Macroeconomía

El gobierno español insufla optimismo económico por el consumo y la inversión extranjera

El ejecutivo central eleva al 2,7% el crecimiento del PIB en 2025, situándose el Banco de España en el 2,6%

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, en rueda de prensa después del consejo de ministros.
16/09/2025
4 min

MadridEl consumo privado de las familias y la inversión extranjera son los dos principales elementos que han llevado al gobierno español a mejorar la previsión de crecimiento de la economía para este 2025. En concreto, el ejecutivo de Pedro Sánchez prevé que el producto interior bruto (PIB, el indicador que mide la actividad económica de un territorio) crezca un 2,7% de media el 20 Empresa, Carlos Cuerpo, en rueda de prensa este martes, después del consejo de ministros.

Esto supone una revisión al alza del crecimiento del PIB de una décima en comparación con las proyecciones de abril (2,6%). De cara a 2026, el ejecutivo central prevé que la economía crezca un 2,2%, y un 2,1% tanto en 2027 como 2028. De esta forma, deja negro sobre blanco un escenario para los próximos años ligeramente más optimista que la media de los principales organismos supervisores. "España será la economía avanzada que más crezca [este 2025], y las perspectivas hasta 2028 son positivas, con un crecimiento robusto pese al contexto internacional", ha defendido Cuerpo en rueda de prensa.

La mejora para este ejercicio llega en un momento en que los aranceles de Donald Trump ya han entrado en vigor. De hecho, el ministerio de Economía mantiene que el impacto de la nueva política arancelaria de la Casa Blanca sobre la economía se traducirá en una décima del PIB. A esto se suman las tensiones geopolíticas, marcadas por los conflictos en Ucrania y Gaza.

Precisamente, este martes el Banco de España ha advertido de que el actual escenario geopolítico, con la guerra comercial con Estados Unidos incluida, supone un riesgo a la baja para el crecimiento de la economía sobre todo porque da alas a la incertidumbre. Sin embargo, al igual que el gobierno español, el organismo supervisor también mejora la previsión de crecimiento de la economía española para 2025: ahora prevé que el PIB crezca un 2,6%, es decir, dos décimas más en comparación con la proyección que presentó en junio (2,4%), tal y como ha informado este martes. De cara a 2026, el ente es más prudente que el ejecutivo central y deja el rebote del PIB en un 1,8%. "El crecimiento [económico] en los próximos años se desacelerará gradualmente", afirman desde el Banco de España.

Consumo, empleo e inversión

El crecimiento del segundo trimestre de este año (0,7%) ha sido el detonante que ha llevado al ejecutivo central a mejorar la proyección para 2025. También el Banco de España constata que el comportamiento de la economía en los meses de abril, mayo y junio fue más "vigoroso" de lo previsto. De hecho, el supervisor incluso anticipa un "mayor dinamismo" de la actividad en este tercer trimestre (julio, agosto y septiembre).

Detrás de este escenario macroeconómico el ministro de Economía sitúa los actuales niveles de empleo y de consumo privado de las familias, así como la inversión extranjera. También el Banco de España sitúa el consumo y la inversión como motores de la economía. El ente supervisor explica que ambas cuestiones están estrechamente vinculadas a la bajada de los tipos de interés decidida por el Banco Central Europeo y, por tanto, a la caída del coste del crédito, aunque también ha detectado una mejora de la renta disponible (ingresos) de las familias, que en los últimos meses se ha visto impulsada por la buena marcha de los salarios y el descenso del paro.

El organismo supervisor, sin embargo, advierte que el ritmo de crecimiento de todo ello se moderará. De hecho, habla de "desaceleración" a medio plazo. Además, recuerda que la evolución de los precios energéticos sigue presionando al alza la tasa de inflación prevista para este año (2,5%, según Banco de España).

Finalmente, el Banco de España mejora la previsión de déficit público y lo sitúa ahora en el 2,5% del PIB para 2025, en línea con el gobierno español.

Nuevos presupuestos en el Estado

Además del ejercicio actual, el de 2025, el nuevo cuadro macroeconómico también recoge las previsiones para los próximos tres ejercicios (2026, 2027 y 2028). Estas nuevas proyecciones suponen un avance en la elaboración de unos nuevos presupuestos generales del Estado (PGE) para 2026 –el Estado está funcionando con los presupuestos de 2023.

Ahora bien, el gobierno español debe dar otros pasos en materia presupuestaria, aunque no serán inminentes. De entrada, el ministerio de Hacienda debe aprobar un nuevo techo de gasto y nuevos objetivos de estabilidad. Esto suele presentarse junto con el cuadro macroeconómico, aunque ahora prevé hacerlo a finales de septiembre o principios de octubre. En paralelo, deberá convocar a un Consejo de Política Fiscal y Financiera para comunicarlo a las comunidades autónomas.

Hace dos semanas el gobierno español ya aprobó la orden ministerial para la elaboración de los PGE de 2026, e incluía el gasto en defensa y el impacto de la guerra arancelaria entre las prioridades. Sin embargo, el retraso en el calendario hace difícil pensar que unas nuevas cuentas públicas se puedan aprobar antes de que acabe el año. Tampoco ayuda el toma y daca con los socios de investidura. "Las negociaciones, para que sean fructíferas, deben transcurrir con discreción", ha defendido la portavoz del gobierno español, Pilar Alegría, en rueda de prensa este martes.

Plan para "blindar" la vivienda pública

En la rueda de prensa de este martes también compareció la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, que presentó el Plan Estatal de Vivienda 2026-2030, un programa que el gobierno español prevé aprobar a finales de diciembre en el que propone triplicar la inversión en vivienda hasta el 6'0. el 40% por parte de las comunidades autónomas. El plan, que sobre todo busca hacer crecer el parque público de vivienda, incluye la ayuda de 30.000 euros para alquilar con opción de compra vivienda pública y ayudas a la compra en zonas rurales, entre otros. "Estamos detectando que en las zonas rurales las casas vacías no están adaptadas para entrar a vivir", ha dicho Rodríguez.

"Nos jugamos la dignidad de la vida de la gente y el futuro de la juventud, nos jugamos la democracia, les echaremos en manos de la ultraderecha, que promete soluciones mágicas a problemas complejos", ha añadido la ministra, que ha acusado al PP de alimentar el crecimiento del extremo. "Hay un punto de irresponsabilidad de la derecha por no sumarse a las soluciones, está alimentando el crecimiento de la extrema derecha", ha dicho.

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