Cada casa, un mundo

Vaciar la casa para repensarla

La creación de una caja de madera abre nuevos espacios. Casa mar-y-luz (Badalona). Anna Prats y Joan Valls + Pol Viladoms, arquitectos

La casa Mar-y-Luz en Badalona.
06/06/2025
3 min

La reforma de una casa entre medianeras, pequeña y sencilla, en el centro de Badalona, ​​se afrontó como un ejercicio de vaciado para poder repensar la forma de vivir y la distribución del interior, y sobre todo para obtener espacios más abiertos y mucho más luminosos. Así, vaciando y redistribuyendo, lo hicieron los arquitectos Anna Prats y Joan Valls, fundadores del estudio que lleva sus nombres, en una colaboración con el también arquitecto Pol Viladoms. Debían vaciar aquella casa, que hacía años que no estaba habitada y había condensado bastante humedad porque estaba cerrada, compartimentada, sin ventilación y sobre todo sin luz natural. Ahora bien, el ejercicio que realizaron fue mucho más allá de un simple vaciado.

El interior de la vivienda.
La fachada.

Además de tumbar los tabiques que dividían el interior y algunos añadidos que se habían anexado a lo largo de los años, el retirar el falso techo fue una decisión esencial. La casa ganó una altura extraordinaria, quedando al descubierto un gran volumen bajo la antigua cubierta inclinada, en la que se han abierto unas claraboyas estratégicas. Tener este volumen, y con luz natural, en una edificación entre medianeras con una planta larga y estrecha, en este caso de 4,8 metros de ancho por 14 de largo –hasta 20 si se suma el pequeño patio trasero–, es esencial para poder dar entrada a la claridad pero sobre todo para que la casa, y especialmente los que la habitan, respiren.

Un plano de la casa.

Así, vacía, ligeramente encalada para remarcar las texturas originales —y aumentar la luminosidad— y, además, con la cubierta, que ahora exhibe como un valor las viejas vigas y las piezas que ha habido siempre entre ellas, se percibe cómo los arquitectos han hecho de la estructura original de la casa un envoltorio con una cierta confort, con cierta historia, para.

Comunicación e intimidad

En la reforma de la vivienda, en todo caso, además del vaciado, lo que resulta más interesante es cómo se ha ideado una especie de caja, una construcción de madera dentro del edificio original, que genera una nueva distribución del espacio y amplía sus metros útiles. Es una pieza de gran tamaño que sirvió a los arquitectos para construir un altillo, pero también para incluir las estancias más privadas, el dormitorio y algún espacio multifuncional. Todo ello sin aislarlo, porque este tipo de mueble de tamaños gigantes tiene suficientes puertas, contraventanas y balcones para que se convierta en un lugar flexible que, en todo caso, favorece la comunicación entre el ámbito más íntimo y el más social.

La habitación.
Al retirar el viejo falso techo, la casa ganó en altura de manera extraordinaria. Los arquitectos Anna Prats, Joan Valls y Pol Viladoms decidieron dejar vistas, sólo encaladas, las vigas originales y las piezas que hay entre ellas.

Sin embargo, el que propicia más privacidad no es el único mueble que han diseñado los arquitectos Anna Prats, Joan Valls y Pol Viladoms para la casa de Badalona. Y es que casi desde la misma entrada otro mueble recorre la longitud de la vivienda. Tiene diferentes alturas y funciones porque en un tramo soluciona el almacenamiento del hogar, en otro, además, es el mueble complementario para la zona de estar, terminando subiendo casi hasta el techo y convirtiéndose en una cocina que llega hasta el patio posterior. Además, una pieza muy funcional –mejor dicho, multifuncional– es la mesa de grandes dimensiones, también de madera, que han hecho pensando que debe servir de comedor y de espacio complementario para las tareas de la cocina, y que tendrá que acoger el juego, el estudio y el trabajo. Que sea una mesa con ruedecillas hace que se pueda desplazar al gusto o necesidad de cada uno, incluso hasta el pequeño patio, para facilitar una comida al aire libre.

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