La gran aventura de Mireia Benito: de no ser ciclista con 20 años a ser olímpica

La primera mujer del Penedès en ser olímpica se estrena en la contrarreloj tras unas temporadas en las que no ha dejado de superarse

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Mireia Benito, campeona de España de contrarreloj

Enviado especial a ParísSi hubieran preguntado a Mireia Benito (Llorenç del Penedès, 1996) cuando tenía 20 años donde se imaginaba siete años después, seguro que no habría dicho que en la Villa Olímpica de París, lista para debutar en unos Juegos en la contrarreloj de ciclismo. Aunque siempre le había gustado pedalear, entonces no practicaba este deporte en serio. Salía con su padre a rodar por el Penedès, su tierra, como tanta gente el fin de semana. Entonces tenía otras cosas en la cabeza. Pero con 27 años aspira a estar entre las 10 mejores del mundo en la contrarreloj de este sábado por las calles de París. Aspirar a las medallas parece complicado, pero un diploma olímpico no está lejos. Quién sabe si podrá subirse entre las ocho primeras clasificadas.

La vida le ha cambiado desde que sufrió una lesión cuando jugaba a baloncesto y le aconsejaron hacer ciclismo. Competitiva como es, descubrió un nuevo mundo. En las últimas temporadas se ha proclamado campeona de España de contrarreloj y ha sido uno de los puntales del equipo catalán Massi-Tactic. Hace un año dio el salto al prestigioso equipo belga AG Insurance - Soudal Team. En Catalunya pocas mujeres pueden ser ciclistas profesionales, pero ella lo ha logrado y ha abierto, de paso, las puertas de la cita olímpica. El sábado tocará la contrarreloj, con un recorrido de 32,4 km que sale de la explanada de los Inválidos y termina en el puente de Alejandro III después de pasar por la Bastilla o el Bosque de Vincennes. No es un recorrido con subidas, es plano, muy rápido. El domingo 4 de agosto, Mireia Benito volverá a rodar en la prueba de ruta junto a la mallorquina Mavi García.

Benito será la primera deportista del Penedès en ser olímpica. Antes sólo el jugador de hockey sobre patines Santi Carda lo había estado en los Juegos de Barcelona de 1992, pero en una disciplina de exhibición. Benito, pues, se encargará de defender al Penedès por primera vez en unos Juegos, encerrado un círculo iniciado cuando tenía poco más de siete años y salía con una BTT con su padre. Entonces quería ser jugadora de baloncesto, pero sufrió una grave lesión cuando ya estudiaba biología molecular. En tres años, pasó de empezar a competir en una bicicleta a ser tercera en los campeonatos de España. "El primer día que compití me descolgué al llegar al primer puente que atraviesa una autopista. Luego mejoré. Ser ciclista no es fácil. Muchas mujeres se cogen dos años de excedencia para vivirlo y después lo dejan", contaba al ARA. Los primeros meses fueron un momento clave, porque pudo dejarlo. Pero vio cómo iba mejorando deprisa y se animó. Con el tiempo, se trasladó a Girona, donde pudo seguir entrenando, terminó la carrera y se sacó dos másteres. Pero Benito quería intentar ver hasta dónde llegaba como ciclista, así que decidió probarlo al menos una temporada, aunque perdiera dinero: un año sólo para rodar. La apuesta le salió bien.

Benito es consciente de que compite contra corredoras de estados con mayor tradición ciclista y que reciben más ayudas. "En casa no te dan ni ayudas económicas ni te cambian la fecha de un examen cuando tienes una carrera importante. Pero después todo el mundo quiere que ganes. Me gustaría que cogieran a 20 chicas y les pagaran sueldo todo un año sólo para entrenarse . Ya verías cómo darían el salto de calidad. Aquí recibes pocas ayudas aunque seas ciclista de primer nivel. hay una cierta mejora a nivel de consideración, pero estamos muy lejos de la normalización. Ahora les empieza a sonar el ciclismo femenino. , pero muchos no tienen claro el trabajo que supone si queremos competir en estas carreras" decía no hace demasiado.

Mireia Benito en rueda de prensa en París

Ya con un contrato profesional y experiencia, Benito ha podido vivir aventuras como participar en un Tour de Francia, aunque en 2013 abandonó por culpa de una fuerte caída. De hecho, ya en París admitía que prefiere el Tour que los Juegos. "A nivel de repercusión creo que tiene más peso ganar unos Juegos Olímpicos, pero a nivel personal me quedo posiblemente con el Tour. Son más etapas, más días y como corredora demuestras que estás más preparada para todo –defiende–. He tenido estos días unas semanas relajadas sin competir que he aprovechado para llevar el cuerpo al límite; he entrenado lo que he podido y más, he estado en altura y he hecho todo lo que podía ver. a mucho trabajo de mucho tiempo y una forma también de regalar todo esto a los que están con nosotros todo el año. Es un premio para ellos", argumenta antes de concentrarse, subir en una plataforma cerca de la tumba de Napoleón y hacer lo que sobresale: rodar. Lo hará ante un grupo de amigos y familiares venidos de Catalunya. Ellos saben mejor que nadie cómo ha luchado esta hija de Llorenç del Penedès para llegar hasta aquí.

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