El espacio 'cuqui' para competir con los grandes del cotrabajo

Los grandes operadores del coworking del mercado de oficinas en Barcelona. Empresas como WeWork, Aticco, Cloudworks, Spaces o Utopicus han desembarcado con gran fuerza abriendo espacios de trabajo compartido en edificios de oficinas de última generación. Durante 2019 estos espacios flexibles de trabajo han casi triplicado su superficie en la capital catalana. Y sólo en el último trimestre del año se cerraron cinco operaciones que suponen el 18% de la superficie de oficinas alquilada, según los datos de la consultora Savills Aguirre Newman.

Pero con las oficinas compartidas está pasando como con el turismo, en el que, para competir con los gigantes del sector, han surgido los hoteles boutique, más pequeños, que cuidan el diseño y miman al cliente. Un ejemplo de estos espacios de trabajo más cuidados es Meet BCN, un negocio surgido de la necesidad que se ha adaptado para hacer frente a la dura competencia. Isabel Pérez, ingeniera y emprendedora, empezó a trabajar desde casa durante la crisis, pero quería tener una oficina, creando Meet BCN, un espacio de trabajo compartido.

En la zona más noble del Eixample, en lo alto de la rambla Catalunya, dispone de 200 metros cuadrados de un piso señorial, restaurado y decorado con bastante gusto, donde pueden trabajar casi una treintena de personas, en mesas individuales o despachos privados. También disponen de salas de reuniones y servicios como internet, recepción y telefonista.

Los clientes son fieles -algunos han estado siete años- y aprecian el trato que reciben. "Los grandes espacios tienen más rotación", explica López, mientras que "aquí hay más dinámica de relación personal, tanto entre los coworkers como entre ellos y nosotros, los gestores”. En su opinión, la clave es la relación casi familiar que se establece en el espacio de trabajo. "Hagamos comunidad", dice.

El negocio es rentable, explica la fundadora del espacio, que empezó con un crédito y capitalizando el paro, aunque puede ofrecer unos precios que, en promedio, son inferiores a los de las grandes empresas del sector. Y, a diferencia de sus grandes competidores, considera que su oferta favorece mucho más la relación de sus ocupantes, entre ellos abogados, representantes de futbolistas o diseñadores de joyas y de aviación, entre otros. Para cohesionar más las relaciones, también organiza actos en las instalaciones, aunque no son masivos como los de las multinacionales del coworking, que tienen espacios con mayor capacidad.

Para completar el negocio, también ofrecen servicios de oficina virtual. Un cliente sin estar físicamente allí puede tener la dirección en la rambla Catalunya, un telefonista que le tome las llamadas y alquilar las salas de reuniones.