Catalunya al revés
Los empresarios cambian de rival a la hora de pedir inversiones en el aeropuerto de El Prat
Quién nos lo iba a decir. En 2007, los principales empresarios y directivos catalanes se encontraron en el Iese para pedir al gobierno español la gestión no centralizada y más inversiones en el aeropuerto de El Prat. En cambio, catorce años después han hecho otra reunión –esta vez en Esade, a 700 metros de distancia– en la cual la petición es que la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona no se opongan a las inversiones que Aena (gobierno central) quiere hacer en El Prat. El mundo (Catalunya, en concreto) al revés. La gestión descentralizada también ha caído por el camino, por cierto, y casi nadie parece echarla de menos.
Hay otras diferencias respecto al 2007. Aquella vez se reunieron casi 900 empresarios. Esta vez eran unos 120, quizás por culpa de la pandemia. Pese al covid, los asistentes se dan las manos con pocas manías: la vacunación posiblemente permite volver a las convenciones de toda la vida. En el acto están todos los presidentes de patronales e instituciones empresariales catalanas, como Josep Sánchez Llibre (Foment), Antoni Cañete (Pimec), Antoni Abad (Cecot), Javier Faus (Cercle de Economia ) y Elena Massot (Femcat), pero llama la atención la ausencia de los primeros ejecutivos de las principales empresas catalanas. En 2007 estaban los presidentes de Gas Natural, La Caixa, el Sabadell y Abertis. Incluso del Barça, que entonces también lideraba Joan Laporta, o los líderes sindicales. Esta vez no han repetido. Del Íbex catalán solo han acudido Tobías Martínez (Cellnex) y Jorge Gallardo (Almirall). Sí que participan, en cambio, el histórico Antoni Brufau, presidente de Repsol, así como José Luis Bonet (Cámara de España), José Creuheras (Planeta) y Salvador Alemany, que cuando presidía Abertis ambicionó la gestión del aeropuerto de El Prat. Y estuvieron a punto de conseguirla.
Los dos actos también presentan algunas similitudes: Andreu Mas-Colell ha sido uno de los impulsores del encuentro, como lo fue hace tres lustros. Entre los presentes había un cierto desconcierto del porqué de estos obstáculos que ahora aparecen, después de toda una vida pidiendo más inversiones en infraestructuras. "Hemos pedido más inversiones al Estado y sería absurdo ahora no aprovecharlo", dice Mònica Roca, presidenta de la Cambra de Barcelona, cuya intervención no convence a algunos, como Antoni Brufau, que prefiere no aplaudirla. A su vez, Sánchez Llibre cierra su discurso proclamando que "los sectarismos ideológicos no podrán pasar por encima de los intereses de toda la sociedad". Brufau aplaude.
A la salida, los impulsores son optimistas y creen que, poco a poco, se conseguirá una solución para poder ampliar el aeropuerto. Pero hay prisa. "El acuerdo tiene que ser muy rápido", ha afirmado Sánchez Llibre. Y esto ya es toda otra cosa.