LABORAL

Invertir en la salud de los trabajadores también es un negocio

La empresa catalana Biwel ha demostrado en menos de cinco años que apostar por los planes de salud para la plantilla es una inversión rentable

Natàlia Vila
2 min
Invertir en la salud de los trabajadores también es un negocio

“Tenemos estudios propios que demuestran que implementar el ejercicio físico de la plantilla como método preventivo, entre 10 y 30 minutos diarios, puede tener un retorno de la inversión de dos euros por cada euro invertido dos años después”, asegura Estel Mallorquí, la fundadora de Biwel. Esta emprendedora catalana empezó como autónoma en 2012 y dos años más tarde, en 2014, constituyó la empresa con la que se dedica a proporcionar planes de salud para otras compañías.

“La empresa es quien nos paga, pero nuestro cliente real es el trabajador”, explica Mallorquí, que añade que el objetivo final es “ayudar al bienestar de las personas”. "Yo soy licenciada en ciencias de la actividad física y el deporte y monté la empresa para llegar al máximo de gente posible", explica.

El hecho es que, en menos de cinco años, Mallorquí ha podido demostrar que, aparte del bienestar personal de los trabajadores, invertir en salud laboral también puede ser un negocio para las empresas: “Existe un impacto directo cuantificable en la reducción de las bajas laborales, pero, además, hay otros beneficios más indirectos, porque mejorar las condiciones de vida de las personas y su bienestar también hace que sean más productivos en el trabajo ”. Y esto ayuda a los resultados.

Según Mallorquí, sin embargo, por ahora las empresas que reclaman sus servicios (planes integrales de salud de ejercicio, de alimentación, de hábitos saludables y de bienestar emocional, entre otros) no buscan “ negocio”, sino que lo hacen de forma “altruista”. “Las empresas que todavía tienen la cultura del látigo nunca vendrán a buscarnos a nosotros; las que lo hacen es porque realmente creen”, reconoce Mallorquí.

Entre estas empresas hay algunas tan importantes como Henkel, Kern Pharma, Freixenet, Cirsa, Agbar y la Generalitat de Catalunya. "Por 3.000 euros puedes tener un plan implementado en tu empresa, es una cifra pequeña para las que tienen grandes facturaciones", admite la fundadora de Biwel.

El cambio de cultura empresarial en cuanto a la salud de los trabajadores se empieza a notar en los resultados. En 2017 Biwel cerró la primera ronda de inversión por valor de 185.000 euros. El ejercicio cerró con una facturación de 82.000 euros pero el ritmo de acuerdos y la demanda hacen que las previsiones sean meteóricas: “En 2018 esperamos facturar 350.000 euros, un 426% más, y entrar en números verdes, y en 2019 calculamos llegar a los 850.000 euros de facturación”. Con estos planes, Mallorquí ya se plantea nuevos retos. La compañía prepara el salto al otro lado del Atlántico para abrirse a nuevos mercados, Latinoamérica. "Ya estamos estudiando cuáles serían los mejores países", admite Mallorquí.

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