Cataluña pierde la batalla de la Fórmula 1
Montmeló deberá conformarse acogiendo la prueba cada dos años, alternándose con la carrera de Bélgica
Barcelona"Mientras la tengamos nosotros no la tendrá nadie más". Esta frase la repetía a menudo el expresidente Artur Mas en debates y reuniones sobre el futuro de la Fórmula 1 en Catalunya. Desde que en 1991 el Circuit de Montmeló –actualmente, de Barcelona-Catalunya– acogió la prueba por primera vez, la Generalitat consideraba prioritario mantener el circo en tierras catalanas aunque el coste a pagar fuese elevado. Pero los distintos cambios de gobierno y las exigencias millonarias de la F1 tensaron la situación y generaron dudas entre unos dirigentes que no tenían del todo claro si realmente valía la pena apostar por esta competición, aunque el retorno económico también fuera muy elevado.
La reducción de las pruebas europeas y la entrada a escena de Madrid, que tras muchos años de esfuerzos se ha hecho un hueco en el calendario, habían dejado contra las cuerdas el trazado de Montmeló, que tenía firmado el contrato hasta 2026 a razón de unos 28 millones de euros anuales. A partir de ahí era cuestión de negociar. El objetivo inicial era mantener la prueba como hasta ahora. Pero tal y como reconocen desde el Circuit, era "muy difícil de conseguir", porque la F1 quiere un máximo de ocho pruebas en territorio europeo y, salvo excepciones contadas, no quiere dos pruebas en un mismo estado.
Al final, Cataluña deberá conformarse acogiendo la prueba cada dos años, alternándose con Bélgica, tal y como avanzaba La Vanguardia. El acuerdo es total y sólo está pendiente de firmarse, lo que se realizará en las próximas semanas. "No es lo que queríamos de entrada, pero mejor eso que nada", admiten las fuentes consultadas, vinculadas al Circuit, que aseguran que existía el "riesgo real" de quedar totalmente fuera del calendario.
La falta de consenso, clave para entender la renovación con alternancia
Una vez se anuncie el acuerdo, que será por seis años, hasta el 2032, desde el Govern y desde el Circuit se venderá como una buena noticia. Pero internamente, en las oficinas de Montmeló saben que supone un paso atrás, y que todo sería muy distinto si en la última década se hubiera mantenido la firme y decidida apuesta por la competición. Y es que mientras Madrid hacía frente común para entrar en el calendario, al Circuit le costaba encontrar consenso entre todos los actores implicados. "Parece que no nos quieran", habían dicho entra bambalinas los dirigentes de Liberty Media, la norteamericana que compró la F1 en el 2017. Esto abrió la puerta a las opciones de Madrid, que hasta entonces habían sido ínfimas, sobre todo teniendo en cuenta que el último intento por llevar la F1 a algún otro lugar del territorio español –en algún lugar del territorio español.
Al final, la inversión hecha para mejorar las instalaciones y adaptar el trazado catalán en materia de seguridad, cumpliendo así las exigencias de la F1, habrá tenido sentido a medias. Montmeló acogerá los Grandes Premios de 2028, 2030 y 2032. Más adelante, es una incógnita saberlo. "La competencia es feroz", dicen desde el Circuit, y admiten que el futuro de la Fórmula 1 en Catalunya dependerá también del éxito de la prueba que se disputará en Madrid a partir del 2026.
Otro paso atrás para el motor catalán
Que la Fórmula 1 se dispute cada dos años supone una nueva decepción para el motor catalán. En 2023 el Rally Catalunya - Costa Daurada, una prueba que organizaba el RACC, cayó del calendario del Mundial. Tras dos años de ausencia, España recuperaba un rally puntuable para el Mundial, pero en las Islas Canarias, que mantendrá ese estatus en el 2026. Catalunya, que debe conformarse con un rally dentro del calendario de Europa, aspira a recuperar la plaza en el 2027, pero de momento no hay fumata blanca. Por otra parte, durante muchos meses peligró seriamente la prueba de MotoGP en Montmeló, aunque finalmente se llegó a un acuerdo para que el Gran Premio de Catalunya continúe en la categoría reina del motociclismo, al menos hasta 2031.