El gigante ruso del gas se tambalea por la caída de ventas en Europa
Gazprom acumula problemas para compensar la pérdida de clientes por la invasión de Ucrania
BarcelonaEscondida tras los elogios que el presidente ruso Vladimir Putin sigue prodigando hacia uno de los principales tesoros empresariales de su país, la crisis del gigante del gas Gazprom es una realidad cada vez más evidente. Así lo refuerza también un artículo publicado por Financial Times en el que el diario británico expone cómo la compañía energética se ha visto debilitada por la caída de las ventas en Europa después de que el continente haya dado la espalda al gas ruso como represalia por la invasión de Ucrania.
El rotativo recuerda que durante los primeros seis meses de 2022 Gazprom logró ganancias antes de impuestos de récord, con unos 45.000 millones de euros, pero que éstos cayeron cerca de un 40%, hasta los 27.000 millones sólo un año después. De hecho, la publicación cita las predicciones de los investigadores de la Academia Rusa de Ciencias, un organismo controlado por el estado ruso, que pronostican que los resultados de 2023 de la empresa mostrarán que ha dejado de ser rentable.
El pasado domingo Putin aseguró que Rusia había gestionado bien que Europa dejara de comprar su gas, "explorando rutas alternativas y centrándose en sus propios esfuerzos de gasificación". El artículo del Financial TimesSin embargo, remarca que estas nuevas vías de ingresos no han sido suficientes para reemplazar el negocio de exportaciones hacia la UE que la compañía ha perdido con la guerra.
Los nuevos compradores de gas ruso
En estos últimos dos años, Gazprom ha buscado nuevos compradores para su gas, pero los acuerdos negociados en Asia Central y el suministro (más limitado) en China y Turquía sólo han compensado entre el 5% y el 10% del mercado europeo perdido, según apuntaba al diario Marcel Salikhov, el jefe del Instituto para la Energía y las Finanzas, uno think tank ruso. Así pues, su análisis defiende que cualquier intento por cambiar este escenario pasará por una inversión más intensa en gasoductos y otras infraestructuras para llegar a nuevos mercados.
Aunque las exportaciones de gas ruso a China han aumentado en los últimos tiempos, los volúmenes siguen siendo relativamente pequeños: Rusia envió 22.000 millones de metros cúbicos de esta fuente de energía al gigante asiático a través de gasoductos l año pasado, una fracción pequeña en comparación con los 230.000 millones anuales que exportaba a Europa de forma regular durante la década previa a la guerra.