La tremenda limpia de Mateu Alemany en el Barça tiene luces y sombras

BarcelonaEl socio del Barça ha conocido esta semana gracias a un teletipo servido por la agencia Efe que el club ha reducido la masa salarial del primer equipo masculino de fútbol hasta los 404.709.155 euros. Con una exactitud que parece extraída de un excel, ha trascendido que el gasto proyectado entre sueldos y amortizaciones es 161.751.612 euros menor que el de hace apenas un año, cuando la partida se elevaba hasta los 566.460.767. Según la misma fuente, los casi 405 millones comprometidos hoy para costear la plantilla que dirige Xavi Hernández suponen un 54% de los ingresos de la entidad de acuerdo con los ratios de cálculo de la UEFA, cuya normativa de control económico es más laxa que la Liga. El pasado verano el mismo porcentaje se situaba en el 73%.

Los números publicados, que el Barça normalmente contaba en rueda de prensa o en encuentros con periodistas días después del cierre del mercado de fichajes, tienen principalmente a un responsable: Mateu Alemany, que desde esta semana está sin trabajo después de terminar una aventura de dos años y medio al frente de la dirección deportiva blaugrana. El ejecutivo mallorquín abandona la nave con el trabajo realizado y los vaticinios cumplidos. "Yo no soy lo más indicado para hacer un nuevo Dream Team, pero sí para limpiar este vestuario", dijo con el micrófono apagado en el acto de campaña electoral en el que Joan Laporta contó con su apoyo. 30 meses mal contados después de ese comentario medio en broma, el primer equipo ha renovado los liderazgos y es más sostenible.

La prueba más contundente de esta gran revolución por capítulos es que solo seis futbolistas de la plantilla que resultó después del primer mercado de fichajes con Alemany como jefe de operaciones conservan la taquilla en Sant Joan Despí: Ter Stegen, Sergi Roberto, Ronald Araujo, Pedri González, Frenkie de Jong e Iñaki Peña. El resto de integrantes de ese equipo, incluido el técnico Ronald Koeman, que fue destituido en octubre de 2021 por los malos resultados, han acabado marchando por distintas circunstancias.

El tijeretazo de este verano nace de las salidas de Griezmann, Piqué, Trincao, Jordi Alba, Nico González, Kessie, Dembélé, Dest, Lenglet, Umtiti, Ansu Fati, Eric Garcia y Abde. Todos ellos tenían contrato en vigor más allá del pasado 30 de junio y mediante operaciones de traspaso, cesión o rescisión han generado un ahorro de 212.771.159 euros, sumando salarios y amortizaciones. Mientras, el gasto proyectado con las 5 incorporaciones que el Barça ha firmado este verano corresponde a menos de una cuarta parte de esa cifra. Oriol Romeu, Ilkay Gündogan, Joao Félix, Joao Cancelo e Iñigo Martínez suponen 50.562.711 euros, básicamente en sueldos, ya que Romeu es el único que arrastrará amortización (muy escasa, de 1,3 millones anuales). El contraste es evidente. Y, de postre, las operaciones de los últimos meses dejan 81,5 millones en concepto de traspasos, si bien el de Griezmann, que es el más alto (20 kilos), genera pérdidas contables.

Pero esta acumulación de buenas noticias a nivel económico tienen letra pequeña, casuística y un punto de improvisación sobre la marcha. A continuación, las explicaciones.

La idea de Laporta era recuperar a Leo Messi

El barrido de Alemany en el vestuario es un hecho consumado, pero tiene un punto de partida muy traumático para el barcelonismo y también para Laporta: Leo Messi. Entre lágrimas y a regañadientes, el astro argentino tuvo que marcharse al París Saint-Germain porque el club de su vida no podía permitirse su continuidad. Dos años después de aquella mayúscula decepción, las partes se reconciliaron para intentar un last dance en Montjuïc. En ambos casos, el director de fútbol, consciente del agujero económico del Barça, levantaba las cejas hacia el optimismo del presidente, que si ahora celebra la higiene salarial es en parte porque no debe pagar la ficha del mejor jugador del planeta y tampoco la de los dos inseparables que le acompañan hoy en el Inter Miami: Busquets, que habría renovado, y Jordi Alba, que tenía contrato hasta el 2024.

Plantilla corta y deberes por hacer

Los 404,7 millones de masa salarial son para pagar una plantilla con 19 efectivos, la más corta de los últimos 30 años. El Barça no tiene todas las posiciones dobladas y se beneficia de la irrupción de Lamine Yamal y Fermín López, dos jóvenes de bajo coste que están llamados a tener bastante presencia en el primer equipo, y también de la interinidad contractual de Joao Félix y Joao Cancelo, dos cedidos que, si despuntan, obligarán al club a empezar negociaciones con el Atlético de Madrid y el Manchester City si quiere adquirirlos en propiedad.

Si los dos portugueses acaban quedándose, cobrarán más de lo que tienen comprometido este año. Sobre todo el ex colchonero, que este año percibirá sólo 400.000 euros brutos del Barça. Pero eso solamente ocurrirá si rinden esta temporada. En cambio, la renovación de Xavi y su staff, que ya está ameritada, pactada y pendiente de anunciarse, sí elevará la factura salarial. Lo mismo que la llegada de Vitor Roque, que está prevista para enero y sumará otra ficha por pagar.

El Barça seguirá excedido: ¿por qué?

Pese al espectacular recorte salarial en el primer equipo de fútbol, todo apunta a que el Barça seguirá excedido en los cálculos del fair play financiero de la Liga y que necesitará ahorrar más de lo que quiera registrarse para operar en el mercado. Esta será la condición para albergar el nuevo contrato de Xavi, la regularización definitiva de Gavi, que si juega con dorsal del primer equipo es en virtud de una cautelar, y también el alta de Vitor Roque. Las estrecheces por inscribir, salvadas hace unos días con un aval y pagarés por valor de 12 millones, no desaparecerán. Deco, heredero de Alemany en los despachos, tendrá el mismo problema.

¿Pero por qué? ¿Cómo es que ni ahorrando cómo se ha ahorrado el límite salarial dejará de hacer la coz? La explicación reside en los ingresos del Barça, que se mantienen por debajo de los niveles previos a la pandemia y que en el ejercicio 23-24 tendrán dos inconvenientes añadidos: el exilio en Montjuïc, que abrirá un agujero de cerca de 100 kilos únicamente en matchday, y también el resto de un 25% de los derechos televisivos de la Liga fruto de la venta en Sixth Street del pasado verano. Además, para calcular el fair play es necesario tener en cuenta el filial, el juvenil, el femenino y las secciones profesionales.

A pesar de las medidas tomadas, las previsiones no son del todo alentadoras. Y todo ello con el grueso del crédito del Espai Barça, que no se firmó con las mejores condiciones, aparcado hasta el 2026.