El Girona hace el pardillo en Las Palmas
El equipo canario aprovecha una inferioridad provisional de los gerundenses, que acaban frustrados y con otro lesionado
GIRONAPor una vez que el Girona tenía, más o menos, un partido encarado en la Liga, en el que dominaba, coleccionaba ocasiones e incluso podía enfadarse por un polémico gol anulado a Van de Beek, se disparó un disparo en el pie solo. Fue al límite del descanso de la derrota en Las Palmas (1-0), cuando la comodidad se estropeó tras una acción concreta, que desató el caos. Alejandro Francés se rompió, añadiéndose a la inacabable lista de lesionados. Pero en vez de ser lo suficientemente hábiles para detener el tiempo hasta que el cambio se pudiera hacer efectivo, los que fueron inteligentes fueron los canarios, que pusieron el balón deprisa en juego y marcaron por la zona que ocupaba el defensa, entonces vacía, pese a que Van de Beek corrió atrás intentando llegar a ella. En resumen, que Míchel se quejaba, por lo que vio incluso la amarilla, al considerar que era el árbitro, muy riguroso a lo largo de la tarde, quien había generado esta situación. Y también se quejaban el delegado, Javier Galiano, absolutamente desesperado porque el cambio estaba pedido pero Quintero González le había desautorizado. Y mientras Álex Muñoz celebraba su volea, imposible para Gazzaniga.
Y los puntos siguen volando tras la segunda derrota consecutiva en el campeonato, que mantiene al equipo en la zona media-baja, mucho más cerca del descenso que de la tranquilidad. Con un rosario de bajas que lleva días preocupando, con bastantes jugadores cogidos con pinzas –Blind fue suplente y Yangel no jugó para no forzar, no fuera caso–, y con los chavales de la cantera dando la cara, como los casos de Selvi y Papa, que vivieron su bautizo.
La falta de Miovski
Impulsado tras la primera victoria en la Champions, una competición que quizás acabará estorbando –y el miércoles comienza la Copa– pero que por ahora sirve para reforzar un estado de ánimo demasiado frágil, el equipo tuvo Van de Beek l agitador de un inicio en el que mereció marcar algún gol. Pero entre que el potencial ofensivo actual cuesta ver y que el ex azulgrana Cillessen estuvo muy inspirado, no hubo nada que hacer. Todo habría cambiado, seguro, si el colegiado no hubiera invalidado un gol de Van de Beek por una hipotética falta previa de Miovski. El macedonio sólo tuvo un pequeño contacto con su defensor, suficiente para que éste cayera al suelo exagerando los gestos. Estuvo vivo, claro. También cabe señalar que en caso de haber subido al marcador, el VAR habría dicho la suya, porque según antes no queda claro si Misehouy controla el balón dentro del campo o si sale por la línea de banda. Pero la polémica no fue esa.
Arnau y Miguel gozaron de una doble oportunidad, aún con 0-0. Fue el último intento gerundense de desequilibrar el duelo a su favor, porque después vino el infortunio de Francés, la falta de entendimiento a la hora de hacer la sustitución, y el gol local. El segundo tiempo fue de pura impotencia, y Juan Carlos, el portero suplente, y David Porcel, el preparador físico, acabaron expulsados por llamarlo gordo desde el banquillo. Todo ello un desastre.
- Las Palmas: Cillessen, Viti (Mika Mármol, 85'), Álex Suárez, McKenna, Álex Muñoz, Essugo, Campaña (Javi Muñoz, 59'), Manu Fuster (Sandro, 59'), Kirian (Mata, 85'), Moleiro y Fábio Silva (McBurnie, 70'). Entrenador: Diego Martínez.
- Gerona: Gazzaniga, Francés (Papa, 43'), David López, Krejci, Miguel, Arnau (Minsu, 94'), Selvi (Blind, 66'), Misehouy, Van de Beek, Danjuma y Miovski. Entrenador: Míchel Sánchez.
- Goles: 1-0 Álex Muñoz (42').
- Árbitro: Quintero González (Comité Andaluz).
- Tarjetas amarillas: Campaña (21'), Míchel (43'), Essugo (47'), Van de Beek (72'), Blind (87'), Arnau (91'), David López (92'), Mata ( 95'), Krejci (96') y Sandro (97').
- Tarjetas rojas: Juan Carlos (78') y David Porcel (94').
- Estadio: Gran Canaria, 21.506 espectadores.