MEDIO AMBIENTE

Las bolsas de basura que salen del contenedor

Relevo Contigo se hace un agujero en el mercado aplicando los principios de la economía circular

Xavier Grau
3 min
Las bolsas de basura que salen del contenedor

La idea inicial salió de un paseo por el bosque. “Iba con la familia y recogimos mucho plástico”, explica Álvaro Salmerón, cofundador de Relevo Contigo, una empresa que se dedica a fabricar bolsas de basura con plástico reciclado. Con sólo cinco años de vida, la compañía factura ya unos tres millones de euros anuales y tiene 75 trabajadores. Una de las claves es el control de todo el proceso, incluyendo una fábrica en Valencia, donde se realizan las bolsas. ¿Por qué en Valencia? "Pues porque hay una buena cultura del reciclaje y porque la familia Soria, principal accionista, es de allí", dice Salmerón.

La empresa ya es rentable con cinco años, pero lo que gana se destina a la reinversión y el crecimiento, explica el cofundador. Ahora la clave es ganar cuota de mercado frente a las bolsas tradicionales de plástico virgen (de nueva producción). El viento sopla a favor. La emergencia climática y la demonización del plástico ayuda a conseguir que el cliente con conciencia medioambiental, cada vez más frecuente, opte por las bolsas de Relevo Contigo. Existe otro factor que también ayuda. La empresa ha logrado que su producto sea en los lineales de grandes cadenas de distribución como Carrefour, Alcampo, Eroski, Caprabo o El Corte Inglés. Salmerón, que antes fue directivo de una empresa del sector de la alimentación, tenía los contactos adecuados y el conocimiento suficiente del mundo de la distribución.

La empresa se hace fundar en 2014 en un coworking, y los dos primeros años vivió a puerta cerrada, haciendo las pruebas de producción para llegar a los objetivos marcados: hacer unas bolsas de basura 100% recicladas, con una calidad un 20% superior a las que se realizan con plástico virgen, certificadas internacionalmente -lo están en Alemania y en la Unión Europea- y que fueran más baratas que las bolsas tradicionales. Según Álvaro Salmerón, su producto es un 20% más barato que el de marca.

Las bolsas de Relevo tienen su origen en tres puntos: el plástico de los contenedores amarillos, el proveniente de la industria y el que ha tenido uso agrícola, en concreto el rechazo de los mares de plástico, los invernaderos tan habituales al sur de la Península. Una vez llega a la fábrica, se limpia, se tritura y se convierte en unas pastillas -denominadas granza- a partir de las cuales, por estiramiento, se realizan las bobinas de plástico reciclado de las que se fabrican las bolsas.

“Es muy importante tener una buena red de proveedores de plástico usado”, explica el cofundador de la empresa, pero también “ha desarrollado el know how para saber tratarlo”.

Unos 4,2 millones de kilos de plástico ya han sido reutilizados por esta empresa. Su filosofía es que se trata de un producto a restringir. Sin embargo, en casos en que se considere necesario que sea plástico reciclado. Por ejemplo, explica Salmerón, los coches son más eficientes, gastan menos combustible y generan menos emisiones cuando pesan menos y, muchas veces, esto se logra con el uso de piezas de plástico. Lo importante, apunta, es que sea plástico reciclado, no virgen.

Además, añade Salmerón, no sólo el plástico del contenedor amarillo, el de los envases, es reciclable. Por ejemplo -concreta- las bolsas de basura que van al contenedor marrón, el de basura orgánica, también se pueden recuperar. La empresa cree que es importante que los futuros clientes sepan que tienen la opción de utilizar bolsas 100% recicladas y por eso centra sus esfuerzos en darse a conocer en las redes sociales, donde ya cuenta con más de 50.000 seguidores.

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