268 minutos), 18 (1.316) y 16 (827), respectivamente: sólo 49 partidos en tres años. Antes del Mundial, Umtiti había disputado 83 enfrentamientos con el Barça en dos temporadas. La situación de Umtiti viene marcada por sus problemas en la rodilla, una articulación que decidió no operarse pese a la insistencia de los servicios médicos del Barça. Sufrió una artrosis localizada de origen traumático en la rodilla izquierda. Es decir, un problema articular que afecta al cartílago, que es el tejido amortiguador que evita que los huesos se froten entre sí. La ausencia o degeneración de este tejido causa dolor y dificulta el funcionamiento de la articulación. Tener el cartílago afectado es lo que le ha lastrado de poder competir con regularidad en el primer nivel.

El origen de los problemas de rodilla de Umtiti es una artroscopia a la que se sometió a 17 años, cuando jugaba en las categorías inferiores del Lyon, para extraerse el menisco. El postoperatorio y la recuperación tuvieron complicaciones que explican las reservas que el jugador haya tardado tanto en volver a entrar en el quirófano. Las infiltraciones que se hizo para disputar el Mundial, su físico ya no las toleró más. Es necesario añadir un factor médico más: la morfología arqueada de sus piernas aumenta los problemas. Pese a las largas sesiones en el gimnasio por tener un peso óptimo que le ayudaría, Umtiti nunca ha recuperado la regularidad. Por el momento, se plantea qué hacer con su carrera un mes después de cumplir 31 años.