DISEÑO

Paredes para tachar en la oficina

Una empresa de Barcelona transforma las oficinas íntegramente en pizarras para fomentar la lluvia de ideas y la creación en el trabajo

Paredes para tachar en la oficina
Natàlia Vila
27/11/2016
2 min

Espacios abiertos, diáfanos, compartidos, con mesas de ping-pong, comedores o sofás. Es la última tendencia en arquitectura para los espacios que necesitan fomentar la innovación o la creación en el trabajo: los gurús lo llaman workplace strategy y tiene el objetivo deadaptar el entorno a los trabajadores para mejorar la generación de ideas y -en definitiva- la producción y los beneficios empresariales. Pero todavía se puede ir más allá.

“En un entorno así una pizarra de las de toda la vida ya no funciona”, sentencia Pablo Moreno, uno de los creadores de Mipizarra.es. Este madrileño de 40 años ha encontrado el aliado perfecto para estos espacios de creación y lo ha convertido en negocio: transforma íntegramente estos espacios en una pizarra. "Ayuda muchísimo a fomentar la lluvia de ideas", vende Moreno, y añade: "Vimos la posibilidad de un nicho de mercado relacionado con estos espacios y después de investigar mucho vi que en Estados Unidos ya tenían la solución" .

Se trata de una pintura que se aplica sobre cualquier superficie lisa y que permite tachar encima e, incluso, imantarla para poder adherir cosas. Esto multiplica los espacios en los que se pueden plasmar y compartir ideas. “Una pared, una mesa, algún otro mueble o detrás de una puerta, donde quieras -explica Moreno-. La que da más juego es la pintura transparente, porque permite mantener el aspecto que ya tenía el espacio y al mismo tiempo rotular encima”. Moreno convenció a su cuñada de que importar este producto -que hace veinte años que se utiliza en Estados Unidos- y aplicarlo podía ser un buen negocio.

Arrancaron en marzo con una sede en Barcelona y una inversión inicial de 50.000 euros. Nueve meses después ya tienen una plantilla de ocho trabajadores, calculan que cerrarán el año con una facturación de 250.000 euros y esperan duplicarla el próximo año. "Hay muchos ámbitos interesados ​​en este producto: empresas, escuelas, universidades, centros para niños y cocinas y todo, porque les sirve para apuntar recetas", explica Moreno. Incluso el Museo Antropológico de Madrid les ha realizado un encargo: quieren decorar una de sus paredes con este material para fomentar la participación de los visitantes.

Moreno ha trabajado durante años en el sector químico y de la pintura, y su cuñada -y socia-, Montserrat Isart, es abogada y hace las funciones de gestora. “Ella lo vio muy claro; cuando le conté el proyecto que tenía en mente le interesó mucho la idea, y de hecho es ella quien me animó. Nos lanzamos de cabeza”, explica el creador de Mipizarra.es. Actualmente importan la pintura, la venden y ofrecen el servicio de aplicarla, pero ya se plantean más opciones: “Queremos poner la pintura a la venta con una tienda online y una explicación para que los clientes puedan hacerlo ellos mismos si lo prefieren”, explica Moreno.

El mayor problema con el que se encuentra la empresa, según Moreno, es que “la gente no sabe que hay esta solución; aquí en España somos los únicos, de momento”, remarca Moreno, al tiempo que admite: “Seguro que pronto nos salen competidores”.

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