El 'hype' del Girona: cuando los Beatles y un zumo de naranja sirven para lo mismo

GIRONAQue un club anuncie que debe fichado Pau o Pedro hasta ics año y ya no funciona. Los nuevos tiempos exigen formas de hacer diferentes a un pasado que ha quedado anticuado. Antes, las entidades se limitaban a publicaciones sencillas para contar lo que querían decir. Ya está, nada más. Actualmente, se rompen la cabeza en busca de una creatividad y originalidad que les facilite un retorno, sea de prestigio de marca, o en forma de clics. El Girona, que recibe este jueves a Osasuna en Montilivi (19 horas, Movistar), y de forma paralela descubrirá a sus rivales en la Liga de Campeones, no es una excepción.

Desde hace unos años, los gerundenses han sorprendido positivamente con la conducta en las redes sociales cuando se trata de hacer oficial una operación. El último de sus fichajes, Yáser Asprilla, el más caro de la historia, fue divulgado con un vídeo en el que el narrador catalán de DAZN Miguel Ángel Román le daba la bienvenida simulando a un Girona-Arsenal de Champions en un videojuego.

"Una narración de Champions. Un equipo de Champions. Un fichaje de Champions. ¡Vamos a jugar, Yáser!", pió el club, que inmediatamente captó el impacto: en unas horas había pulverizado las visualizaciones récord de la entidad. El Girona está llegando a públicos que no tenía, y se les está quedando. Está fidelizando una audiencia cada día mayor.

"El hecho de entrar en otra dimensión deportiva, con la estabilización en Primera, la presencia en la Champions y el gran año pasado que hicimos, también nos obliga a ir más allá, porque nos ve mucha gente y tenemos que aprovechar el momento", dicen desde el área de comunicación del club, que en los últimos años ha doblado esfuerzos con la contratación de personal. La estructura interna del Girona creció con el primer ascenso a Primera, en el 2017, pero el descenso, los no ascensos y la pandemia lo hicieron insostenible, provocaron despidos y hubo que trabajar con pocos recursos. Ahora, con mayor medida y precaución, está volviendo a crecer, porque el trabajo se ha multiplicado de repente exponencialmente.

"Siempre le damos mil vueltas. Buscamos potenciar los detalles diferenciadores, en sintonía con el trabajo que se hace en todas las áreas. Aquí se apuesta por la calidad antes que la cantidad. No hace falta hacer quinientas cosas, preferimos hacer pocas, pero que trasciendan", añaden, en una conversación con el ARA. En Montilivi confiesan que también estudian cómo lo hacen los demás rivales de la Liga, para evitar posibles repeticiones, y para aprender nuevas estrategias. Diferencian entre renovaciones y actos con los futbolistas existentes en la plantilla, "siempre, con alguna excepción, bien predispuestos, y es bastante más fácil de trabajar porque ya los tienes aquí", que con los nuevos fichajes, para los que es necesario tomar una decisión "deprisa y ágil en muy poco tiempo", con la imprevisibilidad de desconocer si el jugador en cuestión podrá participar activamente.

"Hay clubs que esperan a anunciar nada hasta que no tienen al jugador físicamente allí, y pueden grabar clips o hacer las acciones que consideren. Nosotros no tenemos un plan estricto: a veces podemos, pero otras no .Hay muchas variables, si Quique o Míchel lo reclaman, los horarios, las obligaciones... Lo hacemos como podemos, pero tenemos claro que hay que conseguir algo con cara y ojos, que llame la atención, guste y represente quiénes somos ", defienden.

Anuncios de época

Por poner ejemplos recientes, más allá de Asprilla, para el que utilizaron el gancho de Jhon Solís, también colombiano, para crear hype (interés) en las redes, con mensajes insinuantes que hierven la olla y crean atención, el Girona anunció la renovación de Blind, con el jugador haciendo un zumo de naranja y el lema "te queremos exprimir hasta el 2026"; la de Arnau, con el jugador perfilando el diseño gráfico de su propia creatividad; el fichaje de Pau López, con un corte de Míchel de la noche antes donde se preguntaba, en directo por DAZN, si ya era oficial o no para poder decirlo en voz alta; el de Van de Beek, con pegatinas por toda la ciudad, el último, por parte del neerlandés; el de Bryan Gil, con una simulación de la imagen de los Beatles, atravesando al futbolista por el paso de peatones que hay en la avenida de Montilivi; y el del macedonio Miovski, con unas manos cocinando una macedonia que tenía que hacer el nuevo delantero, pero no estuvo a tiempo.

"Todo esto está provocando unas reacciones muy positivas que queremos seguir explotando", afirman desde el Girona, que destaca los mercados de Países Bajos, la República Checa y Colombia como nuevos destinos interesados ​​en el día a día de los catalanes, por la presencia de los sus futbolistas en un año en el que el Girona jugará la Liga de Campeones dentro y fuera del campo. "Tenemos que estar a la altura", sentencian.