Comercio

Las cuatro crisis de abastecimiento que amenazan la campaña de Navidad

La energía, las materias primas, el transporte y los semiconductores y chips ponen en peligro los suministros

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Imagen de archivo de gente en Barcelona haciendo sus compras navideñas.

BarcelonaCuatro son las crisis de abastecimiento que la industria está viviendo actualmente y que están provocando problemas de suministro que todavía se pueden alargar unos cuantos meses. Un hecho que podría comportar que algunos de los preciados objetos y regalos de Navidad no lleguen a tiempo. La salida de la pandemia ha dejado unos cuellos de botella en las cadenas globales que se han traducido en una subida de los precios energéticos, un encarecimiento y escasez de materias primas, la falta de chips y semiconductores y problemas de transporte y logística, con un encarecimiento importante de los fletes y un alargamiento de los plazos a la hora de entregar las mercancías.

Todo esto tiene dos consecuencias claras: primero, el encarecimiento de los productos que compramos (tal como lo demuestra la inflación: en octubre los precios crecieron un 5,4%), y segundo, retrasos en el transporte.

Un empresario portuario explicaba que, hasta la crisis del covid, un contenedor se podía embarcar prácticamente el día siguiente de encargarlo. “Ahora se puede hacer igualmente, pero puedes tardar 15 o 16 días”, decía este empresario. El covid comportó confinamientos y cierres de puertos, primero en la China y el Sudeste Asiático y después en Europa y América. Esto provocó que se acumularan contenedores en algunos puertos, y ahora estén mal repartidos. La escasez de contenedores ha casi multiplicado por 10 el coste de un envío, explicaba la patronal Pimec, y se ha pasado de unos 1.500 dólares por contenedor a casi 15.000.

El problema no es solo el coste, sino también “la falta de fiabilidad de cuándo llegará la mercancía”, explica Pere Relats, presidente y consejero delegado del grupo Relats y presidente de Amec, una asociación de empresas industriales exportadoras. “Antes, un contenedor desde Asia tardaba 4 o 5 semanas, ahora tarda 6, 8 o hasta 12”, explica.

Esta crisis del transporte es coyuntural, según el economista Joan Tristany, director general de Amec. “Volverá la normalidad y, si no, habrá más contenedores o más barcos”, argumenta. De hecho, Pere Relats apunta que los problemas logísticos, que existen, “no son un problema a la hora de hacer llegar productos a los clientes”. El problema, explica, es más cuando llegan los suministros de tus proveedores. Al problema de los contenedores y los barcos hay que sumar, además, la falta de conductores de camiones, cosa que también dificulta el transporte. En España se calcula que faltan 15.000 conductores de camiones, y en todo Europa unos 400.000, según datos de International Road Union.

Arriba, la evolución y la previsión de los precios de la energía (en azul, el gas natural, en rojo, el carbón, y en amarillo, el petróleo crudo). Abajo, el tiempo de retraso de los suministros (en azul, la Unión Europea, y en rojo los Estados Unidos)

A los problemas de transporte y logística hay que sumarles la escasez y el encarecimiento de las materias primas, los chips y los semiconductores. “El aumento de los precios de las materias primas es tóxico para la economía y los mercados”, explica Vincent Chaigneau, director de análisis de Generali Investments. Las causas son, según este experto, que mengua el margen de las empresas y el poder adquisitivo de los consumidores y podría provocar un endurecimiento de la política monetaria.

Esto afecta a toda la industria y también a la construcción. Un 40% de las constructoras han roto contratos o paralizado obras por el encarecimiento de las materias primas y su escasez, explica la Cámara de Contratistas de Obras de Catalunya. Según Pere Relats, las empresas se han tenido que adaptar y, acostumbradas a trabajar just in time , han tenido que pasar a acumular stocks para no tener que paralizar la producción.

En el caso de los chips, Seat, Ford, Stellantis y otros fabricantes de coches han tenido que aplicar un ERTE y cerrar algunos días las fábricas. La producción mundial de automóviles se reducirá en 7,1 millones el 2021, según May López, investigadora de EAE y directora de desarrollo de la Plataforma de Empresas para la Movilidad Sostenible. El presidente de Seat, Wayne Griffiths, explicó que la producción se ve afectada por la falta de chips justo cuando hay mucha demanda. Esto retrasa los ritmos de fabricación y provoca retrasos de meses en la entrega de los coches a los consumidores.

Para Pere Relats, sin embargo, la falta de chips se habrá solucionado hacia 2023, porque la decisión de aumentar la capacidad de producción ya se ha tomado en Europa y en los Estados Unidos.

De todos estos problemas que afectan a la producción en las empresas catalanas, el encarecimiento de la energía “es el más crítico”, apunta Joan Tristany.

Una huelga que pone más presión

El Comité Nacional del Transporte por Carretera ha convocado tres jornadas de huelga entorno a los días de Navidad: del 20 al 22 de diciembre, cosa que añadirá más presión a los problemas de abastecimiento. Es una huelga patronal de camioneros que se sienten abandonados por el Estado. Los transportistas catalanes del Gremio de Transportes de Cataluña, encuadrados dentro de la Cecot, también se han sumado.

El comité ha explicado que la paciencia del sector se ha agotado, después de varios años de negociación alrededor del paquete reivindicativo, con temas como la prohibición que los conductores hagan la carga y la descarga de los camiones, la no implantación de Euroviñeta, la aplicación obligatoria de la cláusula de revisión del coste del combustible y la construcción de áreas de descanso seguras para los profesionales.

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