Raúl Asencio, Ferran Ruiz y otros silencios conniventes de los clubs de fútbol
El Girona-Madrid que llenará Montilivi está manchado por la causa penal abierta a dos futbolistas
GeronaEl fin de semana del 9 y 10 de noviembre, Raúl Asencio y Ferran Ruiz debutaron en Primera División. Pero sus nombres no aparecieron por primera vez en los medios de comunicación en aquellos días. El foco mediático ya estaba fijado en ellos porque ambos están implicados en la presunta difusión de un vídeo de contenido sexual de una menor sin su consentimiento.
Asencio y Ruiz, junto a Juan Rodríguez y Andrés García, tienen abierta una causa penal por un delito de revelación de secretos y pornografía infantil. Los hechos ocurrieron en junio del 2023 y la denuncia llegó en septiembre. Pero esto no ha sido un impedimento para que se estrenaran en la élite. Son la cara oscura del apasionante Girona-Madrid de este sábado. Sin embargo, los gerundenses y los madrileños no son los únicos que hacen la vista gorda: diferentes equipos de la Liga también tienen –o han tenido– futbolistas acusados que han continuado jugando sin ser castigados por sus clubs.
Las lesiones en el conjunto blanco han hecho que Carlo Ancelotti haya apostado por Asencio en las últimas alineaciones. Hay una llamada en las redes sociales para que Montilivi lo abuchee. No es el primer estadio que le recibe con hostilidad. En cambio, Ferran Ruiz, después de que Míchel haya recuperado un buen grueso de lesionados, seguirá jugando en el filial, donde es titular en Tercera RFEF cada fin de semana. El hermetismo en torno a los dos chicos es común, pese a la polvareda que ha levantado su presencia. Ruiz, de hecho, no fue ni anunciado por el Girona, que le fichó este verano del Madrid, donde compartía cantera con Asencio.
Según publicó El Confidencial, la denunciante y dos amigas, una de ellas también menor, estaban acompañadas de tres de los cuatro futbolistas. Entraron en un reservado y mantuvieron relaciones sexuales consentidas. Pero se dieron cuenta de que lo habían grabado sin su permiso y el vídeo empezó a correr como la pólvora. Asencio fue el futbolista que no participó en las relaciones sexuales, pero se le investiga como receptor del vídeo. En este período de tiempo, la Guardia Civil bloqueó sus teléfonos y descubrió que habían enviado el vídeo a unas 40 personas. También accedió a las conversaciones de WhatsApp, reveladas por el mismo medio, donde había comentarios como: "Si lo peor es que tenía 16", "no eres consciente de las hostias que dábamos", "el culo y la cara rojos", "pero qué perras", "serán cerdas" o "puta gitana".
Aún no hay sentencia, pero estos delitos podrían acarrear un castigo de hasta cinco años de cárcel. El Madrid no ha dicho nada al respecto, pero el Girona sí: Ruiz tiene una cláusula en su contrato que especifica que será despedido si sale declarado como culpable. El club gerundense, en su día, ya fichó a Antonio Luna, condenado a dos años de cárcel junto a Sergi Enrich por grabar y difundir un vídeo sexual sin el consentimiento de la mujer. Ninguno de los dos acabó en prisión. Los hechos ocurrieron en el 2016, el Girona le fichó en el 2020 y la sentencia llegó en el 2021.
"No nos dedicamos a ser jueces"
Tanto Quique Cárcel como Míchel Sánchez han dado su opinión, posicionándose junto a Ferran Ruiz mientras no se demuestre lo contrario, una tónica habitual entre los clubs. "No valoro los hechos, no soy nadie para hablar de ello, porque no nos dedicamos a ser jueces. Tengo la máxima sensibilidad hacia la igualdad y si llega el momento tomaremos las decisiones oportunas. Entiendo a la afición y que se genere un debate, pero hay presunción de inocencia. Cuando le fichamos, valoramos las cualidades futbolísticas, nada más", exponía el director deportivo. "Creo que los juicios públicos no son buenos y debemos intentar ser respetuosos con la persona. Debemos tener prudencia y pensar que es un proceso personal. Veremos cómo acaba, ahora mismo no podemos hacer más", valoraba el técnico.
La imagen de Madrid y Girona ha quedado manchada, pero no son los únicos. Otros clubs, y la Liga como competición, permiten que la pelota siga rodando mientras acumulan casos de conductas cuestionables. Los más recientes son los de Rafa Mir, delantero del Valencia, acusado de dos presuntas agresiones sexuales; Mason Greenwood, exjugador del Getafe, acusado de presunta violencia machista; o Hugo Mallo, excapitán del Celta, condenado por abuso sexual a la mujer que hacía de mascota del Espanyol. De hecho, Mir, que llegó a pasar dos noches en el calabozo, volvió a jugar el miércoles 96 días después, marcando un gol en la Copa. Dejar de mirar hacia otro lado es el principal deber de pendiente de los clubs de fútbol.