La fiebre del canguro: irse a Australia para esquivar el paro
La agencia Trekyourway gestiona todos los trámites para irse a aprender inglés y trabajar en el país oceánico con un visado de estudiante
Vender la casa, comprar un billete de avión y poner rumbo a Australia. Sergi Romagosa trabajaba en la construcción cuando estalló la crisis y su negocio se sumó a la lista de empresas que la burbuja inmobiliaria condujo a la ruina. Tenía 43 años, ganas de trabajar y pocas oportunidades en un mercado laboral marcado por el paro. La respuesta a su situación la encontró en la otra punta del mundo. Convenció a su mujer para venderse su moto y su casa y pasar a vivir de alquiler. Con el dinero, se pagó un curso de inglés y un billete rumbo a Sidney para irse a estudiar a Australia. La aventura sólo duró cuatro meses, pero Romagosa regresó de las antípodas con una idea de negocio bajo el brazo. "En un principio, me propuse gestionar años sabáticos para australianos que quisieran aprender castellano en Barcelona", explica. El proyecto lo hacía con una socia australiana, pero ella lo pensó y el negocio no prosperó. Entonces Romagosa decidió girar la tortilla y crear Trekyourway, una agencia para gestionar los visados de personas que, como él, buscaran una nueva oportunidad en Australia.
La empresa hace de intermediaria entre los alumnos y una cincuentena de escuelas de idiomas y ofrece un paquete completo: curso de inglés, alojamiento, trámites para conseguir el visado e incluso certificados laborales específicos para trabajar en hostelería o construcción. El visado de estudiante australiano permite trabajar un total de 20 horas semanales, siempre que el recién llegado siga algún tipo de formación. De hecho, el documento incluye también la posibilidad de hacerse autónomo, dentro de unos límites de facturación, para complementar el salario. Según Romagosa, los sueldos elevados son una de las principales razones -junto con el buen clima y el aprendizaje del inglés- que empujan a los estudiantes a subir al avión.
“Hay personas que se han ido con 800 euros a la cuenta y han vuelto con 5.000, pero eso siempre depende mucho de la actitud con la que se vayas”, razona. Sin embargo, la empresa recomienda emprender el viaje con un mínimo de ahorros, ya que no puede garantizar cuándo se encontrará trabajo. Sin embargo, Romagosa admite que con un 5,6% de paro, encontrar trabajo en Australia en la hostelería o en servicios de limpieza es prácticamente una cuestión de días.
La agencia empezó a organizar los viajes de estudios hace seis años, antes de que la moda del año sabático australiano tomara tanto vuelo, pero poco a poco ha añadido nuevas opciones. Nueva Zelanda y Canadá son los demás destinos estrella. Trekyourway no quiere dar cifras sobre su facturación, pero la empresa ha pasado de enviar a 15 alumnos al extranjero en el 2010 a 140 en el último año. Además, desde hace unos meses cuenta con otra pata, la academia Trek Language en Barcelona, que ofrece cursos de inglés para conseguir el certificado IELTS, uno de los requisitos del gobierno para poner pie en el paraíso oceánico.