¿Por qué no gano con las inversiones en Estados Unidos?

Pese a las tensiones geopolíticas, las políticas de Trump y las noticias cotidianas, la bolsa estadounidense sigue marcando máximos históricos día tras día. De hecho, en todo el mundo parece que los mercados bursátiles se resistan a caer de forma significativa. Sin embargo, si tiene inversiones en EE.UU. –sea directamente mediante acciones oa través de fondos de inversión– habrá comprobado que sus rendimientos no son tan elevados como podría parecer. ¿Por qué ocurre esto?

La respuesta está en el efecto del cambio de divisa: la debilidad del dólar está reduciendo parte de la rentabilidad generada por la subida de las acciones. A fecha de este artículo, se pagan 1,17 dólares por cada euro. El 1 de marzo, en cambio, la paridad era casi total y por un euro se obtenían 1,03 dólares. Esto significa que en sólo seis meses el dólar ha sufrido una devaluación cercana al 15%. Por mucho que las posiciones bursátiles hayan subido, si no lo han hecho por encima de ese 15% en realidad estamos asumiendo pérdidas. E incluso cuando la revalorización alcanza el 20%, el beneficio final una vez convertido a euros resulta mucho más modesto de lo que podríamos esperar.

Por eso, a la hora de invertir en mercados extranjeros, hay que tener muy presente el riesgo de divisa. Para los inversores más experimentados existen instrumentos de cobertura como los contratos de futuros; y para los más novatos, los fondos con protección de cambio que pueden ayudar a minimizar ese impacto y proteger la rentabilidad real de la inversión. El mejor consejo en las carteras es siempre el mismo: no poner los huevos en la misma cesta. Diversificar no sólo por sectores y geografías, sino también en el aspecto monetario, puede marcar la diferencia entre una cartera rentable y otra que se quede estancada.