Copa del Rey

Un triunfo solvente para olvidar un rato el desbarajuste de los despachos (0-4)

El equipo de Flick, con rotaciones, no falla en el campo del Barbastro y debuta en la Copa con una goleada

Lewandowski, celebrando el 0-2 en el campo del Barbastro
04/01/2025
4 min

BarcelonaEl Barça necesita que el balón vuelva al centro del debate. Que se hable del juego y si es posible victorias, aunque sea en el campo de un equipo de Segunda RFEF como el Barbastro, para tapar las vergüenzas del club aunque sea durante unas horas. En una fría noche de enero, Hansi Flick se encargó de alegrar la cara a los barcelonistas con un triunfo solvente al debut en la Copa del Rey. Una buena noticia tras unas estrambóticas vacaciones de Navidad, con un regalo de Reyes adelantado: ver jugar 10 minutos al joven de 16 años Toni Fernández, el nuevo talento de una Masía que nunca falla.

Si La Masia da sus frutos, el club es como la ciudad de Nueva York: nunca se duerme y por sus calles conviven héroes y empresarios que, de tan ambiciosos, se pican los dedos. En el Barça se negocian avales de madrugada y operaciones el 31 de diciembre. Es un club tan grande que en muchas ocasiones llega el partido y los aficionados casi han olvidado que tocaba jugar en Barbastro, pendientes como estaban de Dani Olmo, Heurtel, Laporta y la famosa norma 1:1. Tras ver cómo el serial de Dani Olmo y Pau Víctor dejaba a Laporta con su prestigio bien manchado, le tocaba a Hansi Flick intentar levantar la moral de la tropa y dar un poco de aire a la entidad. Durante 90 minutos, el Barça pareció un club serio.

Por suerte, el primer partido del año estaba en el mismo campo donde hace un año ya se había ganado, en el norte de Aragón. Pero si hace un año se jugó con fuego, Flick no estaba dispuesto a aceptar mal partido. El técnico alemán supo enchufar al equipo pese a las rotaciones. Parecía que los jugadores eran los primeros con ganas de perseguir el balón, después de estas extrañas vacaciones. Nada une más que las malas noticias, a veces. Y el Barça entendió qué hacer para convertir el partido en un trámite. Flick, que había dado descanso a Raphinha pensando en la Supercopa, hizo jugar a Lewandowski para ver si recuperaba el olfato goleador perdido a finales del 2024. Era un Barça bien distinto al de la primera parte de la temporada, sin extremos que atacan al espacio. Parecía un equipo casi todo nuevo si no fuera por Iñigo Martínez, Pedri, Lewandowski y un Jules Kounde que lo juega absolutamente todo.

El debut de Szczesny

El resto del equipo, lleno de novedades, empezando por la portería, donde se estrenaba el polaco Szczesny. Sin Lamine Yamal y Raphinha, el Barça buscaba jugar por dentro con Pedri, Pablo Torre y Fermín, sin abrir tanto el campo. El duelo era también un test para Ronald Araujo, haciendo de central en lugar de Cubarsí. No tendría mucho trabajo. Ni él, ni el veterano Szczesny.

Inicialmente, el uruguayo intentó casi siempre encontrarse con De Jong, que iba arriba y abajo por el carril central. Puesto que Pedri estaba tapado por dos jugadores aragoneses, era el neerlandés quien intentaba poner luz al juego. El guión, de hecho, era lo suficientemente previsible: el Barbastro se cerraba con un 5-4-1, intentando lanzar alguna contra, pero con la única prioridad de ir pasando minutos sin encajar ningún gol. El plan no acabó de salir bien, ya que sin hacer nada del otro mundo el Barça tenía ganas de terminarlo todo. Arnau, el portero catalán del Barbastro, evitó el gol de Araujo al cabo de 20 minutos con un gran salto, pero un minuto después ya no pudo evitar el cabezazo de Eric Garcia que significaba el 0-1. El de Martorell, después de unos días en los que se hablaba de una posible salida del club, jugó un pedazo de partido.

Y el Barça, en lugar de relajarse, siguió con el balón y un alto ritmo. A partir de la primera media hora de juego, Pedri y Pablo Torre fueron encontrando espacios jugando al ritmo del canario. El Barbastro, al ver cómo Pedri controlaba el ritmo del partido, entendió que no tenía nada que hacer. Y ya antes del descanso llegó el segundo gol gracias a un nuevo cabezazo, en este caso de Lewandowski, tras un precioso centro de Pablo Torre, con la ayuda de un defensa.

El partido estaba bien encaminado, así que Flick dio descanso a Pedri en el descanso e hizo entrar a Gavi. Y en 90 segundos de la segunda parte, Lewandowski ya había marcado el 0-3. Al polaco le hacía falta volver a marcar, como le hacía falta al Barça un triunfo solvente, con Pablo Torre marcando el cuarto gol después de un fallo del portero local. El Barbastro, que había perdido a Jaime Ara por un fuerte golpe en la cabeza que le dejó sin conocimiento, ya era un juguete en masía de un Barça que empezó a hacer cambios ya relajarse un poco. Una actuación impecable, sin sustos, aunque habría ido bien un gol de Fermín o Ansu, para levantar la moral de estos jugadores. Pequeños detalles en un buen partido del Barça. Cierto es que la cita importante estos días es la Supercopa, pero el equipo de Flick, a diferencia de la directiva con el caso Olmo y Pau Víctor, no dejó los deberes para el final en el partido. Un instante de paz en medio de un inicio de año en el que todavía deben pasar muchas cosas.

  • Barbastro: Arnau (Víctor Méndez, 84'); Hugo, Arroyo, Isra, Jaime Ara (Marc Prat, 54'), Sito; Javito (Jurgi, 78'), Santigosa; Albin, Ander (Gaston, 54') y Guille Alonso (Manu Castillo, 78'). Entrenador: Dani Martínez
  • Barça: Szczesny; Kounde (Sergi Domínguez, 61'), Araujo, Iñigo Martínez, Gerard Martín (Pau Cubarsí, 61'); Eric Garcia, Pedri (Gavi, 46'), De Jong; Pablo Torre (Toni Fernández, 80'), Lewandowski (Ansu Fati, 61') y Fermín. Entrenador: Hansi Flick.
  • Goles: 0-1 Eric Garcia (21'), 0-2 Lewandowski (31'), 0-3 Lewandowski (46'), 0-4 Pablo Torre (56')
  • Árbitro: Isidro Díaz de Mera Escuderos (Castilla y La Mancha).
  • Tarjetas amarillas: Guille Alonso (43'), Lewandowski (51')
  • Tarjetas rojas:
  • Estadio: Municipal de Barbastro, 7.000 espectadores.
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