Los números del Barça: deberes, oportunidades y soluciones
BarcelonaEl Barça sufre, desde hace varios años, la crisis económica más grave de su época contemporánea. Desde 2017, el club ha perdido casi 1.200 millones de euros en su negocio ordinario, excluyendo ganancias por la venta de jugadores y beneficios extraordinarios.
Este déficit monstruoso, combinado con la deuda más elevada del mundo del deporte, ha obligado a la institución a anticipar ingresos futuros (como la cesión de los derechos de televisión por 25 años a razón de 45 millones de euros anuales), a vender o renunciar a parte de su patrimonio (como Messi y Barça Studios, la división digital) y a endeudarse aún más.
Esta situación ha generado un descubierto estructural en la generación de caja, esencial para poder devolver la deuda y, al mismo tiempo, invertir, haciendo que año tras año el club se encuentre en el mismo punto inicial de este círculo vicioso.
¿Cómo podemos explicar a los no expertos las cuentas del club que deben aprobarse la próxima semana?
- Términos generales: Las cuentas anuales formuladas por la junta directiva reflejan claramente la gravedad de la situación estructural del club, evidencian la nefasta herencia recibida y los errores derivados de apuestas arriesgadas como el fallido caso Barça Studios. Pero, al mismo tiempo, aparecen brotes verdes que divisan una luz al final de la pesadilla económica que atraviesa la entidad, que, eso sí, piden un golpe de timón urgente en el modelo de gestión.
- Advertencia: Por primera vez en 14 años, los auditores han emitido una excepción relacionada con la puesta en equivalencia del valor del 51% que el club tenía en Bridgeburg Invest SL (conocida como Barça Studios). Esta valoración, cifrada en 208 millones, ha sido cuestionada por los auditores por el impago de algunos socios de la empresa. El auditor considera que no se puede mantener ese valor, lo que podría obligar a la junta directiva a volver a formular las cuentas.
- Solvencia: El club sufre un patrimonio neto negativo (activos menos pasivos) de 94 millones de euros. Esta situación para cualquier otra empresa sería crítica e insostenible. Sin embargo, en el caso del Barça, esta realidad no es así por tres razones: los jugadores de La Masia, con un valor incalculable, no están contabilizados como activos; el valor de la marca, que le permite obtener financiación a pesar de su delicada situación financiera, y su capacidad prácticamente ilimitada para generar ingresos.
- Resultado del ejercicio: El Barça ha incumplido el presupuesto porque ha perdido 91 millones, penalizado por los impagos en Barça Studios. Sin embargo, ha generado un resultado de explotación positivo de 12 millones, fruto del beneficio por la venta de jugadores en 81 millones, algo que no se puede mantener en el futuro porque el Barça, en busca de los mejores jugadores del mundo, siempre escasos, nunca puede depender de esta partida para su negocio ordinario.
- Ingresos: El club ha sufrido el exilio en Montjuïc. Tanto taquillaje como museo y tienda han sufrido un descenso de más de 90 millones brutos. La buena noticia es el comportamiento comercial en general, capitaneado por BLM (la venta al por menor de artículos del club), La Masía comercial, que con 107 millones de ingresos le genera una ventaja competitiva respecto a la competencia de los clubs-estado. Los planes de crecimiento de BLM, el futuro contrato con Nike y la vuelta al Camp Nou presagian un escenario estable al respecto.
- Gastos: Pese a estar excedido en el límite salarial, el club ha reducido considerablemente el coste de la plantilla fruto del vencimiento de muchos contratos heredados, del estricto control económico de la Liga y de una buena gestión en este ámbito. Sin embargo, el club continúa con un gasto no deportivo muy elevado y necesita seguir remando.
- Deuda: Se convierte en la principal debilidad de la institución: 2.700 millones de deuda bruta incluyendo el Espai Barça, que son 2.200 millones descontando la tesorería. Los vencimientos se prevén impagables si el club no es capaz de darle la vuelta a la situación y empezar a generar beneficios y mucha caja libre.
¿Existe salida a esta situación sin poner en riesgo el modelo de propiedad? Sin duda, pero el tiempo se agota.
A la espera de la vuelta al nuevo Camp Nou, que deberá generar ingresos adicionales más allá de la devolución de la deuda y los intereses, el club necesita:
a) Acertar en su política deportiva, manteniendo la apuesta por La Masia.
b) Dar la vuelta al modelo de gestión del negocio.
c) Aplicar medidas inmediatas como reestructurar la deuda, aprovechando la coyuntura económica actual (aunque ya vayamos tarde), mejorando los tipos de interés y los plazos para generar caja. Asimismo, potenciar la parte digital, convirtiéndola en un pilar fundamental para multiplicar la relación con los socios y fans en todo el mundo, con un impacto transversal en otras áreas del negocio y, al mismo tiempo, revertir el valor de este activo en el balance.
Marc Ciria es financiero, socio fundador y presidente ejecutivo de Diagonal Asset Management (SGIIC), una sociedad gestora regulada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Socio del FC Barcelona.
Iván Cabeza es economista, socio fundador de Laudem Partners y profesor en la Facultad de Economía y Empresa de la Universitat de Barcelona (UB). Socio del FC Barcelona.