Un skater participará en los Juegos Olímpicos con 50 años para cumplir una promesa de amor

Andy Macdonald compartirá equipo británico con un chico 37 años menor que él

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Andy Macdonald, en una imagen de archivo

BarcelonaSi los Juegos Olímpicos de Tokio sirvieron para que un puñado de preadolescentes subieran al podio en la modalidad de skate, los de París pueden ofrecer una imagen absolutamente opuesta. Andy Macdonald, todo un icono internacional que ya compartió trucos junto a la leyenda Tony Hawk en algunas ediciones de los X Games, logró sellar su billete para la cita olímpica en el preolímpico de Budapest. El británico, que tiene 50 años, compartirá equipo con Tommy Calvert, un chico 37 años menor que él que competirá con sólo 13 años.

Macdonald, que llegó a Budapest en el puesto 38, dio la sorpresa con una actuación perfecta que le sirvió para obtener plaza olímpica. “Cuando llegué al preolímpico pensé que debería idear un ejercicio que estuviera lleno de los trucos más difíciles que hubiera hecho y hacerlos todos juntos. Caí en los dos primeros intentos y aunque mi entrenador me dijo que cambiara le dije «No, eso es todo lo que tengo, son todos los puntos que puedo conseguir. Tengo que conseguirlos y tengo que hacerlo todo», recuerda. La estrategia tuvo premio y, después de una competición brillante, acabó en 15º puesto. La hazaña le permitirá ser el patinador más veterano de los Juegos Olímpicos de París.

La insólita clasificación de Macdonald esconde una historia de amor: la voluntad del británico de traer a su mujer a París de nuevo. “Hablé por FaceTime con mi mujer y le dije: «Oye, ¿te acuerdas cuando nos casamos? Te dije que te llevaría a París cuantas veces pudiera. Lo siento, todavía no lo he hecho. Han pasado 15 años desde la última vez que estuvimos allí. ¿Pero qué te parecería ir este verano?» Y me miró sin entender por qué lo decía. Entonces apareció mi hija de ocho años en la habitación y dijo: «¿Vamos a los Juegos Olímpicos?» Yo le dije que sí y mi hija y mi mujer se quedaron boquiabiertas”, explica. Ni elskater ni su familia pudieron contener las lágrimas.

"Tengo 50 años y todavía estoy encontrando la forma de divertirme y conocer gente nueva, patinar por lugares nuevos y viajar por el mundo. Es la mejor experiencia", reconoce Macdonald. Pese a haber nacido en Massachusetts y ser hijo de un estadounidense, hace dos años supo que era técnicamente elegible para obtener un pasaporte británico. Las conversaciones con las patinadoras olímpicas Amelia Brodka y Lizzie Armanto, dos deportistas que podrían haber representado a Estados Unidos pero que optaron por competir con Polonia y Finlandia, le dieron la idea definitiva. La posibilidad de competir con el equipo británico le abrió la puerta para participar en los Juegos Olímpicos.

Macdonald convenció a su mujer para invertir los ahorros familiares en la preparación. El siguiente obstáculo fue adaptarse a una pista más pequeña, muy distinta a la pista en la que él estaba acostumbrado a patinar. "Intenté aplicar todo lo que sabía a un género mucho más pequeño, más rápido. Fue cómo aprender a patinar de nuevo, una locura y un gran desafío. La clave fue mantener siempre una actitud positiva y no dejar nunca de aprender ", confiesa.

Cumplirá 51 años en París

Elskater, que cumplirá 51 años durante los Juegos Olímpicos de París, estrenó su palmarés en 1996, cuando ganó elskate vertical en los X Games con tan sólo 22 años. Macdonald acumula quince medallas en los X Games y ocho medallas de oro en la Copa Mundial de skateboarding. En 1999 pronunció un discurso contra las drogas en la Casa Blanca, donde hizo una exhibición con su monopatín por encima del suelo de mármol del pasillo. El expresidente Bill Clinton aún no sabe porvenir.

Las apariciones televisivas de Macdonald incluyen su presencia en el 60 minutos, el espectáculo de Craig Kilborn y The Tonight Show, donde sorprendió a todo el mundo al ponerse sobre la mesa de Jay Leno después de ser presentado. Además de patinar, a Andy le gusta comer dulces, escuchar música, ir al cine y saltar al trampolín con sus hijos.

Cuando en 1994 firmó su primer contrato profesional, le envió el documento a su madre con una frase escrita en color rojo. "Te lo dije", decía. "Mis padres siempre me dijeron que no podría ganarme la vida como uno skater profesional. En ese momento probablemente tenían razón, pero a mí no me importaba. Cuanto más sentía que la gente me decía que no lo conseguiría, más decidido estaba en hacerlo", resume.

Sin drogas ni alcohol

"Estoy acostumbrado a patinar con niños todos los días. Me gusta la energía que transmiten", dice Macdonald, que tiene tres hijos y aún no piensa en su retirada. "No me puedo imaginar mi vida sin patinar. Quizás la gente se ríe de mí a mi espalda, pero yo soy feliz así", confiesa el británico, que tiene asumido que cada vez que cae tarda más en recuperarse que sus compañeros.

Macdonald es lo que en la jerga se conoce como un Rad Dad, un padre haciendo las cosas que deberían estar haciendo sus hijos. "Nunca he consumido drogas ni alcohol", dice mientras se prepara para hacer historia en los Juegos Olímpicos de París.

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