John Neeskens: "Aún no me creo que mi padre esté muerto"
El futbolista jugará por primera vez en los Países Bajos, donde tiene sus raíces y donde siempre había querido jugar
Difícilmente John Neeskens (Tulsa, Oklahoma, 1993) olvidará este curso. El futbolista, hijo de Johann Neeskens, ha vivido un año excepcional en el ámbito profesional con el histórico ascenso de Europa a Primera RFEF y su reciente fichaje por el FC Eindhoven, de la Segunda División holandesa. Pero en el personal ha sufrido una sacudida que todavía le cuesta asimilar: la muerte súbita de su padre en octubre a los 73 años después de sentirse indispuesto: "Fue uno de los peores días de mi vida, por no decir lo peor. No podía creerlo, y todavía hay momentos en los que pienso que no es posible; fue un duro golpe que arrastro". Aún se le pone la piel de gallina cuando recuerda cómo los jugadores del Europa y la afición escapulada corearon su nombre al final del primer partido que el equipo de Gràcia jugó en el Nou Sardenya tras el trágico fallecimiento. "La afición de Europa es una de las mejores de Catalunya y este es un momento que quedará para siempre grabado en mis pensamientos", dice emocionado.
Pese a la estima que siente por el conjunto de la Vila de Gràcia, donde aterrizó esta temporada procedente del Terrassa, Neeskens ha decidido hacer las maletas hacia los Países Bajos. "Me hubiera encantado seguir en Europa pero surgió la opción de jugar en Países Bajos, donde tengo mis raíces y donde siempre había querido jugar", explica. Sabe que ahora los medios neerlandeses se fijarán en él porque su padre, que ganó tres Copas de Europa con el Ajax y dos subcampeonatos del Mundo con la selección, es uno de los grandes referentes futbolísticos del país junto a Johan Cruyff.
¿Pero cómo lleva ser el hijo de un mito del fútbol? "Con mucho orgullo, ya que en todo el mundo, en todos los países en los que he jugado, la gente siempre tiene palabras de cariño hacia él y eso es muy bonito", señala orgulloso. En este sentido, asegura que no le pesa esta mochila: "Desde pequeño estás en el punto de mira para tener un padre que fue de los mejores del mundo, pero es un orgullo poder representar mi apellido allá donde he jugado. No me pesa por nada sino todo lo contrario, lo luzco dando siempre lo mejor de mí".
Tanto su padre como su madre, desde muy pequeño, le han transmitido valores como el esfuerzo o el trabajo e intentar dar siempre lo mejor de sí mismo aunque las cosas no salgan como un vuelo: "Cuando era pequeño y jugaba con mi padre a fútbol, nunca se dejaba colar un gol cuando le chutaba, y además me decía que me decía. llegaba". Entonces no lo entendía y se enfadaba, fruto de su propia frustración, pero con el tiempo aquellos partidos de costillada han servido a Neeskens para superar los obstáculos que te pone la vida. "La vida te pone constantemente a prueba", subraya.
A pesar de nacer en EEUU, Neeskens ha crecido y ha vivido gran parte de su vida en Barcelona, y se ha formado en la DAMM. Ha jugado mayoritariamente en Catalunya, en diferentes equipos, como el Sant Andreu, el Badalona, el Gavà, el Santboià, El Prat o el Lleida, pero el futbolista también volvió a atravesar el atlántico para jugar en la liga estadounidense. Allí llegó a jugar en la primera división (MLS) con el Colorado Rapids en la temporada 2014-2015. Al año siguiente haría las maletas hacia Nueva York para jugar en New York Cosmos, donde había jugado su padre, donde compartiría equipo con el ex madridista Raúl González y con Marcos Senna y donde se proclamaría campeón de la Segunda División (NASL). LA Galaxy y Miami han sido los otros equipos de EEUU en los que ha jugado Neeskens, que incluso lo ha hecho en la Primera División de Eslovaquia, con Trencin, en el 2020.
"Para mí ha sido un regalo poder disfrutar de lo que más me gusta en tantos equipos y países diferentes", dice, trae. El fútbol es su pasión, y él, a diferencia de la mayoría de jugadores no profesionales, ha podido vivir de ese deporte. "He tenido la suerte de poder vivir de lo que más me gusta y por eso soy un afortunado", reconoce. Aunque quiere alargar su carrera como futbolista todo lo posible, Neeskens ya se está sacando los cursos UEFA para poder ser entrenador cuando cuelgue las botas. "Ya he traído equipos de infantiles y cadetes y les he intentado transmitir todo lo que he aprendido para ayudarles a conseguir hacer realidad su sueño", explica. Él ya lo ha logrado.