Sergi Roberto: una renovación pendiente del quirófano

BarcelonaEl Barça no levanta cabeza con las lesiones. Este miércoles se ha confirmado el peor pronóstico para Sergi Roberto, que estará cuatro meses más de baja por culpa de un desgarro mal curado en el recto femoral de la pierna derecha. A pesar de que recibió el alta médica hace dos semanas e incluso fue convocado al derbi contra el Espanyol, el futbolista de Reus ha recaído y tendrá que pasar por el quirófano. Lo operará el experto finlandés Lasse Lampainen, el mismo que ha intervenido a Ousmane Dembélé cuando ha tenido problemas musculares severos. Tanto el entorno del jugador como los servicios médicos culés lamentan la reincidencia de una lesión que ya lo llevó a perderse más de veinte partidos la temporada pasada. El contratiempo también supone un inconveniente para Xavi, que contaba con Roberto, y abre (todavía más) las puertas a Dani Alves, que con 38 años se postula para jugar de titular en el lateral derecho, una posición que genera quebraderos de cabeza al nuevo entrenador del Barça.

De hecho, cuando volvió a su club, Xavi fue claro con la situación de Roberto. Consciente de que su renovación se había congelado, dio instrucciones para que se reactivaran las conversaciones. Tanto, que se programó una reunión el pasado jueves entre el agente del jugador y Mateu Alemany para desencallar el asunto. Finalmente, el encuentro no se celebró, pero la intención era hacerlo esta semana. Ahora, con la confirmación de que el jugador estará de baja como mínimo hasta marzo, las partes quieren esperar a ver el resultado de la operación para retomar las negociaciones. Con todo, desde la parte del futbolista tienen claro que esta circunstancia debilita todavía más su posición, reticente hasta el momento a aceptar una rebaja salarial superior al 30% tanto para lo que queda de contrato vigente (hasta el 2022) como para los dos ejercicios de ampliación previstos (hasta el 2024). Roberto quería demostrar su utilidad a las órdenes de Xavi para justificar una renovación que siempre ha deseado, pero la realidad lo llevará a negociar sin argumentos deportivos, en solitario y desde el gimnasio, rezando para que los recuperadores y los médicos acierten de una vez el diagnóstico y el pronóstico de su lesión.

Lesiones que cuestan millones

El de Roberto es un ejemplo más de la mala puntería que ha habido los últimos meses en el tratamiento de determinados problemas físicos. El caso más mediático lo protagonizó Ansu Fati, que tuvo que ser intervenido cuatro veces de una lesión en el menisco y acabó en manos de dos fisioterapeutas externos al club, en Madrid. El hispanoguineano acabó poniendo la recuperación en manos de su agente, Jorge Mendes, que tiró de agenda para no perder más tiempo. La temporada pasada también hubo malos diagnósticos con Araujo, que estuvo de baja más semanas de las previstas por un esguince de tobillo, y con Pedri, al que se dio por lesionado cuando en realidad solo tenía una contusión. En el curso presente, al canario le ha pasado justo lo contrario: reapareció antes de tiempo en un partido de Champions en Lisboa y, debido a una recaída en el cuádriceps, no volverá a jugar hasta el 2022.

Para contener esta deriva, Xavi pidió justo al aterrizar en el banquillo la vuelta de Ricard Pruna, ex médico del primer equipo que se marchó del club hace catorce meses por profundas desavenencias con Ramon Canal, todavía hoy jefe de los servicios médicos del club. El nuevo entrenador también ha dado luz verde a la salida de Juanjo Brau, responsable de los recuperadores que en verano estuvo a punto de saltar por la presión de los jugadores, y a la marcha de Lluís Til y Xavi Yanguas, los dos médicos que han acompañado al primer equipo en los últimos meses.