¿Cómo afecta a la sostenibilidad a nuestras inversiones?

Cada vez más, las empresas y la sociedad están concienciadas sobre la necesidad de aplicar acciones sostenibles en el día a día. Hace 50 años, la sostenibilidad se veía como sólo un coste para las empresas; ahora, es una necesidad. Como inversores también podemos pivotar nuestras inversiones en empresas más sostenibles. Sin embargo, no se nos garantiza que el retorno sea superior o el riesgo más reducido.

Hace 10 años había empresas líderes en aplicar los criterios de sostenibilidad o ASG (ambiental, social y de gobernanza) en sus estrategias e, incluso, se decía que en situaciones de volatilidad en el mercado eran más estables. Hoy en día, se ha perdido esta diferenciación, ya que todas las empresas, bien de forma voluntaria o de forma forzada a través de la legislación, aplican políticas similares.

Si queremos invertir en criterios ASG, podemos hacerlo a través de los índices de sostenibilidad. Los fondos de inversión especializados realizan la selección por nosotros. O bien podemos ir a la fuente de la información y elegir la cartera nosotros mismos. En el mercado existen cerca de 600 compañías distintas que valoran con sus propios criterios si las empresas cotizadas son sostenibles o no. Ya podéis imaginar que saldrán tantos resultados y rankings como empresas se encargan del análisis (la fiabilidad no es la mejor). Y no siempre estaremos de acuerdo. Por poneros un ejemplo: Tesla no es considerada una empresa sostenible y no por la extracción de sus materias primas o por el desgaste de la batería de sus coches, sino por la gestión que se realiza desde el consejo de administración.

Sólo hay un problema. Todas las empresas son ahora sostenibles, pero ¿cuáles lo son realmente? Justamente por eso, en algunas partes del mundo como en EE.UU., se ha empezado a prohibir el uso ASG en las inversiones.