Tenis

Novak Djokovic abandona Australia después de la cancelación de su visado

Los tres jueces que han revisado el recurso del tenista serbio han decidido unánimemente que abandone el país en las próximas horas

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Novak Djokovic en el aeropuerto de Melbourne.

BarcelonaNovak Djokovic ya está en el aeropuerto de Melbourne para coger un vuelo con destino a Dubai, después de que la justicia australiana haya puesto fin a la serial que lleva más de diez días acaparando la atención de todo el mundo del deporte y haya cancelado su visado. Esta ha sido la decisión unánime de los tres jueces que han revistado el recurso del tenista durante un juicio que ha durado cerca de cinco horas y que ha finalizado con el adiós de Djokovic a su tierra prometida. Así que Novak Djokovic, quien no se ha querido vacunar contra la Covid-19, no podrá defender la corona de campeón del Abierto de Australia, torneo que comienza este lunes. En un comunicado Djokovic asegura que "respeta la decisión" tras "cooperar" con las autoridades australianas y que está "profundamente decepcionado". También pide tiempo para "descansar y recuperarse" antes de hacer nuevos comentarios, mientras que la prensa serbia ha calificado la decisión como "la mayor vergüenza en la historia del deporte".

El ministro de Inmigración, Alex Hawke, se valió el viernes de sus poderes especiales para cancelar el visado del serbio por motivos sanitarios y del mantenimiento de la orden, puesto que si se le permite quedarse en el país puede avivar el sentimiento de las personas que se oponen a vacunarse contra la covid-19. Djokovic viajó el 5 de enero a Melbourne con una exención médica por no estar vacunado, al haber sido contagiado de covid-19 recientemente, aunque a la llegada las autoridades de Inmigración le cancelaron el visado y lo detuvieron hasta su liberación el pasado lunes por una orden judicial al considerar que no fue tratado con "equidad". El tenista fue detenido otra vez este sábado después de la nueva cancelación de su visado y se encuentra aislado en el hotel Park de Melbourne.

Un peligro contra la salud pública

Durante la declaración todas las partes han expuesto sus argumentos por la participación o no del tenista en la competición que está a punto de comenzarse y se han puesto de manifiesto los errores y trampas que se podrían haber llevado a cabo porque Djokovic entrase en el país sin estar vacunado, hecho contrario a la legislación del país. Después de hacerse pública la decisión de los jueces, el primer ministro australiano, Scott Morrison, ha asegurado que el veredicto responde al "interés público"."Esta decisión de anulación se adoptó por motivos de salud, seguridad y mantenimiento del orden", ha dicho el ministro en un comunicado.

La obsesión de no querer vacunarse y los errores cometidos en el proceso de pedir el visado han acabado castigando al jugador serbio, número 1 mundial. Las sospechas sobre si Djokovic escondió un viaje a Marbella antes de volar a Australia, y de si manipuló una prueba PCR para simular un falso positivo, habrían sido las gotas que han hecho colmar el vaso de la paciencia del gobierno australiano que lo detuvo, de nuevo, el pasado viernes. El juez, después de escuchar a las partes, ha decidido que el tenista no cumple los requisitos para seguir sobre territorio australiano y, además de abandonarlo de forma inmediata sin poder disputar la Open.

¿Podrá competir en los otros torneos?

Según la ley, Djokovic se enfrenta además a una prohibición de volver al país durante tres años, salvo ciertas excepciones, que pueden incluir "circunstancias imperiosas que afectan los intereses de Australia". El equipo de abogados del serbio, de hecho, ha trabajado para dejar claro que el jugador colabora con las autoridades para intentar evitar que se haga real esta prohibición y pueda volver al torneo la próxima temporada. Djokovic, de 34 años, ha ganado el Abierto de Australia en 9 ocasiones, más que cabe otro jugador. Este año era el favorito para ser el primer hombre al llegar a ganar 21 títulos de Grand Slam. Ahora, uno de los favoritos pasa a ser Rafa Nadal. El mallorquín, el serbio y Federer han ganado hasta ahora la misma cifra, 20 títulos.

De hecho, ahora Djokovic queda en una posición comprometida si quiere seguir compitiendo en torneos de primer nivel. Las autoridades francesas, país donde el próximo junio llegará el segundo Grand Slam de la temporada a Roland Garros, han explicado que sí podrá jugar pues los deportistas de primer nivel no se ven afectados por las mismas normas que los turistas. En cambio, las autoridades británicas y norteamericanas exigen una pauta de vacunación completa, hecho que dejaría Djokovic sin poder jugar en Wimbledon y el Abierto de los Estados Unidos. Los responsables del circuito profesional, la ATP, trabajan con las autoridades de cada país. Estos días han recordado que las normas pueden cambiar con el paso de los meses. En 2021 por ejemplo, Djokovic pudo competir en estos torneos puesto que sin espectadores, las autoridades crearon una burbuja de seguridad para los jugadores sin exigir la vacunación. Ahora las normas han cambiado.

