Comercio

El consumidor catalán, el que más valora la proximidad y el que menos mira el precio

Un informe de Aldi sobre compra de productos frescos apunta también que los compradores catalanes valoran más las denominaciones de origen cercanas

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Fruites y verduras expuestas en un supermercado de Barcelona.

BarcelonaLos compradores catalanes son los que valoran más los productos de proximidad de toda España. Además, son los que prestan menos atención al precio a la hora de comprar, según el estudio Observatorio de frescos, publicado este jueves por la cadena de supermercados Aldi, que analiza la evolución de las compras de estos productos tanto en Catalunya como en el Estado.

Un 37% de los consumidores catalanes consideran un factor decisivo en la compra de frescos que el producto en cuestión se haya producido cerca de donde viven, seis puntos por encima de la media española, y la cifra sube todavía más en la fruta y la verdura. En el caso de la fruta, el 39% de los compradores catalanes lo tienen en cuenta ante un 28% de los españoles, mientras que con la verdura el número es todavía superior, del 40% ante el 32% de la media estatal.

En este sentido, el informe destaca que los catalanes valoran especialmente los productos con sello de Denominación de Origen Protegida (DOP) e Indicación Geográfica Protegida (IGP), dos indicativos otorgados por la Unión Europea que valoran la calidad y los procesos de elaboración tradicionales de alimentos. Catalunya es la comunidad autónoma donde los consumidores tienen más en cuenta "la proximidad como motivo para comprar productos con DOP e IGP", apunta el documento.

Catalunya también destaca por ser el territorio donde los compradores miran menos el precio a la hora de adquirir frescos. En este sentido, el estudio destaca que la proporción de catalanes para los que el precio es un factor importante cuando compra frescos es seis puntos inferior a la media española: un 38% comparado con el 44% de toda España. Así mismo, un 44% de los compradores valoran positivamente la sostenibilidad de los productos, siete puntos más que en el global del Estado.

En el sector de la distribución, se consideran alimentos frescos la carne, los embutidos, el pescado, la fruta, la verdura, los huevos y el pan. Además, este tipo de productos acostumbran a tener "un nivel de planificación muy alto" a la hora de hacer la compra, a diferencia de alimentos de otros tipos, como los dulces o el chocolate, que tienen una compra más impulsiva, ha explicado Ignacio Cid, director de investigación de la cadena alemana y responsable del informe.

Cae el gasto respecto al 2020

De media, en España una familia gasta unos 1.900 euros anuales al comprar frescos, lo que representa un 41% del gasto familiar en alimentación. El dato está un 8,6% por encima del gasto del 2019, el último año antes de la pandemia, pero por debajo de los 2.192 euros anuales del 2020, cuando el gasto en alimentación en general, y en frescos en particular, en los supermercados se disparó debido a los confinamientos y a las restricciones al sector de la restauración. Una de las razones de la subida el año pasado es el encarecimiento de los precios de los alimentos por los desabastecimientos y el aumento de precios de los combustibles, un fenómeno que previsiblemente irá a más este año, puesto que la inflación está todavía más alta, ha dicho Cid.

Según Cid, los últimos años en el conjunto del Estado ha caído "ligeramente el consumo de proteína animal y pan fresco". "No podemos decir que es una tendencia agresiva, es suave", ha añadido.

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