Energía

La Unión Europea maniobra para evitar el ahogo por el precio del gas

Moscú mantendrá el grifo del gasoducto cerrado mientras duren las sanciones

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Instalaciones norteñas Stream 1 a Lubmin, Alemania.

Bruselas / BarcelonaGazprom anunció el pasado viernes que cortaba sine die el gasoducto Nord Stream 1, que suministra Alemania con el gas ruso. El corte del gasoducto, que tenía que ser de tres días por mantenimiento, se está alargando, y no parece que se pueda resolver a corto plazo. Rusia mantendrá interrumpido el suministro de gas hasta que la Unión Europea no levante las sanciones contra Moscú. Así lo ha asegurado este lunes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una comparecencia recogida por la agencia de noticias rusa Interfax. 

De hecho, Moscú ha culpado a Occidente del cierre reciente del gasoducto argumentando que las sanciones impuestas por la UE han dificultado la llegada de materiales esenciales para las tareas de mantenimiento

En este contexto, la UE mira cómo puede evitar la tormenta energética, con el horizonte de una cumbre de ministras de Energía el viernes. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha avisado este lunes al presidente ruso, Vladímir Putin, que “fracasará” en su intento de “manipular” los mercados energéticos, y ha avanzado que Bruselas está estudiando medidas para ayudar a las familias y las empresas vulnerables. Durante los últimos días están circulando diferentes propuestas por los pasillos de Bruselas para frenar el aumento de los precios de la electricidad, como limitar el precio de la energía de las renovables para abaratar el recibo de la luz o impulsar una reducción de la demanda energética de manera “coordinada”. Ahora, los últimos documentos que se han filtrado también estudian, entre otras intervenciones, limitar el precio del gas ruso que consumen Alemania y los países del este para diferentes usos, no solo el de generación de electricidad –como es el caso de la excepción ibérica–, sino también en el que se destina a la producción industrial y las familias.

De este modo, según los informes que ha publicado Politico y a los cuales ha tenido acceso El País, Bruselas pretendería evitar que Rusia juegue con “interrupciones y manipulaciones” para aumentar el precio del gas, reduciendo los ingresos del Kremlin con la venta de gas en Europa, en la misma línea de lo que el G-7 acordó el viernes de la semana pasada con los límites de precio al petróleo ruso. Aun así, los técnicos advierten que hace falta que la UE esté dispuesta y preparada para asumir que Rusia se niegue en redondo a aceptar estos límites y corte de manera total el suministro de gas.

Si finalmente la propuesta sale adelante, los expertos exponen dos posibilidades para ejecutarla: fijar por ley los límites de los precios (es lo más rápido, pero requiere la unanimidad de todos los Estados miembros, lo que no se prevé fácil de conseguir) o crear una “entidad única de compra que negocie volúmenes específicos a precios específicos con Rusia”. La segunda opción, si bien sería más fácil de aprobar, tardaría más en ponerse en marcha y no hay mucho tiempo de margen.

En cualquier caso, los límites de los precios solo afectarían a la llamada Zona Roja, que va desde los países del este y el centro de Europa hasta Alemania. Son los Estados que, a diferencia de España o Portugal –que forman parte de la Zona Verde–, dependen menos del gas importado de Rusia.

Dentro de esta intervención en el mercado energético, la UE también estudia actuar sobre el TTF, el índice de los Países Bajos que sirve de referencia para marcar el precio del gas en Europa y que se ha disparado desde que Moscú empezó a reducir el suministro. Por este motivo, el borrador técnico señala que haría falta un TTF más transparente y que esté sometido a una supervisión financiera que evite maniobras especulativas. Como alternativa, plantea crear directamente un mercado de referencia europeo o vincular de manera temporal el TTF en el índice asiático, el JKM.

Además, el borrador prevé separar en dos índices diferentes el gas natural licuado y el que llega vía gasoducto, y aplicar un precio máximo en este último, que durante los últimos meses se ha subido mucho.

20% más caro

El precio del gas en el TTF de los Países Bajos ha subido en el primer día con el mercado abierto después del cierre por parte de Rusia del Nord Stream 1. A pesar del aumento, el precio no ha escalado a máximos después de que el domingo el canciller alemán asegurara que el suministro está asegurado.

Así, el precio del MWh de gas en el TTF esta mañana subía por encima del 20% respecto al cierre del pasado viernes. Durante el día ha llegado a un máximo de 275 euros/MWh, pero a las 16 horas ya se situaba a los 240 euros, lejos de los máximos del 26 de agosto, cuando, con el gasoducto en funcionamiento, subió a 346,5 euros/MWh. A pesar de esto, los 240 euros/MWh quedan lejos de los 29,5 euros/MWh de ahora hace justo un año.

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