Xammar y Brugman, dos amigos de toda la vida al borde de la medalla

La pareja barcelonesa, que empezaron a navegar con cuatro años, aspira a todo a la modalidad 470 mixto

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Jordi Xammar y Nora Brugman, en su 470 durante los Juegos Olímpicos

Enviado especial a ParísJusto después de ganar la medalla de bronce en los Juegos de Tokio haciendo pareja con Nico Martínez en la clase 470, el barcelonés Jordi Xammar empezó a pensar en París. Y tenía claro cómo quería ganar una nueva medalla: haciendo pareja con una amiga de toda la vida, Nora Brugman, ya que en los Juegos del 2024 se estrenaba el 470 mixto. Dicho y hecho, estos marineros que se conocen "de toda la vida" llegan a la medal race con opciones de ganar una nueva medalla olímpica para la vela catalana y estatal Por el momento ocupan la segunda posición en la general antes de la carrera final.

Ambos llegaban a las aguas de Marsella como número 1 mundial después de ganar mundiales y un montón de pruebas. Estos días en los que el viento obligó a posponer algunas regatas, gestionaron bien la presión, también cuando llegaron a caer fuera de las tres primeras posiciones. Pero siempre han estado arriba, bien clasificados, junto a austríacos, japoneses o suecos. Xammar y Brugman asegurarán la medalla de bronce si son cuartos en la medal race y la de plata si son segundos, mientras que el oro es seguro si son primeros y terminan cuatro barcos por delante de los austríacos, los primeros clasificados.

Hijos de deportistas

Ambos llevan el deporte en la sangre. De hecho, explican que la primera vez que navegaron fue con cuatro años. Ahora, curiosamente ninguno de los padres era navegando de vela. Los padres de Nora Brugman Cabot (Barcelona, ​​1992) son Daniel y Mercè. Daniel era un jugador de hockey sobre hielo de Boston que acabó en Catalunya jugando en Puigcerdà, donde conoció a Mercè, esquiadora. Ahora, les gustaba la vela, especialmente a Daniel, al ser de Nueva Inglaterra, tierra de gran tradición marinera. "A ambos les gustaba navegar y me lo contagiaron. Empecé con el optimist", explica una Nora que hace tres años, en los Juegos de Tokio, fue olímpica representando a Estados Unidos, haciendo pareja con su hermana, el Atlántico.

Representaron a Estados Unidos porque tenía la doble nacionalidad y el Atlantic se había ido a trabajar a Estados Unidos, donde Nora decidió ir a vivir después de sacarse la carrera de publicidad y marketing en la Pompeu Fabra. En la costa este de Estados Unidos, las dos hermanas trabajaron para poder pagarse el sueño de ser olímpicas. Pero la vida le reservaba una segunda oportunidad de vuelta a Barcelona, ​​cuando Jordi, con quien se conocían de siempre, le propuso ser pareja. Esto implicaba volver a competir como española, para sumarse al 470 mixto.

Jordi Xammar y Nora Brugman en su 470 durante los Juegos Olímpicos.

Jordi Xammar (Barcelona, ​​1993) recuerda que sus padres tenían un barco con el que se hacían en el mar en el Garraf. Así que empezó a navegar con gente del CN ​​Garraf. El primer día ya pudo controlar solo un optimist. "No sabía nadar, me enseñaría más adelante Sito Pons", recuerda. Sí, Sito Pons, el campeón de motociclismo. Jordi Xammar es hijo de Pere Xammar, campeón de España de 250 cc y parte del equipo que preparaba las motos de Sito Pons, su amigo. Reusenc, Pere Xammar ganaría las 24 horas de motociclismo en Montjuïc en 1977. Su madre, Cristina, había sido una de las primeras mujeres en competir en motociclismo. Los medallistas en vela son hijos de motociclistas, jugadores de hockey y esquiadores.

Con 10 años Xammar ya estaba en los campeonatos de España de optimist, y con 15 debutó en un Mundial de esta embarcación, con la que se inician tantos jóvenes. En el 2008, tras ver cómo podía competir en la parte de la clasificación del Mundial de optimist, decidió dar el salto a la clase 420, un bote con dos tripulantes. Haciendo pareja con Joan Herp fue campeón mundial juvenil tres veces. Después de un breve período compitiendo solo, volvería a navegar con Herp cuando, con 18 años, pasó a la clase 470, con la que sería campeón mundial en 2013 y 2014 y se clasificaría para los Juegos de Río de Janeiro de 2016 , cuando descubrió que "solo ganan las medallas los 100% profesionales, con una ética de trabajo distinta".

Salvar vidas en un tsunami

La experiencia de Río le marcó. Xammar, después de una época en el Club Náutico Cambrils, volvería al CN Garraf en el 2020 pensando en ganar medallas. Ya tiene dos. Xammar, por cierto, estaba de vacaciones en Bali en el 2018 cuando llegaron las noticias del tsunami que se llevó la vida de miles de personas a la isla de Célebes. Xammar lo dejó todo, llenó dos maletas de botellas de agua y ropa para dar y llegó hasta la zona más castigada, donde pasó varios días ayudando a las ONG a construir refugios y repartir alimentos entre los damnificados .

El barcelonés puede convertirse en el segundo deportista de vela catalán con dos medallas olímpicas e igualar el hito de Natàlia Via-Dufresne. En el deporte catalán la vela siempre le ha dado alegrías. Siguiendo la tradición de Santiago Amat, bronce en los Juegos de 1932 en Los Ángeles, o la plata de Pere Millet en 1976 y el oro de Miquel Noguer en 1980. O la medalla de Florián Trittel, hace pocos días en Marsella.

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