Hablemos de dinero

Berta Mayral: "El mundo de las redes está demasiado bien remunerado"

La creadora de contenidos explica sus trabajos y su relación con el dinero

Berta Mayral
Júlia Riera Rovira
23/05/2025
3 min

Después de que se viralizara una entrevista que le hicieron en la calle, Berta Mayral (Barcelona, ​​2001) tuvo otros 20.000 seguidores en las redes sociales. Aprovechó la ola, se hizo conocida y ahora se dedica a crear contenido en su cuenta de TikTok y en Instagram, donde tiene más de 95.000 y 37.000 seguidores, respectivamente.

Con la paga semanal Mayral recibía el primer dinero: "Yo en aquella época fumaba, y decía: «10 euros para puerros y 10 euros para lo que me apetezca». Ya lo he dejado, y miro atrás y digo: «Qué tonta que era, porque les podría haber ahorrado»". "Cuando cumplí 18, tanto mi padre como mi madre se plantaron y me dijeron: «Ahora tienes que buscarte la vida y debes empezar a trabajar»". Así pues, se puso a trabajar en la hostelería: "Me di cuenta de lo sacrificado que es ganar dinero, porque estaba pleno verano, trabajaba los fines de semana y de noche". Esto significaba recortar la vida social durante las vacaciones: "Yo siempre he sido muy espabilada y como sabía que el trabajo no podía cambiarlo porque me daba mucho dinero, porque la noche y la restauración dan mucho dinero, conseguí que mi jefe contratara a mis mejores amigas". Así, acabó disfrutando mucho.

Más adelante, la instagramer compaginaba la restauración de los fines de semana con el trabajo de monitora de comedor y los estudios de antropología social y cultural: "Quería priorizar los estudios e iba muy cansada. Era muy duro el horario del fin de semana. Era de las ocho de la tarde a las cuatro de la mañana". "Quería dinero no por ser rica, sino porque gasto mucho", asegura. Y el hecho de ir presencialmente a clase complicaba tener un trabajo en los días laborales. Así que optó por estudiar el grado a distancia y empezar a trabajar entre semana en la empresa familiar de su padre, de centros médicos. El estudiante asegura que, al ser una persona responsable, estudiarlo en remoto ha sido un acierto. Y añade: "Me gusta culturizarme y aprender. Y quiero tener una carrera por lo que pueda pasar el día de mañana".

En cuanto a las finanzas personales, donde más dinero se gasta es en la vida social: "Mis amigas quieren viajar, «Venga, viajamos». No lo pienso". Le gusta mucho socializar, está poco tiempo en su casa y eso implica a menudo gastar mucho fuera. Además le gusta mucho comer: "Me gusta pedirme un buen vino. No me duele gastar en esto. Es un problema, porque cuando paso la tarjeta no digo: «Qué mal»".

En los últimos años ha aprendido a ahorrar, y se pone un tope al que se puede gastar: "Los ingresos que me entran de las redes sociales van directos a una cuenta de ahorros. Y lo que me gasto en el día a día es lo que yo gano, con Shark y en el centro médico". Sin embargo, asegura que podría dedicarse únicamente a hacer patrocinios en las redes sociales: "Está demasiado bien remunerado, no entiendo cómo se cobra tanto. Flipo por el poco trabajo que es porque, mientras, yo puedo tener dos trabajos más. O sea, se paga muy bien". Actualmente, además de trabajar en el centro médico, también promociona y forma parte del equipo de Shark, una empresa que organiza fiestas y eventos: "Me propusieron trabajar juntos, me dieron mucha libertad y estoy muy cómoda. Es un equipo joven que está emprendiendo con la marca".

Pero las redes realmente sólo son un medio para conseguir lo que quiere: "Ojalá sea una fuente de ingresos más o menos estable para poder hacer lo que realmente me gusta, que es escribir". Aunque le gusta comunicar, su sueño nunca ha sido influencer: "Llevo cinco años escribiendo una novela y ya está más o menos terminada". Ella quiere tener un espacio en internet en un futuro donde poder hablar y promocionar sus libros.

Más cómoda en catalán

Las peores decisiones financieras de la tiktoker han sido no empezar a ahorrar antes y financiar móviles: "Hubo meses que cobraba 600 euros, pero estaba pagando 180 de dos móviles, uno que había perdido y el nueve que tenía. Estaba muy triste cuando veía que me lo sacaban de la cuenta. No hay que financiar. Como dice mi padre, no compres con lo que no compres". En cambio, la mejor decisión ha sido apostar por hacer el contenido en catalán en internet: "Me decían: «Hazlo en castellano». Yo dije: «No, me siento más cómoda en catalán», y creo que puedo sacarle más rentabilidad. Y sí, es una buena decisión, porque todavía hay un mercado que no está cubierto y entonces es más fácil entrar y crecer".

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