La tarea pendiente del Barça de Koeman

A excepción de la Copa, el equipo ha fallado en la mayoría de los partidos importantes de esta temporada

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Ronald Koeman

BarcelonaLos jugadores acabaron tocados después de la derrota contra el Granada. La convicción en el vestuario era firme en la idea que se ganaría el partido y que, por primera vez esta temporada, se situarían líderes en la Liga. La derrota, que fue encajada como una bofetada, ha cambiado el escenario. El Barça todavía puede ser campeón liguero, un hito que después de la primera vuelta parecía una quimera, pero ya no depende de sí mismo. Dejar escapar los tres puntos contra el Granada fue especialmente doloroso porque, además de un baño de realidad –a día de hoy el conjunto azulgrana es un equipo en construcción–, suponía volver a caer en un partido crucial.

Ronald Koeman no ha tenido las cosas fáciles desde que llegó al banquillo del Barça, tanto por la delicada situación económica del club como por los meses de interinidad que vivió la entidad entre la dimisión forzada de Bartomeu y el as soon as posible de Carles Tusquets hasta que se celebraron las elecciones el 7 de marzo. Y, hasta ahora, el entrenador holandés se ha ganado el crédito del vestuario –"va de cara y tiene una comunicación clara", explican desde la Ciutat Deportiva respecto a su trato con los veteranos; a la vez que los jóvenes agradecen "que se les dé oportunidades"–, pero su gestión no cuenta con el aval que dan las victorias importantes. Este sigue siendo uno de sus deberes pendientes.

La Copa, en la que se tuvo que remontar contra el Rayo, el Granada y el Sevilla, es la principal excepción, puesto que el equipo tuvo capacidad de reacción y en la final fue claramente superior al Athletic Club. Pero en la gran mayoría de partidos importantes del curso, ya sea por el estatus del rival o por la trascendencia del choque, el equipo ha flaqueado, y la cuota de responsabilidad del entrenador ha estado ahí. En la Liga, además del Sevilla a domicilio (0-2), el Barça ha sido incapaz de superar al Real Madrid en dos ocasiones –en el Camp Nou cayó 1-3 y en Valdebebas 2-1–, al Atlético de Madrid en una –derrota por 1-0 en el Wanda el día en que se lesionaron Piqué y Roberto– y, en las principales oportunidades que ha tenido para dar un mordisco al campeonato, el equipo se ha deshinchado cuando más expectativas había generado.

Tropezar dos veces con la misma piedra

La derrota contra el Granada de jueves privó al Barça de situarse líder, pero la sensación de oportunidad perdida de asestar un golpe en la Liga fue un déjà-vu. En el mes de febrero, cuando los azulgranas estaban explorando una sustancial mejora en el juego, la jornada 24 se presentaba como una fecha señalada para presentar una firme candidatura al título. A pesar de que entonces no se habrían situado líderes a pesar de ganar, recibían al Cádiz en casa a sabiendas de que el Atlético había pinchado contra el Levante (0-2). Pero el resultado fue nefasto: 1-1 en el Camp Nou ante un equipo que ya le había ganado en la primera vuelta. El Barça se quedaba a ocho puntos de los colchoneros y desaprovechaba la oportunidad de situarse segundo a seis del conjunto de Simeone. "Este empate duele mucho", dijo Piqué. "Estoy muy decepcionado, más que martes", expuso Koeman en relación a la derrota, aquella misma semana, del 1-4 contra el PSG.

La Champions simboliza la otra gran competición en que los azulgranas tampoco han estado a la altura los días importantes. Antes del cruzamiento contra el PSG, el equipo dejó escapar el primer lugar de su grupo a manos de la Juventus en un funesto 0-3 en el estadio, a pesar de que había firmado un ilusionante 0-2 en Turín en la segunda jornada de la fase de grupos. El 1-4 contra el PSG hizo volver los peores fantasmas europeos a un Barça que, al menos, recuperó un poco el orgullo empatando 1-1 en el Parque de los Príncipes. El otro partido grande del curso en que el Barça no tenía que fallar era en la final de la Supercopa de España, a principios de enero, pero el equipo, con un planteamiento miedoso, cayó en la prórroga contra el Athletic Club (2-3).

Ahora quedan cinco jornadas para el final de la Liga. El compromiso de los jugadores y la lectura táctica de Koeman –que ha enseñado que, a veces, abusa de defensores para mantener resultados o, en el caso contrario, de delanteros para buscar remontadas a la desesperada–, serán decisivos para no cometer más errores en las fechas clave.

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