El postre preferido de Pedri: los apuntes en caliente del Sevilla-Barça
Nueva demostración de fuerza del equipo azulgrana, que ya ha dejado atrás la crisis en la Liga


BarcelonaVictoria convincente del Barça en el Sánchez Pizjuán ante un Sevilla que solo inquietó en la primera mitad. A continuación, unos apuntes en caliente.
La Liga se pone interesante. Ya puede volver a decirse que el Barça depende de sí mismo para ganarla. En sólo dos puntos, tres contendientes. Y de estos tres, el azulgrana es quien mejor juega. Los goles de Lewandowski, siempre puntual en su especialidad, no explican esa máxima. Tampoco el puñal entre los dientes de Raphinha, el futbolista más decisivo de Europa, marca el estilo de este elenco tanto como la varita mágica de Pedro González, Piedra. No hay en la competición ningún centrocampista más incidente que el canario, que en Sevilla repartió dos rosquetas –postres típicos de su tierra– para que el marcador sonriera a los suyos. El 0-1 y el 1-2 tuvieron esa patente. Que no pare.
El chafaguitarras polaco. Algún día se sabrá la verdad de lo ocurrido en la portería del Barça. En Arabia Saudí, un retraso de Iñaki Peña entregó la titularidad a Szczesny y desde entonces el polaco lo ha disputado todo, salvo un partido de Copa que se perdió porque estaba sancionado y el desplazamiento a Getafe. "El Tek es el número uno", sentenció Flick antes de golear el pasado jueves en Mestalla. La frase llegó al vestuario, donde se sospecha que no solo existen motivos deportivos para el ostracismo de Peña. Mientras, el Tek va sumando minutos de rodaje y en el Pizjuán reaccionó para frustrar uno de los goles de la temporada en Lukebakio. Hubiera sido el 2-1.
De nuevo en la foto. En Sevilla, Flick estrenó dupla defensiva. Araujo e Iñigo Martínez, que se conocían del pasado ejercicio, fueron titulares en el eje por primera vez con el alemán. Sin embargo, la experiencia duró poco, porque el uruguayo se averió en el 22' por una durísima entrada de Saúl. Cubarsí, que debía rotar algún día, tuvo que entrar en el rescate de un equipo que, con Araujo en sus filas, tiene menos recursos para salir desde atrás y sufre para echar la línea de fuera de juego con el riesgo que exige el técnico. El 1-1 de Vargas llegó en un desmarque que el charrúa habilitó por centímetros. Y el 1-3, obra de Raphinha, llegó a pase de Cubarsí. Detalles poderosos.
Es muy difícil, incluso con el VAR. El Sevilla-Barça fue un partido tenso. En el palco del Pizjuán, Laporta y Yuste exhibieron bastante tirantez con un club que les tiene jurada en los despachos. Y en el césped, el duelo fue rico en jugadas polémicas. Aparte del gol de Vargas concedido por los centímetros del fuera de juego semiautomático, los locales pidieron un penalti sobre Sow que podría haberse señalado y Hernández Hernández expulsó a Fermín por una fuerte segada a instancias del VAR. Lo siento, mi conclusión, más que alimentar el ruido, es que arbitrar es de las tareas subjetivas más difíciles que existen. No puedo aportar demasiado al debate. Salvo las fuerzas de juego, son decisiones basadas en la interpretación. Un día coincidiré, otro disentiré.