VETERINARIA

De los seguros dentales a los hospitales de mascotas

Vetland, una cadena de centros veterinarios creada en 2015, ha alcanzado los 12 centros y prevé llegar al centenar en cinco años

Dani Cordero
2 min
De los seguros dentales a los hospitales de mascotas

El grupo Detrivall empezó hace tres décadas con los seguros dentales, una fórmula con la que pretendía “democratizar y socializar” los servicios odontológicos, explica su fundador, Manuel Martínez. A finales de la década pasada, el grupo familiar decidió dar un paso similar, en este caso para dar cobertura sanitaria a los animales. Pese a la crisis, el grupo había visto que el mundo de las mascotas seguía creciendo en España. Hoy hay 11 millones de perros y gatos censados, dice Martínez. Un mercado bastante interesante y con suficiente masa crítica para que en el 2015 su grupo diera otro paso en la misma dirección: inaugurar su primer hospital para animales en Barcelona.

Desde entonces, Vetland (como se llama la iniciativa) no se ha detenido. Poco tiempo después construyó otros dos centros. Y en el 2017 adquirió nueve centros a veterinarios que querían traspasar su negocio porque se jubilaban. Han invertido hasta ahora tres millones de euros y este año han previsto otros 2,6 millones para comprar todas las clínicas que puedan, siempre que tengan una facturación que oscile entre los 400.000 y los 700.000 euros anuales.

Vetland se ha convertido en la primera cadena de veterinaria en territorio español y se ha diferenciado de tiendas de productos animales que limitan su asistencia médica a un pequeño consultorio. Martínez está convencido de ir en la dirección correcta. Prevé terminar el año con 25 centros (y duplicar la plantilla, hasta los 140 trabajadores) y, en cinco años, llegar al centenar. Sin franquicias. Para fidelizar a los veterinarios está abierta la posibilidad de plantear en algún momento el reparto de acciones de la compañía.

En el plan de negocio consta la creación de una red que cubra las ciudades de más de 200.000 habitantes y el conjunto de capitales de provincias, y crear una economía de escalera lo suficientemente importante para hacer más asequible la medicina animal. En las ciudades más grandes o en lugares estratégicos se ubicará un hospital que pueda dar un servicio integral, incluidas las operaciones quirúrgicas. En poblaciones a su alrededor se crearán clínicas más pequeñas. Y, como complemento, habrá unidades móviles que se trasladarán a estas clínicas en casos necesarios.

“El veterinario es un enamorado de su profesión pero no tiene experiencia de gestión, lo que hace que los precios sean altos”, explica Martínez sobre la filosofía de Vetland. Los gestores de Vetland creen que dar formación en gestión a estos profesionales puede servir para aumentar la rentabilidad de cada centro, un punto fuerte al que se añadiría mayor capacidad de compra y, por tanto, ahorros operativos.

El presidente del grupo asegura que su red de centros veterinarios quiere entrar en otro ámbito donde ya está desde hace años la medicina humana: la prevención, el nicho que suelen cubrir las pólizas de seguros, con programas de revisiones periódicas a los animales de compañía. Vetland también quiere convertirse en un servicio para las aseguradoras.

La compañía ha hecho hasta ahora todas sus inversiones con recursos propios, sin recurrir al endeudamiento bancario. Vetland facturó 1,5 millones de euros en el 2017, y este año prevé más que duplicar esa cifra y alcanzar los 3,5 millones de euros.

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