Estados Unidos

Entran en vigor los nuevos aranceles globales de Trump con nuevas amenazas

Los impuestos con los que el presidente ha estado atemorizando a la economía mundial ya son una realidad y Trump quiere grabar ahora los chips importados

Donald Trump en Escocia
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WashingtonLos aranceles recíprocos de Donald Trump que durante meses han estado sembrando el pánico en los mercados se han hecho efectivos la madrugada del jueves. El libre comercio que fomentó Washington durante décadas, y que le valió su hegemonía económica, se derrumbó en cuestión de segundos cuando el reloj marcó las 12 de la noche y un minuto en la Costa Este. "¡Es medianoche! Miles de millones de dólares en aranceles están fluyendo hacia Estados Unidos", ha celebrado Trump en Truth Social cinco minutos después de las doce la noche.

"Lo único que podría detener la grandeza de América es un tribunal de extrema izquierda que quiere ver cómo nuestro país fracasa", ha añadido Trump, tras recalcar como "miles de millones de dólares, en gran parte provenientes de países que se han aprovechado de Estados Unidos durante muchos años, riéndose a todo este año".

Estados Unidos se adentran este jueves de lleno en el giro trumpiano en cuanto a la política comercial. Sin embargo, los primeros síntomas de esta nueva etapa de la economía estadounidense parece que no coinciden con el "boom" económico que el presidente tanto ha predicado. En los primeros seis meses del experimento arancelario del republicano, la inflación se ha disparado hasta el 2,7%, el ritmo del gasto de los consumidores se ha enfriado y los últimos datos de empleo han sido más flojos de lo previsto. Sólo se crearon 73.000 nuevos puestos de trabajo en julio, una cifra muy por debajo de los 110.000 que esperaban los analistas. Esta fotografía sólo incluye los efectos incipientes de los aranceles específicos, como el del 50% en el acero o la base universal del 10% que está en vigor desde abril. Para la panorámica completa se espera un mayor efecto inflacionista y una subida de los precios que repercutirá principalmente en el consumidor.

Consecuencias (reales) de los aranceles

A partir de ahora, los puertos comerciales y las aduanas de Estados Unidos tendrán que tener en cuenta en sus cálculos los aranceles que afectan a los diversos países. Por un lado, están los aranceles unilaterales para aquellos 70 países que no lograron pactar un nuevo impuesto. Por otro, están los nuevos aranceles negociados con 34 socios comerciales, en los que se incluyen los 27 países de la Unión Europea. Hasta que Trump diga lo contrario, los bienes europeos serán grabados con un 15%. De fondo, resuena le amenaza apenas esta semana con subirlos hasta el 35%.

En un tercer grupo están China y México, que han logrado algo más de tiempo para seguir negociando. La fecha límite de Pekín es el 12 de agosto y, mientras tanto, sigue sufriendo los gravámenes del 30% y otros para productos específicos. Los mexicanos tienen mayor margen de maniobra, ya que Trump les ha dado hasta octubre. Así pues, los aranceles para los productos mexicanos siguen igual que en los últimos meses: sólo se grabarán aquellos productos que estén fuera del T-MEC. Por suerte para el consumidor estadounidense, la pausa hará que la cesta de la compra no se dispare en cuestión de semanas: buena parte del producto fresco que termina en las baldas de los supermercados estadounidenses proviene de México.

A pesar de que se hable de acuerdos comerciales, la realidad es que los nuevos aranceles son más bien una especie de nuevo marco de referencia. Muestra de ello es que muchos de los países siguen dispuestos a negociar nuevas excepciones para sus productos. Sin la publicación de ningún documento que estipule todos los detalles, los implicados ya han empezado a realizar lecturas divergentes. En el caso europeo, Trump habla ya de los 600.000 millones de dólares que la UE ha prometido invertir en EEUU como si fuera un cheque en blanco, mientras que la Comisión Europea tiene el problema que no puede dictar a las empresas y accionistas donde poner el dinero.

El secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, ha asegurado que Estados Unidos ingresará alrededor de 50.000 millones de dólares (43.050 millones de euros) mensuales por medio de los aranceles. "El mes pasado, la media fue de poco más de 30.000 millones (de dólares). Y anoche, a medianoche, los aranceles subieron. Creo que nos acercaremos a los 50.000 millones mensuales en ingresos arancelarios", indicó en una entrevista con la cadena Fox.

Los chips, el nuevo objetivo

Fiel a la tradición de lanzar anuncios bomba justo antes de que se cumplan las fechas límite, Trump ha amenazado con aplicar un impuesto del 100% a los chips y semiconductores antes de la entrada en vigor de sus aranceles globales. La única excepción será para aquellas empresas que ya fabriquen en EE.UU. o bien que se comprometan a hacerlo. "Aplicaremos un impuesto muy alto a los chips y semiconductores. Pero la buena noticia para compañías como Apple es que, si están fabricando en Estados Unidos, o tienen el compromiso de hacerlo, sin duda alguna, no habrá ningún cargo", ha asegurado el mandatario.

El CEO del fabricante de iPhone, Tim Cook, también estaba en el Despacho Oval, donde ha anunciado el compromiso de invertir 100.000 millones de dólares en EEUU. Esta cifra se suma a los 500.000 millones de inversión que ya comunicó la compañía en febrero a raíz de las críticas de Trump. Como viene siendo costumbre en la política comercial de la nueva administración, el presidente no ha dado más detalles. No se sabe cuántos chips se verán afectados por el impuesto o en qué países va a repercutir.

Todo ello aumenta la presión sobre las compañías estadounidenses que dependen de las importaciones de chips desde Asia para que empiecen a trasladar su fabricación a Estados Unidos. Trump está apostando por la mano dura como principal incentivo para que las compañías se trasladen a su país, a expensas del riesgo de aumentar el precio de los móviles, televisiones y productos similares. Durante la pandemia, la escasez de chips provocó el aumento del precio de los coches y contribuyó además a una subida de la inflación.

El presidente también ha aprovechado para amenazar con nuevos aranceles a la India por su compra de petróleo en Rusia. El país dirigido por Narendra Modi afronta ya hasta un 50% de impuestos a sus importaciones, después de que este miércoles la Casa Blanca firmara un 25% adicional como medida de presión. Trump no descartó que China pueda enfrentarse a un panorama similar si también sigue comprando crudo en Moscú. "Podría pasar; depende de cómo, podría pasar", ha dicho. Pekín es uno de los pocos países que han logrado una prórroga para seguir negociando los nuevos aranceles. Aunque tampoco tiene mucho margen, ya que la fecha límite es el 12 de agosto. Mientras, se le seguirán aplicando los impuestos del 30%. Por el contrario, México sí ha logrado mantener la pausa hasta octubre, momento en el que debería conseguir cerrar algún acuerdo si Trump no vuelve a aplazar el plazo.

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