Autopistas

Abertis perderá este martes el 18% del negocio con el fin de los peajes

Acesa e Invicat aportaron casi la mitad del beneficio en 2019, antes de la pandemia

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El peaje de la Arroba del Vallès, a la AP-7, en su última semana activo.

BarcelonaEste martes a la medianoche finalizará el pago de peajes para circular por las autopistas AP-7, AP-2, C-32 Norte y C-33. Un hito histórico para los catalanes, que llevan más de medio siglo pagando para circular. Pero también un golpe para Abertis, la compañía que ha tenido la concesión hasta ahora, puesto que el levantamiento de estas barreras supone la pérdida de aproximadamente el 18% del negocio y casi la mitad de los beneficios.

La compañía, que ahora es propiedad de la italiana Atlantia (controlada por la familia Benetton) y la constructora ACS (controlada por Florentino Pérez), ya hace tiempo que empezó a diversificar geográficamente el negocio. Ya no coge nuevas concesiones de autopistas en España –tampoco hay concursos– y hace años que tiene más de la mitad del negocio en el extranjero, en países como Francia, Italia, Brasil, Argentina, México, Puerto Rico, los Estados Unidos e, incluso, la India. Las últimas inversiones de Abertis han sido en los Estados Unidos y en México, con la compra en 2020 de Elizabeth River Crossings y de Red de Carreteras de Occidente (RCO), respectivamente, con una inversión de 2.500 millones de euros. En 2019, España todavía era el mercado que aportaba más beneficio operativo (ebitda) a las cuentas de Abertis: 1.283 millones de euros. Pero en 2020, cuando Abertis ya había perdido la concesión de la AP-7 entre Salou y Alicante, la filial francesa Sanef fue la que aportó más beneficio operativo, 972 millones de euros.

El año 2020 el grupo de gestión de infraestructuras sufrió el impacto de la pandemia y entró en números rojos: unas pérdidas de 391 millones de euros. Pero la filial Acesa, la que explotaba las autopistas de concesión estatal AP-7 y AP-2, obtuvo un beneficio de 38,24 millones de euros. En el caso de Invicat, la filial que explotaba las autopistas C-32 y C-33, que son concesión de la Generalitat, generó unas pérdidas de 5,46 millones de euros. Pero en 2019 –el año anterior a la sacudida del covid – Acesa aportó unas ganancias de 117,8 millones. Por su parte, Invicat ganó 48,36 millones. Ese año Abertis cerró el ejercicio con unos beneficios de 351,7 millones de euros. Es decir, entre Acesa e Invicat aportaron al holding casi la mitad del beneficio (el 47,2%): 166,18 millones de euros.

2.000 euros de ahorro por camión

La supresión de los peajes ha sido muy bien recibida por parte de los transportistas. El Gremio de Transportes y Logística de Catalunya calcula que la eliminación de estas barreras permitirá un ahorro de 2.000 euros anuales por camión. Además, esta patronal recuerda que desde 2013 una parte de estos peajes eran obligatorios para los transportistas, que tenían prohibido circular por algunos tramos de la N-II. Según el Gremio, cada día circulan unos 12.000 camiones por la AP-7 en dirección a Francia.

La alegría, sin embargo, durará poco. La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha dicho este lunes a TV3 que el Estado quiere tener listo para 2024 “un sistema de tarificación para garantizar el mantenimiento de las carreteras y la seguridad viaria”, y que quiere que sea “un sistema público pero también justo”.

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