La afición de la madre de Miquel que vale 12 millones de euros
La elaboración de jabones caseros con ingredientes naturales inspiró la creación de Freshly Cosmetics, que ha revolucionado la cosmética
Hacía años que la madre de Miquel Antolín, cofundador de la empresa de cosmética Freshly Cosmetics, con sede en Reus, hacía jabones y cremas con ingredientes naturales como ceras, aceites vegetales y plantas. Su hijo los repartía entre sus compañeros de ingeniería química de la Universidad Rovira i Virgili, entre ellos Mireia Trepat y Joan Miralles. Acabados los estudios, Trepat y Antolín empezaron a trabajar en dos industrias mientras que Miralles colaboraba en un proyecto de investigación después de haber realizado un máster en Estados Unidos. "Los trabajos estaban muy enfocados a la producción y no nos acababan de gustar", recuerda Trepat.
Los tres decidieron dar un giro y decantar su vida laboral hacia el emprendimiento, que era lo que realmente les gustaba. “Exploramos el tema de aplicaciones móviles pero enseguida vimos claro que no podíamos hacer nada porque ni teníamos conocimientos suficientes ni acababa de motivarnos”, explica. En medio de la lluvia de ideas se puso sobre la mesa la afición de la madre de Miquel y decidieron investigar si había empresas de cosmética natural enfocadas a un entorno digital. Lo único que encontraron fueron los pocos productos que se comercializaban en herboristerías y tiendas de comercio local. "Ya teníamos claro el objetivo: intentar aproximar la cosmética natural efectiva a un público milennial", explica Trepat.
El primer paso fue llamar a laboratorios cosméticos de Barcelona y preguntarles si podían visitarlos para contar la idea y conocer el sector. "Al principio no teníamos nada claro, no sabíamos ni qué producto formular ni cómo debía ser", recuerda la cofundadora. Tras meses de visitas y de investigación del sector, el último laboratorio que visitaron decidió apostar por su proyecto. "Nosotros teníamos claro que, aprovechando nuestros conocimientos, decidiríamos los ingredientes que formarían el producto y el laboratorio determinaría la cantidad para que fuera el máximo de eficiente".
La primera línea la decidieron en la habitación de un piso de Reus, que hacía de sede de la empresa. En febrero de 2016 salía a la venta en su página web: champú para pelo, gel de ducha, tónico facial y crema y exfoliante corporales. “Empezamos por productos que nos aplicamos a diario y, por tanto, que tienen un impacto muy grande sobre nuestra piel, salud y organismo”, puntualiza Trepat.
Las redes sociales fueron la clave para darles a conocer, sobre todo Instagram, donde actualmente cuentan con cerca de 350.000 seguidores. La otra vía fueron las influencers. "Buscamos un perfil que se identificara con una vida saludable", como el de la nutricionista Carla Zaplana, y fueron ampliando la cartera.
Las ventas enseguida se dispararon y eso les permitió ampliar la gama de productos. De hecho, las cifras obtenidas en estos casi cuatro años impresionan. En el 2016 le cerraron con una facturación de 300.000 euros, al año siguiente ya alcanzaron el millón, en el 2018 lo cerraron con cuatro millones y este año prevén doce. Enseguida dejaron la habitación del piso que hacía de sede para ir al Tecnoparc de Reus, y hace ya escasamente un mes que se han trasladado a unas oficinas propias también en la capital del Baix Camp. La sede no ha sido el único cambio: la plantilla ha pasado de los cuatro fundadores -los tres compañeros de universidad y la madre de Miquel- a superar al centenar de trabajadores.
El último paso que ha dado la compañía es abrir su primera tienda física en la calle Portaferrissa en Barcelona. En diciembre del 2017 ya se había realizado una primera cata abriendo una tienda pop-up durante doce días en el Born. "Queríamos tener el contacto directo con el cliente y hemos optado por Barcelona porque queríamos que la primera fuera en nuestra tierra", explica Trepat. El objetivo es expandirse pero por el momento quieren esperar para ver cómo funciona esta primera apertura. Sin embargo, sí tienen claro que en el 2020 inaugurarán al menos otra, y en este caso el emplazamiento escogido es Madrid.
Pero Freshly Cosmetics no sólo ha hecho hueco en España. El 10% de su facturación corresponde a las ventas internacionales, concentradas en Italia -el primer país extranjero en el que empezaron a vender-, Francia y Reino Unido. Los próximos mercados de la lista, por el momento todos en Europa, serán Alemania y Bélgica. Aparte de la sede en Reus, la compañía cuenta con un centro logístico en Gandesa, donde llega toda la producción, que después se distribuye. Su máxima responsable es el alma del negocio: la madre de Miquel.
