Demostración de fuerza del Sabadell para hacer frente a la opa
El banco catalán se reivindica en un emocionado regreso a la cocapital vallesana, que ovaciona a Oliu


SabadellUn aplauso de un minuto de duración, la emoción en la cara del presidente, lágrimas en las primeras filas. Ha sido el momento culminante de la esperada junta general de accionistas del Banc Sabadell celebrada este jueves en la cocapital vallesana. La ovación se la llevaba Josep Oliu, y el mensaje era claro: demostración de fuerza frente a la amenaza de la opa.
Las juntas generales de accionistas de las grandes compañías del Ibex35 son habitualmente actos fríos, burocráticos y que tienen lugar en grandes escenarios que quedan vacíos. Pero la de este jueves en Sabadell no era normal. El Banc Sabadell volvía siete años después a su ciudad natal, después de haber situado la sede social en Alicante después del 1 de octubre del 2017. La junta, además, se ha celebrado con cierto dramatismo: podría ser la última de la histórica entidad catalana, que ahora tiene 144 años, a raíz de la opa hostil presentada por el BB.
La expectación era grande y cerca de un millar de accionistas han ido a la Feria de la cocapital vallesana. El ambiente contrastaba no sólo con las juntas celebradas en Alicante, sino también con las reuniones de accionistas que se habían celebrado en Catalunya antes del 2017 sin la amenaza existencial que supone la opa del BBVA. Josep Oliu, presidente del banco catalán, se ha dirigido a los accionistas con el objetivo de reivindicar el ejercicio 2024, defender el actual proyecto del banco y ofrecer argumentario para convencer a los accionistas de que voten no a la oferta de la entidad de origen vizcaíno.
De 2.000 a 15.000 millones
Respecto al primer punto, Oliu ha sacado pecho de los históricos resultados del año pasado, con 1.827 millones de ganancias y una rentabilidad sobre activos tangibles del 14,9%: "Me satisface decir que el Banco Sabadell es la sociedad que ofreció la mayor rentabilidad por dividendo en 2024 de la banca cotizada española". Todo ello produjo una acusada subida del precio de la acción, que fue del 79% durante el pasado año. El Sabadell, que en el 2020 vivió la dura situación de tener la acción por debajo de los 30 céntimos, tiene ahora los títulos a 2,74 euros y Oliu ya ha anunciado que hay previsiones que apuntan a que la acción podría elevarse por encima de los tres euros este mismo año.
En números grandes: el Sabadell, que valía unos 2.000 millones de euros en el anterior acercamiento del BBVA en el 2020, supera ahora los 15.000 millones de euros de valor.
Oliu, que se ha dirigido en castellano a los accionistas, ha reivindicado también el proyecto del banco. Y tal y como hizo el miércoles en una cena en Barcelona, ha insistido en que el Sabadell opera en el mercado bancario español, para contraponerlo con países menos estables económicamente, como México y Turquía, donde el BBVA tiene gran parte de su negocio. "Nuestra misión es acompañar a los clientes, sean empresas o familias, y España es la geografía donde están mayoritariamente", ha afirmado. También recordó el compromiso del banco con las pymes y que su razón de ser es "convertir sus sueños en realidades empresariales".
El rechazo de los clientes a la opa
Respecto a la opa, Oliu ha recordado que ahora la oferta del BBVA está ya desfasada. "La realidad es que la cotización conseguida por el banco es sustancialmente superior al valor ofrecido en su día por el BBVA". En un discurso de 27 páginas, Oliu ha desgranado los argumentos contra la operación y ha destacado "la predisposición desfavorable de los clientes, puesta de manifiesto en las más de 80 personaciones de entidades y asociaciones frente a la CNMC". También ha asegurado que si la opa prosperara habría "significativas pérdidas de clientes". Una reciente encuesta de ISPD/Netquest para el ARA apunta que hasta un 43% de clientes de la entidad se plantearían cambiar de banco si la operación se hiciera.
Fue al cierre de su discurso, que duró 40 minutos, que Oliu se refirió al esperado regreso de la sede a Catalunya: "Estoy muy satisfecho de haber podido celebrar esta junta aquí, de vuelta a Sabadell, la ciudad de la que toma nombre el banco, donde nació, y donde yo nací", dijo. La larga ovación que ha recibido le ha obligado a levantarse y saludar a los accionistas y ha permitido ver la emoción en un financiero del que se dice que lloró en el 2017 cuando decidió que la sede del banco se marchaba a Alicante.
Una votación a placer
Fruto del clima de excepcionalidad que ha rodeado a la junta, el capital que estaba representado (presencial y telemáticamente) ha llegado al 70,2%, muy por encima del 61,9% de la que fue la última reunión de accionistas celebrada en Alicante.
Y pese a las críticas de los sindicatos por la situación laboral de la red comercial del banco y el tradicional cuestionamiento de los préstamos a empresas de la industria militar de Banca Armada, el hecho es que la votación de los puntos del orden del día se ha resuelto con mucha comodidad para el banco catalán, y todos han quedado aprobados.
El Sabadell se ha rearmado moralmente en plena opa, pero la tranquilidad le durará poco. Este mismo viernes se espera que la junta del BBVA dé un apoyo abrumador a la gestión de Carlos Torres, ya principios de abril Competencia hará un dictamen más favorable al banco comprador que al catalán.
Al acabar la junta el presidente, Josep Oliu, ha indicado que el día de hoy ha sido muy emocionante, pero que lo será más si el próximo año se puede repetir (lo que indicaría el fracaso de la opa del BBVA).