Último empujón de España para garantizar el sí de Bruselas al plan de reformas

Las vicepresidentas Yolanda Díaz y Nadia Calviño se reúnen con la Comisión Europea para cerrar los últimos flequillos

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La vicepresidenta del gobierno español, Nadia Calviño, y el comisario de Economía , Paolo Gentiloni, el mes pasado.

BruselasÚltimo empujón del gobierno de Pedro Sánchez para asegurarse el visto bueno de Bruselas al plan de reformas que le tiene que permitir abrir el grifo de los 140.000 millones de euros que le corresponden de los fundes antipandemia europeos. Primero será la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, que este jueves se reunirá con el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, para hablar de las cuestiones laborales del plan. Después será la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, quien el viernes matendrá también una reunión virtual con Dombrovskis. "Quedan solo cuestiones de detalle, pero muy laboriosas", decía Calviño la semana pasada después de volver a asegurar que España entregaría el plan en Bruselas antes del 30 de abril.

Estos últimos detalles son los que Díaz y Calviño quieren acabar de cerrar con la Comisión Europea, después de meses de intensas negociaciones en las que el ejecutivo comunitario no se ha cansado de reclamar más concreción en las inversiones y ha habido discrepancias principalmente en pensiones y mercado de trabajo. Bruselas no recibió con buenos ojos que se reincorporara la actualización de las pensiones en función del coste de vida. Lo que quiere la Comisión es, sobre todo, que España demuestre que el sistema de pensiones es sostenible a largo plazo.

La otra gran reclamación endémica desde Bruselas al Estado es resolver la elevada temporalidad del mercado laboral español y el elevado paro estructural, sobre todo entre los más jóvenes. Pero el gobierno de Sánchez está todavía en reuniones con los agentes sociales sobre estas cuestiones y probablemente no podrá presentar un plan lo bastante hilvanado. Por eso ha necesitado mantener conversaciones desde octubre con funcionarios y comisarios europeos. En las últimas semanas, las exigencias de la Comisión se han centrado en reclamar más detalles de las inversiones que se quieren hacer y su calendario de cumplimiento. Una vez haya luz verde, España recibirá un 13% de todo el dinero que le corresponde y después se tendrá que someter a la evaluación constante de los hitos y objetivos que se fijen en el plan.

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