Aficionados serbios, apoyando a Djokovic

Djokovic, decepcionado

El tenista ha pedido tiempo para "descansar y recuperarse" antes de hablar más sobre el caso, a pesar de que en un primer comunicado ha explicado que "respeta" la decisión de la justicia australiana después de "cooperar" con las autoridades. "Desafortunadament durante las últimas semanas el foco de interés he sido yo y espero que ahora nos podamos centrar en el deporte y el torneo al que quiero". El serbio tenía previsto debutar este lunes en la pista central Rod Laver Arena ante su compatriota Miomir Kecmanovic, pero después de la decisión judicial su lugar lo ocupará el italiano Caruso, número 150 del mundo.

El ministro australiano de Inmigración, Alex Hawke, ha celebrado la sentencia unánime de la justicia que permite la deportación del tenista explicando que "las sólidas políticas de protección fronteriza de Australia nos han mantenido a salvo durante la pandemia, cosa que ha resultado en una de las tasas de mortalidad más bajas, las recuperaciones económicas más sólidas y las tasas de vacunación más altas del mundo. Los australianos han hecho grandes sacrificios para llegar a este punto". Los jueces han considerado que Djokovic ponía en peligro la salud pública, a pesar de que los abogados de la defensa del serbio han defendido todo lo contrario, argumentando que tenía permiso para competir, puesto que la legislación australiana permite entrar sin estar vacunado si puedes argumentar que has pasado la enfermedad los días anteriores. Los jueces sin embargo, han recordado que a pesar de haber dado positivo, Djokovic participó en actos en Belgrado, algunos de ellos sin mascarilla , citándolo como un ejemplo negativo. Además, al pedir el visado de entrada no citó que había pasado los 15 días anteriores por España, cuando había estado entrenando en Marbella. El serbio argumentó que había sido un error humano de su equipo al pedir el visado, añadiendo que los actos en los que participó en Belgrado los hizo cuando desconocía que era positivo. Djokovic sí aceptó haber dado una entrevista al diario francés L'equipe después del positivo, por no "dejar tirado al periodista".

Indignación del gobierno serbio

El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, ha definido el caso como una "caza de brujas" contra el jugador. "Han querido mostrar en el mundo como funciona la orden mundial y qué pueden hacer contra cualquiera" ha dicho el político populista. "Han maltratado a un tenista durante diez días para entregarle al final una decisión el contenido del cual sabían desde el primer día. Han mentido. El gobierno australiano dijo que en Serbia el nivel de vacunación está por debajo del 50%. Primero, no mientan, puesto que oficialmente se ha vacunado un 58%, incluso el 62% si se tiene en cuenta el número real de gente que vive en Serbia" ha defendido Vucic. Según datos de la plataforma internacional de estadísticas "Our World in Data", el porcentaje de personas con pauta completa de alguna vacuna llega a Serbia solo al 47%.

Un serial de 15 días

El caso empezó a finales del año 2021, cuando organizando el torneo, las autoridades australianas dudaron sobre si podían incluir el número 1 mundial al sospechar que no estaba vacunado. El 5 de enero, sin embargo, Djokovic llegó a Melbourne con una exención médica que le permitía defender el título a pesar de no estar vacunado. Al aterrizar fue entrevistado durante más de ocho horas por las autoridades fronterizas por no cumplir con los requisitos impuestos por la covid -19. El gobierno australiano rechazó el visado y le exigió abandonar el país.

Los abogados del tenista presentaron un recurso ante la justicia australiana, mientras Djokovic era trasladado al Hotel Park de la ciudad de Melbourne, que también aloja a un grupo de solicitantes de asilo detenidos por las autoridades de inmigración. La familia de Djokovic aseguró en una rueda de prensa en Belgrado que era "el escándalo deportivo diplomático más grande de la historia", mientras aficionados serbios que viven en Australia se manifestaban a su favor ante el Hotel. Djokovic recibió el apoyo de líderes populistas de derechas y antivacunas de medio planeta, como el británico Nigel Farage. La opinión pública australiana, sin embargo, era favorable a su deportación, especialmente al saberse que había recibido una exención médica para entrar en Australia después de haberse contagiado por covid-19 el 16 de diciembre, hecho que no había evitado que siguiera haciendo actos públicos en Belgrado.

El 9 de enero, Djokovic obtuvo un triunfo, cuando los abogados del gobierno de Australia perdieron un recurso en el que pedían que la vista programada para el lunes 10 de enero sobre la deportación del tenista se atrasara hasta el miércoles. El juez Anthony Kelly, del Tribunal del Circuito Federal de Melbourne, ordenó al gobierno australiano la liberación de Djokovic y entregarle el pasaporte y sus efectos personales, afirmando que en el momento de ser interrogado en el aeropuerto, no se respetaron los procedimientos.

Djokovic pudo salir en libertad el día 11 de enero, pero las autoridades seguían investigando si había mentido a su entrada en Australia cuando aseguró que no había visitado ningún tercer país las dos semanas previas, cosa que podría comportar que el visado fuera cancelado de nuevo. Imágenes en las redes sociales demostraban que el serbio había pasado por España, entrenando unos días en Marbella. El deportista lo admitió, hablando en un comunicado de unos "errores humanos" en los documentos para entrar en Australia. Así, el 14 de enero el ministro australiano de Inmigración, Alex Hawke, canceló nuevamente el visado de Novak Djokovic, a pesar de que no fue deportado puesto que sus abogados presentaron un nuevo recurso. El jugador fue transferido al mismo hotel de la primera vez, hasta que este domingo ha perdido el recurso final.

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