Agricultura

Primera condena en el Canal de Urgell por cerrar el riego en el 2023 por la sequía

El juez cree que la junta no informó lo suficiente a los regantes y descarta la fuerza mayor porque tenía información de la sequía

Las compuertas del Canal de Urgell cuando han empezado a cerrarse.
2 min

BarcelonaEl juzgado contencioso administrativo número 1 de Lleida ha condenado a la Comunidad General de Regantes de los Canales de Urgell a indemnizar a un campesino de Almadraba de Seana que no pudo regar sus campos de maíz por el cierre del canal en 2023 debido a la sequía. El labrador reclamó a la Comunidad de Regantes, que desestimó indemnizarle alegando que ya había recibido las ayudas de la Generalitat del decreto de la sequía.

El juzgado condena a la Comunidad de Regantes a pagar 2.451,58 euros al payés por los gastos que tuvo para preparar los campos que, por falta de riego, acabaron por perder el 100% de la cosecha. Este dinero corresponde al trabajo de adecuación del suelo, la siembra y el herbicida. El agricultor esgrimía en su demanda que nadie le avisó de que, como ocurrió después, no podría regar los campos. Esta primera sentencia abriría la puerta a otros muchos campesinos que perdieron su cosecha por la falta de riego.

La Comunidad de Regantes pidió que se incluyera en el procedimiento la aseguradora Zurich, que declinó cualquier responsabilidad porque la póliza de la Comunidad excluye expresamente de su seguro cualquier responsabilidad por "la interrupción o disminución del suministro de agua por fenómenos naturales, imperativos normativos, decisiones de la misma junta asegurados".

Indemnización de la Generalitat

La Comunidad de Regantes también argumentaba que el agricultor recibió 6.546,21 euros de la Generalitat como ayuda por la sequía. El juez establece que ese dinero no correspondía a la plantación de maíz, sino a otras fincas que estaban sembradas con cebada y triticale (un híbrido de trigo y centeno).

La sentencia afirma que, pese a las indicaciones, el Canal no prohibió plantar maíz, y descarta que el cierre del riego fuera por una causa de fuerza mayor sobrevenida porque "sin negar la situación excepcional que llegó determinada por la fuerte sequía, la demandada [la Comunidad de Regantes] conocía las circunstancias excepcionales de la sequía". La sentencia fija que la información que dio la Comunidad de Regantes a los campesinos "no fue suficiente ni previsora".

stats