Los asesores climáticos de Bruselas rechazan considerar energías verdes el gas y la nuclear
Los expertos critican la propuesta de la Comisión Europea para la lista de inversiones sostenibles
BruselasMás críticas contra la propuesta de la Comisión Europea de incluir el gas y la energía nuclear en la lista de inversiones consideradas verdes. La plataforma de expertos que asesora al ejecutivo comunitario en estas cuestiones rechaza el planteamiento de la Comisión en el diseño de la llamada taxonomía verde. La Plataforma de Finanzas Sostenibles muestra, de hecho, una "profunda preocupación" por el impacto que pueda tener la legislación si Bruselas la aplica tal como está diseñada actualmente.
"El borrador no está en línea con el reglamento sobre taxonomía y la mayoría de los miembros ven un riesgo grave de perjudicar la clasificación", dicen los expertos en el documento publicado este lunes. La Comisión Europea propuso a finales del año pasado que la energía nuclear y el gas sean consideradas inversiones verdes, es decir, tengan incentivos y no penalizaciones a la hora de conseguir inversión privada de cara a la transición ecológica, una propuesta que chocó no solo con el rechazo de las principales organizaciones ecologistas sino de la que también países como España, Alemania, Dinamarca o Luxemburgo se han mostrado en contra.
Los asesores de la Comisión dudan de que la propuesta "funcione en la práctica" y, a pesar de reconocer que la nuclear ya tiene de facto una función en la transición energética, consideran que "esto no la convierte en una actividad verde y sostenible a efectos de la taxonomía", porque el objetivo de esta clasificación es precisamente identificar actividades que contribuyan a lograr los objetivos (y compromisos) climáticos europeos de cara al 2030 y el 2050, cuando Europa pretende convertirse en un continente limpio de emisiones de CO2. El hecho de que se puedan llegar a considerar sostenibles inversiones en plantas nucleares de nueva construcción hasta el 2045 (como ha anunciado Francia) choca, según los expertos, con estos objetivos porque las plantas estarían operativas "demasiado tarde" para contribuir a mitigar el cambio climático. La principal preocupación en este caso son los residuos que se producen en la generación de energía nuclear.
En cuanto al gas, los asesores de Bruselas admiten que "puede jugar un papel" en la transición pero critican el borrador de la Comisión porque no asegura "un rendimiento sostenible" y cuestionan que se avalen inversiones en plantas de gas hasta el 2030 si emiten menos de 270 gramos de CO2/kWh, un umbral que proponen rebajar hasta 100 gramos de CO2/kWh.
Este informe es una de las opiniones que la Comisión Europea ha querido recoger antes de adoptar la normativa, en forma de acto delegado. También la Eurocámara se tiene que pronunciar. Los eurodiputados podrían tumbar la iniciativa solo con una mayoría de 353 votos, pero entre los gobiernos hace falta que sean una veintena con representación del 65% de la población europea para rechazarlo. Después de haber recibido el informe, la Comisión Europea asegura que necesita tiempo para estudiarlo y decidir los próximos pasos.