El Espanyol busca héroes con la historia de su parte

BarcelonaCornellà-El Prat se vestirá de gala para acoger su primera final por la permanencia. En su breve historia de casi dieciséis años ha acogido una clasificación europea, dos descensos y dos ascensos, pero hasta ahora no había tenido la ocasión de albergar el desenlace de una Liga en la que el Espanyol se esté jugando la vida en la última jornada. Los blanquiazules, que necesitan igualar o mejorar contra Las Palmas el resultado que obtenga el Leganés ante el Valladolid, buscan héroes por una nueva tarde de infarto y de transistores.

A pesar de tratarse de un escenario inédito para el RCDE Stadium, este sábado (18.30 h, 3Cat) los aficionados blanquiazules más veteranos recordarán las tardes de sufrimiento vividas en Sarrià y Montjuïc, donde el Espanyol tuvo que sudar de lo lindo en numerosas. De hecho, si se tiene en cuenta la temporada actual, el Espanyol ha luchado por la salvación hasta la última jornada en 16 de los 88 cursos en la máxima categoría. Es decir, que en casi una de cada cinco ligas ha tenido que sufrir hasta el final.

¿Pero cómo les ha ido hasta ahora a los pericos en este tipo de partidos al límite? La mayoría de precedentes invitan al optimismo. O al menos evidencian una gran capacidad de resiliencia y adaptación hacia escenarios dramáticos donde hay que tener fe hasta el final para acabar sobreviviendo. El Espanyol se ha salvado en doce de las quince temporadas en las que llegó con los deberes para realizar en la última jornada. Sólo acabó descendiendo en tres ocasiones: los cursos 1961-62, 1968-69 y 1988-89. En el primero y el tercero de estos años perdió la categoría tras caer en el play-off por el descenso, frente al Racing de Santander y del Mallorca, respectivamente.

De Kubala a Coro, pasando por Pitus Prat y Tamudo

En 1963-64 también disputó una eliminatoria, contra el Sporting, que logró superar con un 3-0 en un partido de vuelta en el que marcaron Kubala, Muñoz e Idígoras. No son los únicos jugadores que han logrado poner su firma en goles clave que sirvieron para certificar la permanencia en el último partido para el Espanyol. El primero en conseguirlo, de hecho, fue Pitus Prat, en la 1935-36. Los blanquiazules necesitaban un punto para salvarse y lo consiguieron ante el Racing de Santander (1-1) con gol del que había sido el primer goleador histórico de la Liga.

Justo una década después, en la 1945-46, fue Diego Castellà quien igualó, con un doblete, un partido que el Espanyol perdía 2-0 en el campo del Murcia. Aquel punto, combinado con la derrota del Alcoyano en Mestalla, situaba a los espanyolistas con los mismos puntos que los alicantinos, pero por encima de ellos, al tener ganado el goal average particular. Otro doblete, esta vez de Àngel Calvo, selló la permanencia un año más tarde, en la 1946-47, nuevamente en el estadio Enrique Roca de Murcia. El triunfo blanquiazul, además, enviaba a Segunda a los murcianos.

En la década de los sesenta hay otros tres precedentes. En la 1960-61 los goles de Indio, Ernesto Domínguez y un tanto en propia portería de Ugartemendia certificaron la remontada españolista en San Mamés. Y la permanencia, ya que todos los rivales directos pincharon esa jornada. Aparte de la mencionada 1963-64, en la 1965-66 el Espanyol se salvó pese a perder 0-2 con el Atlético. El empate del Málaga evitó que los blanquiazules acabaran disputando una nueva promoción por la permanencia.

Una década más tarde, en la 1977-78, el Espanyol volvió a salvarse pese a caer en el último partido 1-0 con el Salamanca. Betis y Hércules lo igualaron a puntos, pero el triple empate enviaba a la categoría de plata a los andaluces, que tenían el goal average particular ganado en el Espanyol. En esta ocasión, el punto sumado por los alicantinos, y que forzó el triple empate, salvó a los blanquiazules.

La temporada 1987-88 se recuerda por la final de la UEFA perdida en Leverkusen, pero estuvo cerca de acabar con una tragedia aún mayor: el Espanyol empató 0-0 con el Logroñés, pero se salvó porque el Murcia perdió y no logró igualarlo a puntos. A principios de los noventa también se repitieron episodios similares. En la 1990-91 un doblete de Xavier Escaich lideró el triunfo (3-1) ante el Atlético que sacaba al Espanyol del descenso en la última jornada. En 1991-92 el héroe fue Andrei Vladimirovich Mokh, que marcó la diana del empate ante la Real Sociedad (1-1) que daba el punto necesario.

Los últimos dos precedentes están en el siglo XXI. En la 2003-04 Tamudo y Lopo tumbaron a un Murcia ya descendido con dos goles en el tramo final en un enfrentamiento que costó más de lo previsto. En la 2005-06 Ferran Corominas obró el milagro marcando en el minuto 91 el tanto que salvaba al Espanyol ante una Real Sociedad sin nada en juego. "Estábamos muy nerviosos, algún compañero jugaba medio llorando, y al final tuvimos la suerte de poder marcar. Pedíamos a la Real Sociedad que aflojara, pero no lo hacía", recordaba el propio Coro diez años más tarde en una entrevista en el ARA. El Espanyol, que hace menos de un año celebraba el ascenso con un doblete de Puado, busca nuevos héroes.